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Los Holoturoideos, Holothuroidea, conocidos vulgarmente como pepinos de mar, holoturias, son una clase dentro del filo de los Equinodermos. Su característica principal, y lo que los diferencia de los demás equinodermos a simple vista, es que su cuerpo carece de brazos, es alargado y ha perdido, aparentemente, la simetría secundaria pentarradial típica de las estrellas de mar.
Se conocen más de 1700 especies de invertebrados dentro de la clase de los holoturoideos y habitan el fondo marino de los océanos de todo el mundo. La mayoría se encuentran en la región del océano pacífico de Asia y muchas especies son cultivadas en sistemas de acuicultura.
Características de los holuroideos
La morfología de estos invertebrados varía según las especies. La mayoría tienen una forma cilíndrica aunque algunas como las manzanas de mar son prácticamente esféricas. Acostumbran a medir entre 10 y 30 cm de largo, aunque hay algunas especies que no superan los 3 mm de longitud. A diferencia de las estrellas de mar clásicas, no se puede distinguir una cara aboral y otra oral. En este caso se distinguen la zona en contacto con el fondo, el trivio, y la zona superior llamada bivio.
El sistema ambulacral se mantiene común a los demás equinodermos, aunque presenta ciertas diferencias. En primer lugar, la estructura conocida como madreporito ya no está en contacto con el exterior sino que se encuentra en el interior del animal. Los pies ambulacrales son los que posibilitan la locomoción del animal. En algunas especies estos pies pueden acabar el ventosa. Los pies que rodean la boca han sido modificados, son altamente ramificados y están involucrados en procesos de alimentación.
Como en todos los equinodermos, los holoturoideos tienen un esqueleto mesodérmico. Sin embargo, en este grupo los escleritos que forman dicho esqueleto son mucho más reducidos y poseen formas diferentes, un rasgo útil a la hora de diferenciar las diferentes especies.
Su aparato respiratorio está algo más desarrollado que en otros equinodermos. Consiste en una red de tubos que forman una estructura conocida como árboles respiratorios. El agua entra a través de la cloaca y gracias a unas contracciones, pasa a los árboles respiratorios. La contracción de algunos músculos de la zona provocará la salida del agua, junto con algunos desechos nitrogenados que llegan a los árboles respiratorios.
También el aparato circulatorio de los holoturoideos es el más evolucionado. Consta de un anillo hemal del cual salen vasos radiales hasta las zonas amulacrales. Normalmente hay dos vasos principales, el ventral y el dorsal, que recorren el cuerpo del animal invertebrado. Existen unos corazones en la parte dorsal, aunque bombean con muy poca fuerza.
El sistema nervioso de los holoturoideos es similar al de otros equinodermos. Un anillo de tejido nervioso rodea la cavidad oral y envía nervios a los tentáculos y a la faringe, aunque no tienen un cerebro real. Cinco nervios principales son los que se distribuyen por todo el cuerpo, alrededor de las áreas ambulacrales. La mayoría no tienen órganos sensoriales, aunque algunas especies sí poseen estatocistos y sensibilidad al tacto.
Alimentación
Los holoturoideos se alimentan generalmente de restos de otros seres vivos como, algas o plancton en forma de partículas en suspensión o sedimentadas. Los tentáculos que rodean la boca son imprescindibles para la selección de sus alimentos. El sistema digestivo está formado por la boca, a la que sigue una faringe bastante musculada. Lo siguiente es el esófago que desemboca en un estómago similar a una molleja. Finalmente se encuentra el intestino que desemboca en la cloaca y finalmente el ano.
Reproducción
La reproducción de los holoturoideos es generalmente sexual, con una fecundación externa. Sin embargo hay una trentena de especies que tienen fecundación interna. La mayoría de individuos tienen sexos separados, aunque hay algunos que pueden cambiar de sexo a lo largo de su vida. El desarrollo de las crías es indirecto, con varias fases larvarias antes de llegar al adulto. La primera se conoce como auricularia y consiste en una larva de aproximadamente un milímetro capaz de nadar libremente. La segunda fase es la doliolaria y la tercera la pentacularia.
Clasificación de los holoturoideos
Los holoturioideos están divididos en cuatro órdenes, basadas en la presencia y forma de ciertas partes blandas y según la estructura y forma de sus osículos. Las órdenes son Apodida, Aspidochirotida, Dendrochirotida, Elasipodida y Molpadida.
Apodida
Los apódidos no tienen pies ambulacrales ni árboles respiratorios. Sus tentáculos tienen una forma similar a la de una hoja.
Aspidochirotida
El grupo de los aspidoquirótidos sí tienen pies ambulacrales y sus tentáculos poseen estructura de hoja.
Dendrochirotida
Los tentáculos del grupo dendroquirótidos están muy ramificados y son bastante largos. Presentan árboles respiratorios. La mayoría de especies viven en aguas poco profundas.
Elasipodida
Los elasipódidos presentan tentáculos en forma de escudo y los utilizan como herramientas para excavar en la tierra. Son de agua profunda y su pared es gelatinosa.
Molpadiida
Es un orden que integra a los invertebrados molpádidos caracterizados en la presencia de tentáculos simples, tienen árboles respiratorios y su cuerpo es blando, bastante liso y flexible
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