Bedlington terrier (perro oveja) y su fascinante peculiaridad

La Inglaterra del siglo XVIII ya contaba entre sus canes con el bedlington terrier (perro oveja)para perseguir a las ratas que vivían en las galerías de las minas y asistir en la caza de liebres y tejones. Sus orígenes no son del todo claro, pero lo más aceptado es que es el resultante entre la cruza del caniche, del dandie dinmont terrier y del whippet, una trilogía que dio como resultado un perro de líneas únicas y cabeza con forma de pera que le da un aspecto peculiar y distinguido.

Una transformación inesperada

Además de las actividades de caza, los perros de la Inglaterra del siglo XIX también tenían un papel en el ámbito del entretenimiento: las carreras de estos animales eran la excusa perfecta para juntarse y apostar, algo que era visto como un entretenimiento tanto popular como de elite. Fue de esta forma que los criadores cruzaron a esta raza con los lebreles, haciéndoles adquirir una velocidad y necesidad de movimiento que les ha aportado una cuota extra de gracilidad y elegancia.

Es así que, en base a su historia, hubiera sido muy difícil imaginar que el bedlington terrier o perro oveja terminaría siendo elegido como uno de los más sofisticados canes de compañía, rol que se les adjudica en la actualidad.

Características físicas del bedlington terrier

El perro oveja terrier cuenta con una altura aproximada de 40 cm hasta la altura de la cruz. Su peso ronda en los 9 kilos, por lo que lo consideramos un perro mediano. Sobre su cabeza en forma de pera crece un pelaje rizado que puede ser color marfil, azul o marrón. Terminan de completar el estilo del bedlington terrier un par de orejas que caen sobrepasando la mandíbula.

Quienes quieren mantener el look clásico del bedlington terrier les cortan el pelo de forma tal que el cuerpo de la oreja luzca rasurado, al tiempo que la punta de esta luce un pintoresco pompón. Sus extremidades delanteras son sutilmente más cortas que las traseras, lo que le confiere una silueta digna de admiración.

Personalidad y carácter del bedlington terrier

Su cuota de lebrel lo convierte en un perro extremadamente activo, juguetón y travieso. El movimiento es muy importante para mantener equilibrado su carácter. Es dueño de una inteligencia que le permite aprender muy rápido todo lo que se le enseña. A pesar de que conviene adiestrarlo desde una edad temprana, debemos tener especial cuidado con la forma en que lo haremos; el bedlington terrier necesita de mucho cariño y de que la pedagogía que utilicemos para adiestrarle está basada en juegos y recompensas. Con esta raza no funciona el autoritarismo ni mucho menos los castigos.

Si bien su personalidad es perfecta para interactuar con niños y se trata de un perro con una alegría contagiosa y una docilidad que lo convierte en la compañía ideal para todas las edades, no lograremos doblegarlo a nuestra voluntad.

En el contexto familiar es muy cariñoso. Elige un único amo para obedecer, por eso resulta imprescindible que en casa estemos todos de acuerdo con las reglas, ya que en ambientes en los que reinen las voluntades encontradas, nuestro bedlington terrier se confundirá y se negará a obedecer.

Hay que darle su tiempo con los visitantes, que para ellos no son otra cosa que extraños. Tu simpático perro oveja terrier observará a quienes hayan venido a casa y se acercará cuando lo considere conveniente y oportuno. Lo mejor es no forzar ningún tipo de acercamiento de ninguna de las partes.

Alimentación y cuidados del perro oveja

Lo recomendable es limitarnos a alimentarlos con ración balanceada de acuerdo a su edad y necesidades. Esta raza no se lleva bien con la mezcla de alimentos, pero en especial debemos tener extremo cuidado de no permitirles comer alimentos que contengan cobre, tales como los picantes, salsas, pan y pescado. El cobre es un elemento que suele quedarse en el organismo del bedlington terrier y le resulta muy difícil de eliminar, lo que le puede traer serias complicaciones en el futuro, entre la cual destacamos la hepatitis.

El cuidado del bedlington debe estar focalizado en su pelaje y en el ejercicio.

Por un lado, sus pequeños rulitos necesitan del cuidado de un peluquero canino especializado, así como de una higiene frecuente, en la cual necesitan incluirse productos especiales para garantizar la suavidad y tersura de sus hebras tan delicada de pelo.

Por otro lado, el bedlington terrier necesita gastar su energía irrefrenable, por lo que se beneficia mucho de vivir en casas con amplios jardines de los que puedan disponer todo el tiempo que quieran. En el caso de tener un ejemplar en un apartamento, es preciso que los llevemos de paseo por lo menos dos veces al día y les permitamos correr a placer.

Esta raza puede llegar a vivir hasta doce años si recibe las atenciones y los cuidados que precisa de cara a su bienestar. Por ello es que las precauciones en la alimentación y en la actividad física son aspectos que no podemos pasar por alto.