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Todos coincidimos en que los gatos son hermosos, aunque a muchos no les guste esta mascota. Entre todas las familias se distinguen algunas que por su pelaje, tamaño y fisonomía están consideradas como las razas de gatos más exóticos. Una de ellas, incluso, es una raza de gato mestizo y común que podemos ver en cualquier parque del mundo.
Se adueñan del espacio, imponen una relación de simbiosis con su familia humana y adoran estar encima de los regazos siendo acariciados. Los gatos son tan amados como odiados. Su manipulación genética y los múltiples cruces que se han realizado han permitido el surgimiento de extrañas razas entre las que se cuentan el peterbald, el donskoy, el sokoke, el lykoi, el khao manee, el sphynx o el mau egipcio.
El peterbald, un gato de origen ruso
El peterbald, por ejemplo, es un gato pelado, creado en Rusia en 1994. Tiene un gen que es el responsable de su principal característica, el llamado gen ruso para la pérdida de pelo, por lo que el peterbald exhibe su piel lampiña. Cabeza en forma de triángulo perfecto, buena musculatura y tamaño, definen las características de esta mascota, considerada en la lista de las razas de gatos más exóticos.
Un esfinge entre los gatos más exóticos
El sphynx es otro de los gatos considerados entre las razas más raras. Es parecido al peterbald pero este está recubierto por una muy fina capa de vello, casi imperceptible a la vista. El gato esfinge, sin bigotes ni pestañas, es un ejemplar de delicada estructura ósea, musculatura fuerte con arrugas en la cara y el resto del cuerpo.
Está en la lista de los felinos domésticos raros y no tiene distinción en el patrón de su color de piel. Es muy activo, tierno y juguetón, adaptándose de manera cómoda al entorno familiar. También puede tornarse posesivo y protector.
Otra especie que se cuenta entre los gatos más exóticos es el donskoy. Mientras que el sphynx es canadiense, este gato, también llamado don sphynx es ruso. Apareció como una mutación en 1986. No tiene pelo, se parece al anterior, pero se diferencia en que su pérdida de pelo se debe a un gen recesivo y no a uno dominante.
Khao manee, mau egipcio… otras razas exóticas
Tienen un pelaje blanco, ajustado a su cuerpo y muy suave. Su rareza va en los ojos. El khao manee es considerado uno de los gatos más exóticos a tenor de su heterocromía, que combina un ojo azul, regularmente, con uno ámbar. En Tailandia son considerados de buena suerte, muy amables y tiernos para ser criados en familia.
La fama de los gatos egipcios va bien ganada por su posición en la corte del faraón. Eran adorados en el antiguo Egipto pues se les tenía como protectores y encarnaciones de dioses. El mau egipcio está entre los más exóticos por el color de su pelaje: gris moteado con manchas negras redondeadas. La raza se creó en América pero los ejemplares iniciales fueron llevados desde el propio Egipto. De carácter muy inteligente e independiente, es muy posesivo con su espacio, sus juguetes y sus amos.
El selkirk rex destaca por su peculiar pelaje desordenado, fruto de una mutación en su manto, existen dos variedades, pelo corto y largo.
Otras razas también muy exóticas
Lykoi traduce “lobo” en griego. Es el parecido que han visto los investigadores en esta raza, considerada entre los gatos más exóticos. De pelaje corto, generalmente gris pardo y oscuro, presentan peladuras normales en algunas partes del cuerpo. Aunque a primera vista den la impresión de ser gatos salvajes, quienes los han adoptado han visto en ellos ejemplares muy sociables, cariñosos y familiares.
El gato sokoke es otro ejemplar muy exótico. Oriundo de Kenia, tiene una característica muy peculiar. Su pelaje imita las formas de la corteza de los árboles. Habiendo sido llevado a Europa, demostró adaptarse muy bien al frío. No es un gato de adopción común.
Y tú… Si tuvieses un gato exótico, ¿cuál adoptarías?
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