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Sus orígenes
El boyero de Flandes, también conocido como bouvier de Flandes es un perro procedente de Bélgica y Francia, concretamente se le relaciona con la antigua área geográfica de los Flandes, que en sus inicios comprendía también el feudo francés. El origen exacto de la raza se desconoce en la actualidad, por lo que determinados autores proponen algunas teorías que podrían dar ciertas pistas relacionadas con los ancestros de estos grandes cánidos.
Las primeras personas que comenzaron con trabajos de selección fueron los monjes de la Edad Media asociados a la región de Flandes, más concretamente los integrantes del monasterio de Ter Duinen, en aquella época, dado su afición a la cría, realizaban cruzas con otras razas de perros, incluso adquirían cánidos de otros países, quizás por esa razón los ancestros del Bouvier de Flandes no sean exclusivamente oriundos de su zona de procedencia. El resultado fue conseguir un perro con buenas proporciones y capacitado para realizar labores de guardia y pastoreo, igualmente sus cualidades le facultaban para colaborar en tareas como perro de tiro.
Lo manifestado con anterioridad es la teoría más sostenida para esclarecer el origen de esta raza de perros. Entre las cualidades valoradas durante los trabajos de selección destacaban principalmente su fortaleza física, un pelaje apto para luchar frente al clima tan inhóspito existente en su zona de procedencia, gran valentía y un fuerte carácter, en definitiva, un cánido capaz de aguantar los duros trabajos a los que en un primer momento era sometido.
No es menos cierto que durante todo el trabajo de selección existieron rivalidades y discrepancias relacionados con el estándar que debiera tener el boyero de Flandes, fue a partir del siglo XX cuando comenzaron a unificarse criterios y la raza comenzó a tener más auge, expandiéndose por Europa y otros países.
Características y descripción. Su estándar
El boyero de Flandes es un perro de los considerados grandes, mantienen un cuerpo robusto, compacto y de fuerte osamenta. Igualmente su cabeza es robusta guardando las mismas proporciones que el resto del cuerpo, el stop está poco definido, destacando su nariz redondeada que mantiene siempre en una tonalidad negra e insertada en su hocico ancho, semicuadrado y con longitud moderada si se compara con el cráneo. Las mandíbulas son potentes, cuando están abiertas resaltan sus dientes blancos. Los ojos presentan forma ovalada, muy oscuros y con expresión alegre y vital. Esta raza de perros disponen de orejas insertadas hacia lo alto, gozan de buena movilidad y no son erguidas.
El cuello del boyero de Flandes no presenta papada por lo que se mantiene apretado, es fuerte y debe erguirse hacia lo alto como señal de majestuosidad. El lomo se inserta en posición horizontal, no es alargado, aunque sí fuerte y compacto, lo mismo que ocurre con su ancho pecho. En general todo el contorno del cuerpo es voluminoso, rústico y musculoso, al igual que sus patas, éstas a su vez no deben ser cortas ni extremadamente largas. La cola se prefiere de inserción alta, aunque también está permitido su amputación siempre que se respeten dos o tres vértebras.
El manto es tupido con subcapa de pelo, y áspero al tacto, sin duda un medio eficaz para luchar frente a las bajas temperaturas. La coloración puede ser variable, aunque según su estándar se prefiere el color gris carbón.
En lo relacionado con su tamaño, la media debe oscilar entre 65 cm los machos y 62 las hembras, con un peso máximo de hasta 40 kg en machos y 35 en hembras.
En la actualidad el carácter del boyero de Flandes ha avanzado positivamente si se compara con los primeros ejemplares surgidos en el trabajo de selección de la raza. Hoy en día se le considera un perro valiente, seguro de sí mismo y muy apegado a su amo. Admite la presencia de niños, aunque con moderación, pues no le gusta que le molesten demasiado; con un buen adiestramiento puede llegar a compartir su entorno con otras mascotas. Aunque necesita de una buena socialización y enseñanza a una edad temprana, ya que tienden a ser un poco tercos.
Cuidados y mantenimiento
El boyero de Flandes es un perro que no está al alcance de todo el mundo, dado que supone un gasto extra que debe tenerse en cuenta en el presupuesto familiar. Al tratarse de animales de gran envergadura van a consumir grandes ingesta de alimentos, el pelo precisa de mantenimiento especial, es necesario un lugar grande para alojarlo y va a precisar paseos continuos para que pueda ejercitarse correctamente.
Dado las características tan peculiares que reúne su pelo es fundamental un especial cuidado relacionado con el manto, los cepillados deben ser regulares, además se hace imprescindible que se realicen cortes a través de un peluquero canino. Seguidamente exponemos algunos trabajos que se efectúan para el correcto mantenimiento del manto en el perro boyero de Flandes.
El perro boyero de Flandes presenta un pelo áspero duro y seco, de unos 6 cm de longitud. Normalmente se deja más corto en la cabeza y muy corto en la cara externa de las orejas. Los bigotes y la barba se mantienen más largos que el resto del cuerpo.
Los cepillados, según algunos expertos han de efectuarse cada 15 días con la finalidad de eliminar el pelo muerto. Los baños periódicos no son aconsejables, solo aquellos imprescindibles para mantener una higiene saludable, de lo contrario se ablandará el pelo y perderá su impermeabilidad.
Arreglo para exposiciones
Los profesionales en peluquería canina suelen esquilar el pelo de las orejas al mismo tiempo que recortan los bordes para que queden bien definidos. Igualmente se esquila el pelo ubicado en la base del cráneo.
Se recortan las cejas, en diagonal, desde la parte exterior del ojo hasta despejarlo. Las barbas se peinan hacia adelante igualando los pelos que sobresalgan. El corte de las patas ha de ser uniforme y redondeado.
El moldeado final del bouvier de Flandes consiste en un recorte de todas las puntas de pelo que sobresalgan para darle un aspecto mas uniforme y limpio.
Salud del bouvier de Flandes
El boyero de Flandes es un perro bastante atlético que no suele acarrear problemas relacionados con su salud, siempre que haya tenido una vida saludable y un control veterinario adecuado. Aunque como otras razas de perros se les asocia determinadas enfermedades que estos hermosos cánidos son más propensos a padecer, como suele ser la displasia de caderas, cataratas o torsión de estómago.
Otras denominaciones
Perro bouvier, bouvier de Flandes, bouvier des Flandres.
Clasificación según FCI
El boyero de Flandes está clasificado en el Grupo I que comprende a los perros pastores y boyeros, Sección II, más específica para agrupar a los perros boyeros, aunque se excluyen los boyeros suizos.
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