En los últimos años con las políticas llevadas a cabo en programas para la conservación y protección del lobo ibérico, se están protagonizando muchos casos de ataques a ganado, según podemos observar en numerosos medios de comunicación, que informan sobre denuncias llevadas a cabo por los propios ganaderos afectados.
En algunas zonas de Galicia este tipo de acontecimientos se produce con bastante asiduidad, de hecho en esta comunidad se registraron durante el año 2013 más de 1.200 casos de ataques de lobos ibéricos a ganado, sobre todo a cabras y ovejas, aunque también existen agresiones a caballos y vacas.
Normalmente el lobo ibérico se alimenta de animales salvajes como venados y jabalíes, pero cuando escasea la comida puede también consumir ganado doméstico, precisamente por la facilidad de dar muerte a estas piezas, ya que se desenvuelven más torpemente frente agresiones de lobos que los animales que viven en estado salvaje.
En muchas comunidades existen compensaciones económicas en concepto de ayudas para paliar la pérdida de ganado que regularmente sufre el sector ganadero en las zonas afectadas por estos ataques de lobos, aunque no llegan a alcanzar el valor real del animal abatido, por esa razón quien realmente sufren son los ganadores perjudicados, que se sienten impotentes cuando chocan con una especie protegida. También existen subvenciones para poder realizar obras, vallados, pastores eléctricos, etc, en definitiva, ayudas para evitar futuros ataque de estos cánidos.
Para prevenir los daños ocasionados por los lobos también se recurre a la tenencia de perros mastines, que actúan como protectores de ganados, incluso las vallas eléctricas parecen ser una opción interesante, ya que mantiene alejado al Canis lupus signatus.
El Proyecto Life-COEX, subvencionado por la Comunidad Europea, ha realizado algunos programas con la finalidad de asesorar sobre materias de prevención de daños, es decir, establecer aquellas técnicas que se consideran más adecuadas para evitar los daños ocasionados por los lobos y otros mamíferos salvajes.
En muchas ocasiones, según manifiestan algunos expertos, las cacerías controladas de esta especie canina acaba matando al lobo alfa, con lo que la jauría se desequilibra, ya que carecen de la técnica que precisan para abatir animales salvajes y acaban seleccionando piezas domésticas para poder alimentarse. El lobo alfa es clave para el mantenimiento del grupo, sobre todo para enseñar a los más jóvenes, no se le debe dar caza precisamente para evitar males mayores.
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