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Varano es el nombre popular designado a aquellos lagartos integrados en la familia Varanidae, algunos son de gran porte y mayor antigüedad dentro de su grupo; habitan las zonas desérticas. De hecho uno de los varanos más protegidos por peligro de extinción, son los dragones de Komodo, reconocidos por ser los más grandes del planeta.
Aunque a algunas personas les parezca improcedente y hasta temerario, los varanos están consolidando una posición bastante aceptable en el mundo de los animales domésticos, a pesar de ser tan exóticos como desconocidos.
Los denominación de varano se utiliza para nombrar a unas 30 especies de lagartos que van desde los 30 cm hasta los 3 metros.
Se caracterizan por tener una gran mandíbula; su lengua es larga, funciona como órgano olfativo y tiene la función de detectar presas o el peligro.
A pesar de su tamaño puede alcanzar una respetable velocidad al correr; su osamenta se sostiene sobre fuertes patas dotadas de garras filosas. La cola es larga y robusta.
En caso de que decidamos adquirir uno de estos ejemplares como animal de compañía, debemos escoger un exponente que haya sido criado en cautiverio, ya que la adaptación a nosotros y a su nueva casa será más fácil para el reptil. Si adquirimos un ejemplar apresado cuando se encontraba en libertad tendrá una carga de agresividad mucho mayor y hasta impredecible.
La crianza y mantenimiento de este lagarto no es una tarea fácil y no es una especie aconsejable para principiantes. Requiere un trato con mucha pericia, ya que si se siente confundido o amenazado en la manipulación doméstica puede recurrir a sus múltiples recursos con los que atacar.
Alojamiento del varano
En cuanto a su alojamiento, el terrario que le asignaremos deberá ser de grandes dimensiones; las temperaturas nunca deberán bajar de los 24 grados y durante el día lo ideal es que estén entre 28º y 30º C.
La provisión de luz será vital para la buena salud del varano. Cuando no reciben la suficiente luz natural se puede recurrir a focos especiales de fácil adquisición en tiendas especializadas en reptiles, que además le proporcionarán los rayos ultravioletas que necesita el lagarto para sintetizar vitaminas mediante su piel.
El terrario donde habite el lagarto varano deberá aportar comodidad, espacio para el descanso y la protección. El suelo puede estar cubierto con grava. Piedras y ramas no estarán de más, ya que a muchos les encanta trepar. Es importante que no le falten dos recipientes de agua, uno para beber y el otro más grande para el baño. Las cuevas ayudan a mantener su intimidad con lo que debemos incorporar o fabricar algunas para lograr un mejor mantenimiento de nuestro lagarto.
Alimentación
Cuando son pequeños la dieta estará conformada por grillos, cucarachas, saltamontes y pequeños ratones sin pelo. Ya de mayores, gozarán comiendo ratones con pelo, otros roedores y todo tipo de invertebrados. En la dieta no le debe faltar aporte vitamínicos especiales para lagartos.
Reproducción
Son animales ovíparos, realizan la puesta en zonas húmedas al cabo de un mes desde el apareamiento; el número depende de la especie, aunque la media oscila en torno a los 20 ó 40 huevos, que deberán ser incubados a temperatura no inferior a los 28º. La eclosión se produce sobre los seis meses desde la puesta.
Salud del varano
Entre las patologías mas frecuentes que puede padecer este reptil se encuentra la deshidratación, problemas renales, quemaduras por exposición prolongada a fuentes de calor, fracturas, parásitos intestinales y deficiencias de vitaminas.
Información taxonómica
Reino: Animalia, animales
Subreino: Eumetazoa, eumetazoos
Filo: Chordata, cordados
Subfilo: Vertebrata, vertebrados
Clase: Reptilia, reptiles
Orden: Squamata, escamosos
Suborden: Lacertilia, lacertilios
Familia: Varanidae, varánidos
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