Lithobates capito, una rana tan fuerte como robusta

Lithobates capito, rana capito


Lithobates capito es una especie de anfibio de la familia Ranidae, endémica del este de los Estados Unidos de Norteamérica, con una amplia distribución geográfica. Aun así, actualmente se considera que se encuentra en peligro de extinción por la creciente pérdida de su hábitat.

A juicios de ciertos autores se clasifica en el género Rana, en consecuencia, la especie aparece también en textos como Rana capito.

Características físicas de la Rana capito

Es de aspecto robusto, con un tamaño promedio de 100 mm de longitud. La cabeza es de forma cónica y relativamente pequeña en relación a su cuerpo. Cuenta con grandes ojos de iris marrón rojizo; la coloración de la piel es verde claro con manchas verde oscuro de tono oliváceo y, en algunos casos, estas manchas pueden variar entre marrón y negro, en gran similitud con un atuendo militar. Por debajo son blancos, con pequeñas marcas de tono oscuro. Las extremidades traseras son grandes y fuertes, así como sus extremidades delanteras que también tienen un aspecto robusto.

Existe el dimorfismo sexual en Lithobates capito, siendo la hembra de la especie notoriamente más grande que el macho.

Distribución geográfica y hábitat

Distribución geográfica de la rana Lithobates capito

La Rana capito está distribuida geográficamente hacia el este de los Estados Unidos de Norteamérica, específicamente en las llanuras que van desde el estado de Florida hasta el centro de Carolina del norte. Existen algunas poblaciones menores que se ubican en los estados de Tennessee, Georgia y Alabama.

Su hábitat nativo está conformado por territorios con bosques de pino de hoja larga, preferiblemente de dosel muy abierto, suelos muy arenosos y matorrales asociados a estos bosques. En ellos la Lithobates capito se refugia en madrigueras construidas por otros habitantes de la zona como por ejemplo pequeños roedores. También puede refugiarse debajo de las ramas y conchas caídas de los pinos de hoja larga, así como debajo de troncos.

Alimentación de Lithobates capito

Sus hábitos alimenticios son omnívoros, además son más activas durante la noche, lo que indica que aprovecha la oscuridad de la noche para cazar y comer casi cualquier cosa que entre en su cavidad bucal.

La dieta de Lithobates capito está compuesta mayormente por invertebrados de todo tipo, con mayor preferencia por coleópteros, arácnidos, himenópteros, lepidópteros, entre otros. Se ha citado que también puede alimentarse de otros anfibios, así como a pequeños roedores que atrapa dentro de sus madrigueras.

Reproducción de Lithobates capito

Su temporada reproductiva está marcada por el inicio del otoño, pero puede ocurrir que, durante el verano, se oigan a los machos haciendo llamadas asociadas al apareamiento. Durante este tiempo, puede ocurrir un fenómeno migratorio dado a que los machos se desplazan en grandes cantidades hacia los espacios que usan durante años para aparearse y criar, llegando al mismo con mucha anterioridad que las hembras.

El área de apareamiento está conformada por charcas estacionales que se forman con las lluvias. En ellas se mantiene una temperatura óptima para albergar las puestas de huevos de estos anfibios. La vegetación emergente es importante en estas masas de agua porque brindan protección a los huevos y renacuajos de los potenciales predadores.

Las puestas son de aproximadamente 1,700 huevos en promedio, adheridos entre sí en forma de racimo. Estos son depositados en los tallos de la vegetación emergente de las charcas de reproducción. Tanto la hembra como el macho hacen el cuidado parental de su territorio de cría durante algunos días. Durante ese tiempo no se alejan de la puesta en un radio mayor de 10 m. Las temperaturas frías pueden incidir en el crecimiento y desarrollo de las larvas, haciéndolo más lento. El estado larvario de esta especie puede llegar a extenderse por unos seis meses.

Estado actual de las poblaciones

La especie Lithobates capito se evalúa como “casi amenazada”, debido a la merma de su población consecuencia de la pérdida de hábitat: plantaciones, deforestación, construcciones, actividades agropecuarias…, son factores que contribuyen negativamente a su conservación.

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