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Elegir tu felino en base al sexo no debe ser tomado a la ligera, existen importantes diferencias en el comportamiento del macho y de la hembra. Por lo tanto, decidir entre gato o gata debe, al menos, requerir que te tomes el tiempo de pensar qué clase de personalidad prefieres, antes de abrirle las puertas de tu casa a un minino que puede resultar muy diferente a esa tierna bola de pelos que ves en las series televisivas familiares.
Te facilitados algunos datos relacionados con las ventajas y desventajas relacionadas con la elección de un gato desde el punto de vista de su sexo.
Gato o gata – ventajas y desventajas del macho
Ventajas
Protectores y guardianes: están más alerta a la entrada de ratas, ratones y otros animales, ya que su instinto cazador es más agresivo y territorial.
Independientes: al decidir entre gato o gata, es importante que consideres si prefieres una mascota que pueda dormir sin ti y que no esté todo el día en tu falda. En tal caso, el macho es la mejor opción.
Vivaces, inquietos y juguetones: les gustan los juegos y todo lo que implique moverse y correr.
No entran en celo: ellos llegan a una edad en la que pueden procrear, pero no viven el celo como lo hace la hembra, en cualquier caso es molesto y los veterinarios recomiendan su castración.
La castración es más barata: al tratarse de una operación más sencilla y de menor duración, puede costar la mitad que la de la hembra.
Desventajas
Marcan su territorio con orina: si conviven con otros gatos machos, lanzan su clásico chorrito de orina, la cual tiene un olor muy potente, para marcar así su territorio, el que puede ser los pies de tu sillón favorito y la parte de las prendas de ropa que cuelgan hasta el piso en el vestidor.
Comen más que la hembra: otra de las consideraciones a tener presente entre gato o gata es cómo afectará nuestra economía. Los gatos son más comilones que las hembras, ya que cuentan con mayor tamaño y desgaste energético, aunque hay excepciones, sobre todo en gatas de considerable tamaño.
Suelen ser más bruscos y mordedores en los juegos: tienden a arañar y morder cuando se posesionan con el juego, el caracter de dominancia está presente en gatos machos.
Si no está esterilizado, puede resultar herido: los gatos no castrados van en busca de hembras, pero son varios de ellos los que se congregan para aparearse con una sola y muy pocos los elegidos. Las luchas pueden devolverte a un gato muy arañado y lastimado. Incluso contagiado de parásitos y enfermedades.
Menos pacientes: si tienes niños en casa, entre el gato o gata es mejor la hembra, ya que los machos no tienen tanta paciencia y su forma de manifestarlo puede ser un zarpazo.
Pueden ser algo destructores: tienen más tendencia a desperezarse en sillones hasta dejarlos deshilachados, al igual que les encanta afilar las uñas contra los lomos de libros, bueno esto es también una conducta relacionada con su comportamiento territorial.
Si la comida es mala, pueden obstruirse: este es un tema muy importante para decidir entre gato o gata. Si bien todos los felinos domésticos deben recibir una alimentación de calidad, el hecho de que el macho no lo haga puede llevarlo a una obstrucción de la uretra que, si no la detectamos en unas pocas horas, llevará a que su vejiga estalle y el animal fallezca de forma instantánea. Este tipo de patología puede ser ocasionada por otros factores, por lo que es importante revisiones por el veterinario de confianza.
Más información sobre el gato o gata – ventajas y desventajas de la hembra
Ventajas
Resultan más limpias: aprenden antes a hacer sus necesidades en la bandejita destinada a ello y no son tan quisquillosas cuando esta está algo sucia, por lo que seguirá recurriendo a ella.
Son más cariñosas: es el típico felino faldero que puede estar horas en tu regazo.
No destruyen su entorno: arañan mucho menos el mobiliario y otros objetos que pueden resultar totalmente destruidos ante sus garritas.
Comen menos que el macho: ingieren menos alimento, por ende, son más baratas de mantener, aunque esto no siempre es así.
Muy compañeras: entre el gato o gata, la compañía que nos ofrece una hembra es mucho mayor y más tierna y dulce también. Aunque también los machos pueden presentar buenas dotes de docilidad, incluso mayor que ciertas hembras. El reto está en una buena socialización a edad temprana.
Desventajas
Pueden llenar tu casa de gatitos si no las castras: parte de la tenencia responsable del gato o gata es tener la prudencia de castrarlos a tiempo. Un macho puede preñar a hembras ajenas, pero una gata te traerá unos cinco “trofeos” cada tres meses.
Su esterilización es más cara que la del macho: el aparato reproductor de la hembra es interno, por lo que necesita de una mayor dosis de anestesia y de dos incisiones en sus flancos.
Su celo las vuelve muy ruidosas y molestas: cuando la hembra entra en celo, un par de tapones para los oídos puede solucionarte el problema, pero si vives en un apartamento, tendrás que hacer cuentas para comprarle un par a cada uno de los doscientos vecinos que tienes.
En definitiva, la elección está a su alcance, si están castrados ambos sexos presentarán menos problemas y si son de interior, es decir, no salen a la calle para desplazarse, podrás prevenir muchos tipos de infecciones, algunas mortales. No olvides cuidarlo como se merece y piensa bien antes de adquirirlo, es un animal con un promedio de vida de 15 años, el cual deberá requerir sus correspondientes atenciones diarias.
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