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La cotorra es un ave muy popular como animal de compañía, en especial la perteneciente al género, Myopsitta, concretamente la especie Myiopsitta monachus o cotorra argentina, aunque también es popular y demandada como mascota la denominada cotorra de Kramer o de collar, Psittacula krameri, aunque esta última pertenece al género Psittacula.
Son animales bastantes comunes en su país de origen, incluso algunas suponen cierta amenaza para la agricultura, toda vez que se reúnen en bandadas formando auténticas colonias de aves. Son oriundas de Sudamérica y su hábitat lo constituyen principalmente las zonas boscosas con abundante vegetación.
La mayoría de las cotorras pertenecientes al género Myopsitta tienen la peculiaridad de hacer sus nidos con ramas de árboles, no utilizan, como el resto de loros, huecos en el interior de los árboles para construir su nidada, además, en muchas ocasiones los pájaros más jóvenes colaboran con sus progenitores en la alimentación de polluelos nacidos de nidadas ulteriores.
Al igual que los loros, cuentan con mucha facilidad para imitar sonidos, con lo que se pueden convertir en aves habladoras; también son animales muy inteligentes y con buenos cuidados llegan a ser animales adorables.
Las cotorras se adaptan con facilidad a zonas distintas de su medio natural, de hecho en muchos países de Europa y Estados Unidos viven en libertad en zonas urbanas, constituyendo auténticas especies invasoras con muy buenas cualidades de adaptación y reproducción. La causa principal de la existencia de estas aves, cada vez más frecuente en zonas urbanas, es su puesta en libertad por parte de sus propietarios cuando deciden no cuidar más a su mascota o el escape accidental del propio ave tras el manejo de la jaula donde habita. Todo ello puede representar una crisis importante desde el punto de vista ecológico, ya que no deja de ser una amenaza para la biodiversidad, pues compiten desde el punto de vista territorial con otras aves autóctonas.
Cotorra argentina
La Myiopsitta monachus o cotorra argentina, también denominada cotorra monje o loro quaker. Se caracteriza principalmente por ser un pájaro muy sociable y cariñoso, con lo que su popularidad como animal doméstico es muy demandado en la actualidad. Además, tiene la ventaja de ser un ave muy longevo, de hecho, muchos ejemplares pueden llegar a superar los 20 años de vida.
Reproducción de las cotorras argentinas
Para la reproducción de la cotorra argentina es primordial que cuenten con una jaula de amplias dimensiones. Son animales monógamos, con lo que tener una pareja en optimas condiciones y si se consigue que tengan una relación compatible podrán reproducirse con suma facilidad, aunque para ello es necesario que los animales se mantengan en zonas cálidas, sin exceso de humedad; una alimentación equilibrada y mantener a las cotorras en lugares sin demasiados ruidos y sin una manipulación excesiva o estresante son requisitos esenciales para el buen fin la cría.
Ponen sobre 3 a 8 huevos, el periodo de incubación oscila en torno a los 27 días o un poquito más. Los pollos precisan ser alimentados por sus progenitores, abandona el nido al rededor de los 40 días y al cabo de los dos meses ya están en condiciones de alimentarse por sí solos, deberán de trasladarse a una pajarera espaciosa para concluir con su fase de crecimiento.
Alimentación de la cotorra
En cautividad se alimentan de frutas y verduras frescas. También se les puede suministrar cereales como el arroz, maíz, trigo. Existen alimentos balanceados a base de mezcla de semillas y piensos que ayudan a facilitarles una alimentación equilibrada. Los minerales no han de falta en su dieta, los más indicados son los de fabricación industrial, son bloques más resistentes y de mayor tamaño diseñados especialmente para los loros en general.
El agua ha de estar siempre limpia y fresca, es necesario una renovación diaria si queremos que el animal se mantenga en favorables condiciones de salud.
Alojamiento de la cotorra monje o argentina
Es importante para el alojamiento de la cotorra argentina en una jaula espaciosa, con suficiente luz, que cuenta con ventilación óptima y que no existan corrientes de aire. La jaula deberá tener algunas perchas y los accesorio necesarios para facilitarle su comida. Los juguetes permiten la distracción del ave, pero es importante cerciorarnos que no limiten demasiado el espacio de la jaula, ya que tendrá dificultad de movimiento y será pernicioso para su salud. En el fondo ha de incorporarse algún tipo de rejilla para que el pájaro no pueda ingerir la suciedad acumulada, de lo contrario puede ocasionarle serios problemas para su salud.
La jaula y sus accesorios han de ser limpiados regularmente, una higiene adecuada es primordial para la buena conservación de la cotorra.
Cuidaremos de que la habitación donde ubiquemos al ave se pueda incomunicar fácilmente del resto de dependencias de la vivienda, ya que la cotorra necesita permanecer algunas horas en libertad, ayudará a ejercitarse y se socializará con el entorno con mayor facilidad, si mantenemos la puerta de la jaula abierta, podrá entrar y salir libremente.
Salud de la cotorra
Entre las enfermedades más frecuente destacan pérdidas de pluma o muda falsa, trastornos relacionados con el aparato digestivo, enfermedades respiratorias, parásitos, fracturas. Una revisión periódica con el veterinario de confianza es importante para prevenir cualquier tipo de patología relacionadas con nuestras aves, sin duda es beneficiosos para la salud de la cotorra argentina.
Cotorra kramer o collar de la india
Básicamente los cuidados de la cotorra Kramer son similares a los de la cotorra argentina, aunque desde el punto de vista de su reproducción es de destacar que precisan un cajón de madera para el depósito de sus huevos, deberá de tener una puerta para que podamos inspeccionar la nidada. Si hemos decidido reproducir con estas hermosas aves las mantendremos en una jaula espaciosa; la pareja debe vivir durante todo el tiempo juntas. La introducción de la caja seleccionada para su nidada ayuda a la estimulación del celo, por esa razón es importante que siempre esté a su disposición.
Son maduros sexualmente sobre los tres años de vida, ponen un promedio de huevos de entre tres y seis, algunos machos pueden colaborar en la tarea de incubación. Los huevos eclosionan en torno a los 22 o 23 días. Al rededor del mes y medio los polluelos están en condiciones de abandonar el nido y sobre los tres meses habrán aprendido a alimentarse por sí solos.
Algunos ejemplares de cotorras de kramer presenta un nivel de socialización bajo, pero con cuidados constantes y un buen trato acaban aceptando la manipulación de su cuidador.
Información taxonómica de la cotorra
Cotorra argentinaReino: Animalia | Cotorra de kramerReino: Animalia |
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