¿Por qué los perros comen heces? Trastorno de salud o de conducta

Los perros pueden realizar coprofagia por muchos factores, algunos de salud, otros de conducta. Lo primero que hay tener claro para entender el por qué los perros comen heces, es que la capacidad de sabor de los canes es menor que la de los humanos.

La coprofagia es una palabra que se usa para referirnos al comportamiento de algunos perros cuando se comen sus propios excrementos o las de otro animal. Aunque es una conducta bastante habitual, sobre todo en cachorros, causa mucho rechazo y desagrado por parte del cuidador. Si te has cuestionado en alguna ocasión ¿por qué mi perro come caca?, te lo indicamos a continuación.

Este comportamiento, además, puede ser riesgoso, ya que eventualmente puede causar algunos problemas serios de salud como la aparición de parásitos y bacterias en el intestino, entre otros. Existen algunas causas comunes y soluciones para corregirlo, aunque a veces se hace necesaria la visita al veterinario.

Algunos estudios veterinarios han concluido que los perros que comen heces están incluidos en un trastorno pica, definido como aquel en el que los animales ingieren elementos que no son habituales en su dieta.

Puede ser normal que un perro consuma heces por la maternidad: la madre come todo lo que está en el entorno de los cachorros para mantener limpio el espacio y evitar enfermedades. Algunos análisis de conducta canina indican que el por qué los perros comen heces está relacionado con la imitación. Los cachorros pueden aprender ese comportamiento al verlo de la madre.

¿Por qué los perros comen heces?, un problema de salud

Pero los perros también pueden ingerir heces por un problema de salud. Se ha determinado que el principal es una deficiencia alimentaria. Como tienen un olfato con muchas propiedades y súper desarrollados, huelen en las heces determinados elementos que les hacen falta en su dieta. Por ejemplo, el por qué los perros comen heces puede responder a falta de vitaminas, minerales o a dietas bajas en calorías.

Al fin y al cabo, las heces son alimentos digeridos. Por eso las mascotas caninas pueden buscar en ellos lo que no encuentran en su dieta habitual. Pero esta no es la única causa. Otra podría ser que padezcan de hiperadrenocorticismo, una enfermedad de la hipófisis que genera una mayor circulación de corticosteroides en su sangre.

Malabsorción intestinal y diabetes canina son otras patologías que explican el por qué los perros comen heces.

Otra causa puede ser insuficiencia pancreática exocrina. Es preciso descartar que sea un problema orgánico visitando al veterinario. Algunas señales pueden ser vómitos, diarreas, flatulencias, etc.

Llamar la atención

Cuando el perro consume heces puede tratarse por llamar la atención de sus dueños en medio de un período de estrés. La ansiedad, molestias por separación, falta de libertad o aburrimiento son otras de las causas de la coprofagia canina. Si estos son los casos, es necesario revisar el tipo de relación que estamos teniendo con nuestra mascota. En definitiva, muchas veces cuando el perro necesita afecto y atención puede tener este tipo de comportamiento.

También se da el caso de canes pequeños que no tienen un adecuado control de esfínteres y que, para evitar ser reprendidos por sus familiares humanos, se comen las heces para ocultar la falta.

También suele suceder cuando está mucho tiempo solo en casa o no recibe estimulación adecuada (juegos, cariño, paseos, etc.). Si este es el caso, es necesario revisar el tipo de relación que estamos teniendo con nuestra mascota.

En casos extremos, cuando los perros tienen hábitat limitados que están desatendidos, los perros pueden comer sus heces a manera de limpieza de su espacio. También, cuando están abandonados en sitios cerrados y no reciben alimento.

Por estrés y ansiedad

El estrés puede derivar en ciertos tipos de conducta indeseables y esta es una de ellas. El estrés puede ser causado por soledad, confinamiento, castigos, falta de atención o de actividad física y muchos otros factores.

Nutrición deficiente

Esta conducta puede ser provocada por ingerir alimentos de mala calidad. Por ejemplo, el consumo excesivo de cereales requiere de la amilasa, una enzima que se encarga de procesar el almidón de ese alimento.

Si el organismo no produce suficientes enzimas no podrá realizar bien el proceso de digestión. El perro encuentra en la caca los oligoelementos y enzimas necesarias para sintetizar la amilasa necesaria en su dieta.

Por otra parte, darle demasiados cereales puede provocar obesidad y también problemas de comportamiento como la hiperactividad debido a los excesos de azúcar.

Para evitar un castigo

Si el perro recibe regaños y castigos por defecar en determinadas zonas, quizás termine por comerse las heces para evitar nuestro enfado. Es por eso que se debe encontrar la forma de enseñarlo sin llegar a castigos o maltratos.

Para mantener el nido limpio

En ocasiones, las hembras con cachorros ingieren sus heces para mantener el lugar limpio. En este caso es un comportamiento normal aunque podemos evitarlo ayudándola a mantener la zona aseada. Si nuestra presencia le causa mucho estrés podemos dejar que manifieste el comportamiento.

Cómo evitar que el perro coma heces

Entender por qué el perro come heces es fundamental para atender la situación, corregirla y evitar que se prolongue en el tiempo. Hay algunas recomendaciones entre las cuales, la primera, es procurar que el perro tenga un hábitat limpio y totalmente sano. Estimularlo con un premio justo después de defecar es otra estrategia para que desvíe su atención de las heces.

Otra forma es retirar las heces rápidamente o retirar al perro del sitio donde ha defecado. También recomiendan incluir suplementos nutricionales en la dieta para ayudar a la absorción de algunos nutrientes y son recomendados cuando se presentan algunos síntomas como halitosis, diarrea, flatulencias o insuficiencias pancreáticas.

El ejercicio constante es fundamental para el perro, así que una buena manera de evitar y corregir esta situación es diseñar rutinas de ejercicio con juguetes y otras herramientas. También hay quienes apuestan por colocar en los alimentos algunas sustancias que, al ser digeridas, serán desagradables para el can, por lo que rechazará las heces. Son soluciones vendidas en tiendas veterinarias y algunas están compuestas por esencia de piña, yuca, o menta.

Tal ve te interese saber más sobre esta materia en el siguiente enlace: https://animalesbiologia.com/noticias/coprofagia-organismos-coprofagos

Aunque no existe una fórmula mágica, algunos consejos pueden ser útiles. En primer lugar descartar una causa orgánica. De no ser esa la razón podemos:

• Realizar paseos con más frecuencia, si pueden ser dos o tres al día mejor. Esto mejora muchos aspectos de su vida: hace ejercicios, elimina el estrés, estrecha lazos con su cuidador, etc. Jugar con el perro también es fundamental, igual que darle muestras de afecto y atención.
• Evitar los castigos. Optar por métodos de enseñanza que no incluyan maltratos ni castigos. De esta forma si su intención es llamar la atención, aunque sea por esa vía, no resultará.
• Mantener limpias todas las zonas. Esto por supuesto evitará que coma caca y además será beneficioso para su salud en general, evitando infecciones y otros tipos de enfermedades.
• Brindarle premios. Son alimentos muy buenos y a los perros les gusta. Esto cambiará en olor y sabor de las heces evitando que las coma.
• Por último, ofrecerle mucho amor, atención y cuidados, un perro amado no necesita llamar la atención y generalmente tampoco sufre de estrés o ansiedad. El amor y una buena alimentación son una buena fórmula.