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El género chinchilla pertenece a la familia Chinchillidae (chinchíllidos), proceden de Sudamérica (los Andes), existen variedades salvajes como la Ch. chinchilla o la Ch. lanigera; la especie domesticada es un cruce de las anteriores.
En la actualidad las especies salvajes están en peligro de extinción debido principalmente a la caza incontrolada para el comercio de sus pieles, que siempre se ha considerado muy cotizada, sobre todo por la densidad y calidad que posee el pelaje de su manto.
Los chinchíllidos cuentas con unas patas posteriores muy desarrolladas, de esa manera pueden dar grandes saltos y huir de sus depredadores, su cola le ayuda a mantener el equilibrio; por otro lado tienen grandes ojos y orejas que les faculta para una mejor orientación, toda vez que se trata de roedores nocturnos.
En estado salvaje los chinchíllidos viven en comunidad, formando colonias en zonas rocosas y terrenos áridos.
El alojamiento y la jaula
La chinchilla es un roedor que se adaptan bien a la vida en cautividad, es necesario alojarlas en sitios amplios, en donde se le suministrará arena especial para chinchilla, de fácil adquisición en el mercado, ya que a estos animales en estado salvaje le gusta revolcarse para un correcto mantenimiento de su pelaje.
Las instalaciones deberán de limpiarse con regularidad para así evitar la acumulación de agentes patógenos; además, la jaula, como manifestamos con anterioridad, ha de ser lo suficientemente amplia para que no limite sus movimientos, deberá de estar ubicada en lugares sin corrientes de aire, tampoco expuesta a temperaturas demasiadas altas, pues puede ser mortal para nuestro chinchíllido. Un cajón de madera le servirá como refugio y ayuda a que se mantengan en intimidad.
Si introducimos nuevas chinchillas deberá realizarse progresivamente, es decir, primeramente estarán separadas con rejillas para que se acostumbren y alcancen un nivel optimo de socialización, de lo contrario podremos presenciar continuos enfrentamientos.
Alimentación, la comida de elección
Los chinchíllidos son animales herbívoros, su principal fuente de alimentación en cautividad es el heno, también se puede complementar la dieta con piensos balanceados especiales para las chinchillas, hiervas, frutas y cereales o mixturas; es importante que tenga a su disposición agua limpia y fresca. Los complementos vitamínicos ayudan a equilibrar sus carencias nutricionales, sobre todo teniendo en cuenta que en estado salvaje se alimentan de otros productos naturales, no obstante, es recomendable que estén supervisados por nuestro veterinario de elección.
Reproducción y apareamiento de las chinchillas
Estos animales alcanzan la madurez sexual a partir de los 5 meses, el periodo de gestación es de unos 110 días, paren una media de dos cachorros, que nacen con los ojos abiertos, con pelos y dientes, además a las pocas horas ya están facultados para saltar y correr, incluso sobre el 5 º día empiezan a roer alimentos, no obstante, el destete se produce alrededor de los dos meses de edad.
Es recomendable juntarlas por parejas o bien un macho para un número determinados de hembras, así evitaremos enfrentamientos. La adaptación a la presencia con otros ejemplares se hará a una edad temprana, de esa forma el éxito en la reproducción será mayor. En hembras gestante, lo ideal es que permanezcan separadas hasta que cumplan con su función reproductiva. La alimentación adecuada, condiciones ambientales favorables y evitar situaciones de estrés son fundamentales en torno a una mejor reproducción del chinchíllido.
Salud de la chinchilla
Son animales que en cautividad pueden ser muy longevos, se tiene constancia de algunas ejemplares han vivido más de 20 años. Si queremos lograr que el animal cuente con buena salud, es necesario que le suministremos una dieta equilibrada, buenas condiciones de habitabilidad, socialización con el entorno doméstico y perfecta adaptación al medio humano.
Entre las patología más frecuente destacan, problemas oculares, dermatológicos, dentales, enfermedades relacionadas con el aparato digestivo, patologías respiratorias, parásitos y fracturas por caídas o peleas entre ejemplares. Cualquier síntoma de enfermedad es aconsejable acudir al veterinario para someter el chinchíllido a una exploración.
La manipulación de las chinchillas ha de ser de forma suave, no brusca, para evitar que se asuste o que se cree una situación de estrés innecesario en el animal. Los paseos diarios en lugares cerrados, sin cavidades ni huecos, es una buena opción para que se ejerciten y puedan llevar una vida menos monótona. La adaptación entre ejemplares debe ser pausada y progresiva para prevenir posibles riñas o disputas.
Variedades o especies más populares
Existen gran número de variedades debido a las diversas mutaciones, tanto recesivas como dominantes. Actualmente podemos encontrarnos multitud de colores: gris, beige, mosaicas, plateadas, albaricoque, negras, chocolate….
Información taxonómica
Reino: Animalia, animales
Subreino: Eumetazoa, eumetazoos
Filo: Chordata, cordados
Subfilo: Vertebrata, vertebrados
Clase: Mamalia, mamíferos
Subclase: Theria, terios
Orden: Rodentia, roedores
Subórdenes: Hystricomorpha
Infraorden: Hystricognathi
Familia: Chinchillidae, chinchíllidos
Subfamilia: Chinchillinae
Género: Chinchilla
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