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La llegada de un gatito a casa nos maravilla con la ternura que estos simpáticos felinos que en miniatura despliegan. Sin embargo, desde el primer momento en que el nuevo integrante hace arribo a nuestra vivienda, debemos aplicar todos los principios de cómo cuidar a un gato pequeño, así es que ahora te daremos los más útiles consejos para garantizar la salud física y emocional, así como la longevidad de tu gatito.
Alimentación del gato bebé
Es a partir de su mes y medio de vida que los gatitos pueden comenzar a consumir alimentos sólidos. No obstante, muchas veces ellos llegan a casa antes de haber cumplido esta edad, por lo que tendremos que tomar ciertos recaudos para alimentarlos.
La leche será su alimento de cabecera. Existen suplementos que son casi iguales a la leche materna, no hay que descartarlos para alimentarlos. Son preparados que se elaboran con agua hervida, la leche viene en polvo y es cómodo su suministro.
¿Cómo lograr que la tomen? Aún son demasiado pequeños para beberla por sí mismos desde el cuenco, por lo que al aprender cómo cuidar a un gato pequeño tendremos que saber que una jeringa, sin aguja, es el elemento perfecto para hacerle beber su leche. Toma al gatito en tu mano menos hábil y con la hábil presionas la jeringa para que la leche salga y pueda ingerirla, los más glotones se adaptan fácilmente al uso de biberones.
Las raciones
Una vez cumpla la edad para comer, elige una alimentación de buena calidad y mantén siempre la misma marca. Si en algún momento decides cambiarla, entonces deberás hacerlo de forma paulatina, mezclando la que le das actualmente con la nueva. De este modo le evitarás a tu gatito irritaciones gastrointestinales que deriven en una diarrea. La cantidad y tomas vienen en las propias instrucciones que a tal fin facilita el fabricante.
Estimular la excreción
A diferencia de un gatito de más de un mes, los más pequeñines no han desarrollado la capacidad de orinar y defecar por sí mismos. Así es que, dentro de los pasos que nos enseñan cómo cuidar a un gato pequeño, se encuentra el de estimular su aparato excretor.
Cuando los cachorros están con su madre, es esta la encargada de lamerlos y hacer que su vejiga e intestinos comiencen a evacuar, pero ahora esta tarea es nuestra. Humedece con agua tibia un algodón y pásaselo varias veces por la zona del ano, de forma ascendente, es decir, desde la panza hacia la cola. Hazlo varias veces hasta que veas que comienza a evacuar. Esto se tiene que llevar a cabo después de cada toma de leche. Obviar este paso puede llevar a nuestra nueva mascota a la muerte.
Mantener su temperatura corporal
El gato adulto puede mantener su temperatura sin dificultad, pero parte de saber cómo cuidar a un gato pequeño consiste en crearles un espacio calentito para que su escasa presencia de grasa corporal no los haga padecer de hipotermia.
Dispón una caja de cartón para él o ella. Llena una bolsa de agua caliente con agua tibia y ponla en la caja, ahora cúbrela con una tela gruesa y, antes de colocar a tu gatito a dormir allí, verifica con el dorso de la mano y con la muñeca si la temperatura es agradable, pero no demasiado caliente. En el caso de que te hayas excedido con los grados del agua, coloca otra tela para amortiguar el exceso de calor. Para los que disponen de más presupuesto, pueden hacer uso de mantas térmicas exclusivas para mascotas, que sin duda gozan de mayor comodidad y peligrosidad que una bolsa de agua caliente.
Cómo cuidar a un gato pequeño y controlar su salud
La salud de un gatito no sólo depende de una correcta alimentación, sino que hay ciertos cuidados que hay que tomar para que no contraiga enfermedades de gravedad.
Lo primero es desparasitar al felino con la dosis y la frecuencia que el veterinario indique. A partir de los dos meses y medio a tres meses, se comienza con el plan de vacunación, el cual será prescripto por el veterinario que vaya a hacerse cargo de la salud de nuestro gatito.
Mimos, juegos y estimulación
Un aspecto muy importante de cómo cuidar a un gato pequeño es saber que todo animalito doméstico necesita de la atención de su amo. Lo ideal es que toda la familia que convivirá con tu gatito lo acepte y se sumen a la siguiente práctica de mimos y juegos. Esto hará que el nuevo integrante se sienta aceptado y parte del grupo familiar al que lo estás trayendo.
Los mimos pueden tener lugar en cualquier momento y lugar, siempre y cuando respetes su sueño y los momentos en los que se está alimentando. Ni bien el pequeño comience a moverse por sí mismo, estimula sus habilidades motrices y destrezas para la caza con juguetes tales como pelotas pequeñas y cuerdas. Las instancias en las que juegues con tu gatito, no sólo son parte de cómo cuidar a un gato pequeño, sino que también reforzarán el vínculo entre tú y él.
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