Comprar tortugas de agua o tierra. Consejos para adopción

Comprar una tortuga como animal doméstico o mascota es relativamente fácil en la medida que en establecimientos especializados existen numerosas especies, las cuales se comercializan sin problemas y normalmente vienen con todos los requisitos legales, es decir, la documentación que debe acompañar a la tortuga. En tiendas de reptiles pueden encontrarse tanto tortugas de tierra como de agua, se cuenta con la ventaja de que nos proporcionarán información sobre la especie en cuestión, así como de sus cuidados. Lo mismo ocurre si se procede a comprar tortugas en criaderos especializados.

Qué especie de tortugas comprar

Si hemos optado por comprar tortugas, la elección depende de la tortuga que más nos guste, los hábitos son variados, desde aquellas que permanecen prácticamente todo el tiempo en el agua, las semiacuáticas o las tradicionales de tierra. Cada una adquiere un determinado precio en el mercado, aunque las semiautomática son las más asequibles pues su coste es bastante inferior si se compara con las tortugas de tierra.

Adopción de tortugas

Para aquellas personas que no dispongan de presupuesto para comprar tortugas, pueden intentar optar por la adopción. Hoy en día se han comercializado muchos ejemplares y no es raro que en anuncios clasificados o en albergue de animales podamos adoptar alguna sin dificultad, especialmente las acuáticas, que son las que más se han propagados, quizás por su menor coste en cuanto a su precio de compra.

No olvidar nunca que son animales y como tal merecen ciertos cuidados, el abandono de animales es inmoral y poco humando, además si se hace en un medio natural ajeno al que pertenece, puede convertirse en una especie invasora perjudicando seriamente la fauna autóctona del lugar.

Consejos al comprar tortugas

– Estar preparado para cuidarla, disponer de tiempo para que pueda tener todo lo que necesite. Ser consciente que muchas son muy longevas, por lo que con buenos cuidados durarán muchos años.

– La familia es importante, hay que plantear el reto si un miembro familiar desea comprar tortugas. Si convivimos con niños, las especies que no propinen mordiscos y revistan menos peligrosidad son las más apropiadas.

– Tener información del quelonio es su estado natural, nos proporcionará información valiosa sobre sus costumbre y cómo mantenerlas. Sin duda es una alternativa que repercutirá en una mejora a nivel de su salud y conservación.

– Disponer de documentación que avale la compra, facturas y todos los documentos necesarios para su tenencia. Si no queremos tener un problema o sanción administrativa, especialmente aquellas especies que estén en CITES o gocen de algún tipo de protección al considerarse vulnerable en su medio salvaje.

– Elegir una especie que cuente con buena salud, observarla, mirar los ojos, que esté activa, tenga buen color y no presente abscesos o heridas.

– Un periodo de cuarentena se hace necesario para el caso que ya dispongamos de otras tortugas.

– Nunca recolectarlas del medio, dañaremos su estado de conservación, muchas están en peligro de extinción dado su recolecta para introducirlas en el mercado de mascotas.

– Las especies criadas en cautividad son las que mejor se adaptan al entorno doméstico, por lo que es una buena opción para comprar tortugas. Los criadores podrán asesorarnos y resolver dudas en los primeros momentos de su tenencia.

– Asociaciones de herpetología y autoridades locales o estatales también nos pueden asesorar, especialmente sobre tenencia de determinadas especies y estado de conservación.

– ¿Pequeñas o grandes? Todo depende de lo que más nos guste, las pequeñas quizás son más frágiles y difíciles de criar, las grandes que han vivido en cautiverio se adaptan fácilmente a su nuevo hogar si se les proporciona unos cuidados adecuados.