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Conejo, adopción y cuidados en cautividad. Comportamiento

Conejo doméstico, adopción y cuidados en cautividad, comportamiento
Conejo doméstico mascota

El conejo desde antaño han tenido cierta dependencia con el hombre, sobre todo desde el punto de vista de su utilidad en el consumo humano o su uso en peletería, aunque recientemente también es adquirido como animal de compañía o mascota, si bien carece de un nivel social como el que se puede conseguir con un perro o incluso de un gato, lo cierto es que son buenos compañeros y con paciencia pueden ser también buena opción para adoptarlos y tenerlos como mascota. En este artículo estudiaremos al conejo en profundidad, sus cuidados, comportamiento y ciertos consejos relacionados con su adopción.

Lo primero que debemos aclarar que un conejo no es un roedor, para muchas personas presta cierta confusión, ya que lo identifican con los populares hámster o con los conejillos de indias, pequeños mamíferos expuestos tradicionalmente en tiendas de mascotas; si bien es cierto que antaño era incluido en el mismo grupo, los zoólogos llegaron a la conclusión de separarlo en otro orden, concretamente el de los Lagomorfos, principalmente por el hecho que revisten ciertas peculiaridades presente en su mandíbula superior, concretamente disponen de cuatro incisivos a diferencia de los roedores que tan solo presentan dos.

El conejo doméstico (Oryctolagus cuniculus) es un animal ampliamente usado en cautividad, principalmente como mascota. A pesar de pertenecer a la misma especie que los conejos europeos silvestres, las razas domesticadas varían en cuanto a diversas características morfológicas y del comportamiento. Asimismo, entre los conejos domésticos pueden existir ciertas diferencias en cuanto al comportamiento, lo que se relaciona con las condiciones en las cuales se mantienen los animales.

El tipo de cuidado y atenciones que reciben estas mascotas en cautiverio, depende principalmente del uso que se le desea dar a estos animales, además de la raza que se vaya a criar. Uno de los aspectos que requieren más atención es la alimentación. Debido a sus características gastrointestinales y a su comportamiento alimenticio, estos animales pueden presentar complicaciones si no se alimentan de manera adecuada.

La adopción del conejo

Existen multitud de razas y variedades, y las exposiciones de conejos es desde tiempos lejanos un hecho que no pasa inadvertido para los amantes al mundo de la cunicultura. Sus caracteres morfológicos son variables en cuanto a tamaño, peso, patrones y colores, también en otras cuestiones relaciones con la densidad y longitud del pelo, forma de la cabeza e incluso ciertas peculiaridades revestidas en sus propias orejas.

Los que más aceptación tienen como mascotas son los denominados conejos enanos o toy, que ya hemos tenido ocasión de hablar de ellos en un artículo anterior. Para los más atrevidos también pueden adoptar otro tipo de razas de conejos más grandes, aunque su principal problema es la manipulación y el tener que necesitar un espacio más amplio para el albergue del animal.

El sexo del conejo es un aspecto que no debe pasar inadvertido, ya que si bien el dimorfismo sexual es aparente, en la medida que los machos son más robustos y corpulentos que las hembras, lo cierto es que también son más ariscos y pueden presentar problemas de comportamiento desde el punto de vista territorial, sobre todo si convive con otros machos que no es nada recomendable. Las hembras, salvo su etapa reproductiva, que conlleva un estado de alerta y protección de las crías, son más dóciles y tranquilas, en definitiva, pueden permanecer en grupos siempre que se hayan habituado desde una edad temprana; cuando son adultas es más difícil tenerlas grupalmente.

Comprar un conejo su precio

El conejo es un animal muy extendido y prolifero por lo que su adquisición es fácil, salvo que se busque alguna raza un tanto especial. Se pueden adquirir en tiendas de mascotas o criadores involucrados en la cría y selección de ciertas razas específicas, todo depende del tipo de conejo que se tenga pensado adquirir. Lo importante es que goce de buena salud, para ello hemos de observarlo, comprobar que su pelaje es brillante y sin calvas, no presente secreciones nasales u oculares, esté activo y goce de vitalidad y corpulencia.

El precio del conejo es variable, dependiendo de su finalidad, los que se destinan a exposiciones son más costosos, ya que deben reunir ciertas peculiaridades exigibles en su propio estándar, además la raza también es un factor a tener en cuenta, pues unas son más costosas que otras. No obstante, si su fin es tenerlo simplemente como mascota, sin importar los factores anteriores, podremos comprar un conejo por un precio bastante módico que puede oscilar a partir de los 15 euros.

Cuidados y mantenimiento del conejo en cautividad

Los cuidados que requiere un conejo en cautividad están asociados con la jaula, alimentación y otros factores que tendremos en cuenta seguidamente.

La jaula

En lo relacionado con su alojamiento, los recintos cerrados son la mejor opción, existen diferentes jaulas en el mercado para acomodarlos sin dificultad.

Sin duda las jaulas son la mejor opción para mantenerlos controlados, aunque precisarán ejercitarse diariamente, al menos una o dos horas en un recinto cerrado habilitado para que correteen y salten.

El sustrato es fundamental para que puedan moverse con comodidad y evitar ciertos problemas como la pododermatitis en conejos. Ha de renovarse frecuentemente pudiendo conseguirse fácilmente en tiendas de animales. Un pequeño refugio como guarida también es deseable sobre todo si se tiene en cuenta que en su medio natural se refugian en madrigueras que ellos mismos construyen.

La limpieza de sus instalaciones y accesorios ha de realizarse regularmente para prevenir enfermedades. Igualmente el sustrato y lecho debe de renovarse frecuentemente.

¿Qué comen los conejos?

La alimentación es un factor muy importante, debe ser equilibrada, los alimentos más indicados son los piensos y mixturas de cereales especialmente elaborados de manera industrial, también consumen vegetales, especialmente paja y heno, y no le viene mal un preparado de frutas y verduras administradas con precaución, de lo contrario el conejo puede indigestarse, sobre todo aquellas sustancias que son menos tolerables para su organismo. Los alimentos que más aceptan son las zanahorias, col, diente de león, manzana, pera, trozos de ramas de árboles frutales, etc.

El conejo siempre tiene que tener a su disposición agua fresca y limpia, preferiblemente suministrada en accesorio tipo botella diseñado especialmente para ellos, ya que de lo contrario la derramarán y ensuciaran toda la jaula. El suministro de bloques minerales también son relevantes, puesto que son nutrientes que ayudan a modo de complemento de su dieta, igualmente son útiles para una mejor conservación y mantenimiento de sus incisivos.

Una dieta ideal para el conejo doméstico, consiste en una proporción de fibra de entre 20 a 25%, una cantidad mínima de almidón y una buena concentración de proteína. La cantidad y frecuencia de alimentación, varía según el tamaño de la raza y si esta tiene un fin de aprovechamiento cárnico.

Reproducción

Son mamíferos prolíferos, hecho a tener en cuenta puesto que si se dispone de poco espacio, en breve, los miembros pueden incrementarse considerablemente con la dificultad de no disponer de suficiente espacio para acoger a toda una comunidad.

El ciclo reproductivo comienza en primavera coincidiendo con los días de más luz solar, pueden llegar a tener varias camadas al año.

Las camadas son numerosas, entre cuatro a ocho gazapos incluso más, nacen sin pelo, sordos y ciegos, dependen de la madre para sobrevivir. El periodo de gestación es de 31 días y al mes y medio habrá concluido su destete. Son maduros sexualmente llegada la edad de cuatro meses en razas pequeñas, los considerados grandes tardan más en madurar.

Tras el apareamiento y confirmado el embarazo, que se puede apreciar visiblemente a partir de los 20 días, la hembra debe permanecer sola sin la presencia del macho, suelen desprender pelo para así formar un nido confortable que protegerá del frío a la camada. Es importante no manipular a la madre, tampoco a las crías, de lo contrario puede abandonarlas incluso comérselas.

Durante el transcurso de una semana, los gazapos comienzan a crecer el pelo y abren los ojos, también sus orificios nasales.

Manipulación, comportamiento y socialización

La socialización del conejo debe realizarse a edad temprana, es importante que se habitué a la presencia humana, también cogerlos frecuentemente facilitará la tarea de manipularlo más fácilmente, no se debe coger por las orejas, pues le resultará bastante doloroso. El transportín es la mejor opción para trasladarlo fuera de la vivienda, de esa manera permanecerá más seguro, sin peligro de que pueda extraviarse.

El mantenimiento del conejo relacionado con el pelaje no reviste mucha problemática, aunque los de pelo largo son más delicados y requieren cepillados regulares para mantenerlos en óptimas condiciones, de lo contrario se formaran nudos y bolas de pelo. El corte de uñas también es apropiado sobre todo para evitar que crezcan en exceso, también prevenir arañazos por mala manipulación.

Por otro lado, al ser animales sociables, requieren de una buena y constante interacción, que le permita establecer lazos positivos con sus cuidadores. Además, debido a su comportamiento alimenticio de doble digestión y al crecimiento ilimitado de sus dientes, estos animales presentan una necesidad natural de masticar y morder distintas superficies. Esto implica que los cuidadores deben ofrecer los accesorios adecuados para mantener la salud bucal de sus conejos, además de evitar que causen daños sobre otros objetos.

El comportamiento del conejo es social, con un marcado ordenamiento jerárquico. En general, los juveniles son bastante sumisos y no muestran una relación cercana con sus congéneres o sus madres, a excepción de los momentos en que intentan amamantar. Una vez que los individuos cumplen tres meses, comienzan a mostrar comportamientos más dominantes, sobre todo con sus congéneres de menor edad.

Entre los adultos, la dominancia es ejercida por el macho alfa, el cual suele interactuar de forma positiva con las hembras y los juveniles, aunque pueden ser agresivos con los machos subadultos. Los líderes alfas, también se encargan de vigilar el recinto donde se encuentran con sus compañeros. Además, son los que inician las interacciones con otros individuos e intervienen enérgicamente si existen peleas o actividades sexuales entre otros adultos.

Las hembras suelen mantenerse distanciadas de otros individuos y en general se muestran menos agresivas, aunque entre estas se establece también una dominancia jerárquica. Por otro lado, en grupos donde no se ha establecido un orden jerárquico, las hembras suelen mostrarse agresivas y territoriales, manteniendo comportamientos antagonistas con sus congéneres.

Aunque estos animales se consideran relativamente tranquilos, si no logran establecer lazos sociales y no obtienen los cuidados y atenciones necesarias, pueden desarrollar algunos comportamientos erráticos, como el marcaje a través de heces y orina, morder a sus cuidadores, además de patear repetidamente el piso con sus patas traseras.

Salud. Principales enfermedades

Diarreas: el conejo es susceptible de sufrir problemas digestivos especialmente ante cambios repentinos de dietas.

Maloclusión dental: los dientes sufren crecimiento durante toda la vida, en algunas ocasiones puede ser necesaria la intervención quirúrgica y afilado de dientes.

Obstrusión nasal: motivada por enfermedades respiratorias principalmente como es el caso de la bacteria Pasturella.

Mixomatosis: conocida vulgarmente como viruela, no tienen cura, es contagiosa y sus principales síntomas son hinchazón de párpados, incluso ceguera.

Enfermedad hemorrágica vírica EHC: producida por un virus perteneciente a la familia Caliciviridae , suele producir la muerte del conejo si no está vacunado.

Pododermatitis: infección que afecta a sus miembros traseros, causando heridas consecuencia de mala higiene o suelo demasiado duro.

Parásitos internos y externos: como ácaros, pulgas, gusanos planos y redondos, coccidiosis. Las desparasitaciones previenen muchas infecciones.

Otras enfermedades: tiña, estrés por un mantenimiento no adecuado, otitis, etc.

Siempre es más importante prevenir que curar, por esa razón el conejo debe estar supervisado por un veterinario, que revisará su dentadura, estado general de salud y administrará sus correspondientes vacunaciones.


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