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Una de las afecciones más comunes en los conejos domésticos es la enfermedad conocida como pododermatitis en conejos, un problema que se manifiesta principalmente con lesiones abiertas infectadas en las patas traseras del lagomorfo, aunque también se pueden presentar en las delanteras, pero con menos frecuencia, lo que disminuye el bienestar y calidad de vida del animal.
La pododermatitis en conejos es altamente contagiosa, ya que las bacterias causantes de dicha enfermedad habitan en las heridas de las patas del lagomorfo, aunque aún no estén completamente abiertas, por esta razón es aconsejable separar a los conejos afectados para prevenir una diseminación de la enfermedad.
Las razas de conejos que se ven mayormente afectadas son las de mayor peso como Nueva Zelanda, gigante de Flándes, angora gigante, chinchilla gigante entre otros, también razas con menor cantidad de pelo en las plantas de las patas como la Rex, por la presión ejercida debido al sobrepeso cuando viven en suelos inadecuados para ellos.
Causas de la pododermatitis en conejos
Si se tiene un conejo de mascota, pero se encuentra constantemente en jaula, pisos muy ásperos, duros o rugosos, mala higiene y humedad dentro del hábitat, y si son de razas de talla grande a gigantes (mayores a 4 kilos de peso) o tienen problemas de obesidad, podrían estar propensos a sufrir pododermatitis, pues es una causa de afección muy generalizada.
La bacteria que complica la pododermatitis en conejos es Staphylococcus aureus, que invade por completo las úlceras que se forman en las patas del conejo, además se siguen reproduciendo con facilidad. En algunas ocasiones si el problema no es detectado, llegan a alcanzar niveles internos óseos, provocando infecciones en hueso (osteomielitis) lo que resulta demasiado doloroso para el lepórido afectado.
Sintomas de la pododermatitis en conejos
En un primer momento la pododermatitis en conejos se manifiestan con lesiones en forma de:
– Pequeñas cortadas
– Úlceras
– Inflamación
– Enrojecimiento
– Falta de pelo en las zonas afectadas
Depresión
Debido a las molestias de estas heridas, aunque a veces sean pequeñas, los conejos dejan de moverse, puede presentarse inapetencia, debilidad y disminución considerable de peso.
A medida que el problema se agrava y se vuelve crónico, las úlceras comienzan a infectarse por Staphylococcus aureus, lo que hace que se formen abscesos y el hueso quede también afectado, con el riesgo de causar una infección general en el individuo.
¿Cómo diagnosticar la enfermedad?
Cuando se observen este tipo de lesiones en las patas del conejo será casi inequívoco de que se trate de un problema de pododermatitis en conejos, por eso la importancia de revisar y mantener limpio el hábitat donde se encuentra, ya que con estas simples prácticas se pueden prevenir este tipo de enfermedad.
Una vez que se han detectado las lesiones, será conveniente asistir a una consulta veterinaria para examinar al animal, saber cuál es la profundidad de las heridas, si existe infección localizada o general en el conejo, y qué tipo de bacterias son las que se pueden encontrar presentes. En estos casos el veterinario suele realizar una citología o cultivos, entre otros, si el cuadro de pododermatitis en conejos se encuentra muy avanzado.
Para poder detectar una infección generalizada serán necesarias también algunas pruebas complementarias como química sanguínea, hemograma, examen general de orina, etc., dependiendo de los hallazgos en el examen físico general.
Tratamiento o cura
Una realizado un examen físico general y más detallado del cuadro clínico de las lesiones, el veterinario podrá instaurar el tratamiento ideal, bien sea para curar pequeñas heridas, tratar heridas infectadas e incluso la propia osteomielitis o la sepsis (infección generalizada).
Cuando se trata de lesiones pequeñas, quizás solamente sea necesario aplicar alguna pomada tópica que contenga algún antibiótico, analgésico o antiinflamatorio, dependiendo de lo que el médico veterinario indique. Se aplica en las grietas de las patas afectadas y se realiza un vendaje para que el medicamento haga efecto.
En heridas infectadas, casos de infección ósea o septicemia, se suelen administrar medicamentos por vía intramuscular (inyectados), como son antibióticos, analgésicos, antiinflamatorios, suplementos vitamínicos si presenta desnutrición, pomadas para ayudar a la cicatrización, desinfectantes, lavados de las heridas y vendaje protector de las patas.
A todo lo anterior, el médico veterinario también suele facilitar instrucciones relacionadas con la higiene, generalmente que se haga un cambio en su hábitat para evitar una reincidencia de la pododermatitis en conejos.
Entre las medidas a considerar para que el conejo se encuentre en un ambiente confortable tenemos:
– Si el lagomorfo solo habita en una jaula con piso de acero, se deberá cambiar la jaula por algún otro tipo de hábitat, en donde el piso sea de plástico suave o especial para conejos y de buen tamaño, o poner algún tipo de sustrato especial o viruta si es de cemento o demasiado pequeño; en cualquiera de los casos la higiene de las instalaciones es fundamental a modo de prevención de la enfermedad.
– Si sufre sobrepeso, el médico veterinario generalmente recomienda una dieta baja en carbohidratos y alta en fibra.
– El aumento de actividad física también será de gran ayuda.
– Para evitar el exceso de humedad dentro de la jaula será de utilidad un bebedero de goteo antiderrames y ubicarla en lugares cálidos.
– No hay que olvidar que el conejo debe mantenerse en observación y acudir al veterinario si sospecha de nuevas recaídas.
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