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Se cree que fueron las razas spaniel inglés miniatura, la affenpinscher, yorkshire terrier y carlino las que dieron origen al pequeño grifón de Bruselas, también denominado Griffon Bruxellois.
Los primeros pasos que estos perros dieron por las calles de Bélgica no fueron precisamente en calidad de mascotas, sino que eran animales errantes que iban de un sitio a otro y que eran apodados como los pequeños erizos callejeros. Gracias a sus dotes para cazar ratas, se les daba hogar en los establos.
Fue a partir de 1880, con la fundación del Club du Griffon Bruxellois, que la raza del grifón de Bruselas se consolidó como tal. Esto propició la importación de este can a Gran Bretaña, en donde fue acogido con alegría en los salones de las clases acomodadas, ya que el ingenio y la madurez que se vislumbraban a través de su aspecto le abrieron las puertas de una vida de lujos.
En 1898, el Kennel lo reconoció oficialmente como raza y a partir de entonces comenzó a aparecer en diversas exposiciones caninas.
Aspecto físico del grifón de Bruselas
El grifón de Bruselas se encuentra dentro del parámetro de los perros pequeños, su altura es de unos veinte centímetros y su peso ronda los cuatro kilos. De contextura robusta y regordeta y forma cuadrada, no pierden gracia y elegancia a pesar de contar con un pecho bastante amplio.
Su redonda y ancha cabeza es grande en proporción al cuerpo y está coronada con un par de orejas pequeñas, que cuentan con una gran separación entre sí y que son de inserción alta. En el pasado solía cortársele las orejas para que se erigieran sobre su cabeza, pero actualmente son muchos los países que prohíben esta práctica, tanto con el grifón de Bruselas como con otras razas, por lo que estas caen hacia adelante y le dan un simpático aspecto a su rostro con mostacho y barba que se asemeja al de un mono.
Los ojos del grifón de Bruselas son grandes y oscuros, pero nunca saltones y la nariz presenta una leve inclinación hacia arriba. Los belfos son negros y están en contacto estrecho, de lo contrario, la expresión típica de la raza queda desdibujada. La boca debe estar cerrada de forma tal que no se vean los dientes.
El manto que lo recubre puede ser liso o alambrado, es importante considerar que el gen dominante es el alambrado, y su color puede ser rojo, negro, negro y castaño oscuro rojizo o negro y marrón. La presencia de lunares blancos en su pelaje es motivo de descalificación.
La cola es de inserción alta y la costumbre indica que hay que cortársela a dos tercios de su largo de nacimiento.
Cuidados
Como cualquier perro es relevante que el grifón de Bruselas cuente con una alimentación equilibrada y de buena calidad, los piensos de fabricación industrial son los más recomendados, es necesario que cuenten con buena higiene: baños cuando estén sucios, corte de uñas y limpieza de orejas y ojos. Los cepillados regulares también son importante por su especial pelaje alambrado, no le viene mal cortes de pelo a través de algún peluquero canino y sus correspondientes revisiones veterinarias.
Precio del grifón de Bruselas
El precio del grifón de Bruselas va en acorde con las características morfológicas que presente el cánido, cuando más se aproxime a su estándar es obvio que su precio será superior, sobre todo aquellos que se van a exponer en exposiciones caninas. No son de los perros más numerosos por lo que un buen ejemplar acto para reproducción y cría puede superar fácilmente el precio de 1000 euros.
Comportamiento y carácter
Este perro de compañía destaca por su cualidad de observador; ellos están muy atentos a lo que ocurre a su alrededor, dado que se trata de una raza que siente mucha curiosidad hacia su entorno. A su vez, es muy despierto, activo, veloz y le encanta jugar.
Por esa razón, es una raza que se recomienda para obsequiarle a un niño, puesto que se convertirán en inseparables compañeros de juego. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que cada tanto se presentan casos de ejemplares del grifón de Bruselas que no son tolerantes con los niños. Asimismo, en términos generales, no son muy sociables con los extraños que puedan llegar a visitar la casa. No obstante, tiene un carácter intermedio, ya que no es miedoso, pero tampoco agresivo.
No les gusta para nada la soledad, dado que se sienten desatendidos y también se aburren, lo que arroja como resultado que se tornen ladradores y molestos. Por eso es que es un perro para estar acompañado todo el día y desarrollar fuertes vínculos con su amo.
Tanto una casa como un apartamento son ambientes propicios para la crianza y desarrollo de esta raza, siempre y cuando tenga una instancia de juegos y mimos con su amo, a quien le es totalmente devoto y le debe obediencia cuando es necesario permanecer tranquilo.
Además de ser muy cariñoso, apegado y afectuoso, este can es muy inteligente, por lo que su educación y adiestramiento resultan verdaderamente sencillos. Debemos ser muy dinámicos y divertidos a la hora de adiestrarlos si queremos que responda positivamente.
Salud del grifón de Bruselas
Cuenta con una buena longevidad, puesto que podemos esperar que viva un promedio de catorce años y produce camadas de aproximadamente cuatro cachorros, aunque también han habido casos de ocho cachorros por camada. No obstante, hay que estar muy atentos al momento del parto, puesto que es una raza propensa a los problemas durante el alumbramiento. Estar prevenido y saber qué hacer en caso de emergencia es lo que podrá salvar la vida de tu grifón de Bruselas si la complicación se torna grave.
El grifón de Bruselas es un perro con pocas enfermedades genéticas a las que está predispuesto; una de ellas es la atrofia progresiva de la retina, la cual puede derivar en ceguera. Otra de estas enfermedades son las cataratas oculares a medida que va entrando en años, pero una cirugía es capaz de corregir ambos problemas.
A su vez, también es propenso a sufrir displasia de cadera, la cual desemboca en renguera y artritis. También son de esperarse otros problemas relacionados con las articulaciones.
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