Índice de este artículo
- 1 Quimioterapia de las enfermedades microbianas
- 2 Quimioterapia de enfermedades fúngicas
- 3 Antiparasitarios para animales
- 4 Fármacos utilizados en medicina veterinaria para control del celo y abortos
- 5 Fármacos utilizados en el restablecimiento de líquidos o electrolitos
- 6 Medicamentos diuréticos
- 7 Corticosteroides suprarrenales sintéticos
- 8 Fármacos para el sistema cardiovascular
- 9 Fármacos gastrointestinales
Quimioterapia de las enfermedades microbianas
Antibióticos
Los antibióticos se elabora con diversos organismos como plantas, hongos y bacterias. Son capaces de inhibir el crecimiento de microorganismos (bacteriostáticos) o incluso matarlos (bactericidas). En medicina veterinaria la elección del antibiótico adecuado va a depender del tipo de microorganismo que se encuentre en el animal.
Normalmente los veterinarios suministran un antibiótico genérico que puede, en principio, con todas las bacterias, pero si falla se procede a crecer un cultivo de bacterias procedentes del animal infectado en contacto con discos impregnados por diferentes antibióticos, en aquellos que haya un circulo sin bacterias (halo de inhibición), serán los susceptibles de usarse y se elige el que tenga un halo de inhibición mayor (antibiograma).
– Sulfonamidas: son bacteriostáticos y abarcan alta gama de microorganismos. Se suministran de forma oral, intravenosa o tópica y se puede combinar con otros medicamentos como neomicina. Es muy utilizado para intestino, vías respiratorias y urinarias y para la coccidiosis.
– Beta lactámicos:
– Penicilina: sobre todo contra bacterias bacterias Gram positivas, son muy utilizados para todas las infecciones.
– Cefalosporina: se han ido desarrollando nuevas cepas en laboratorio que pueden luchar contra gran cantidad de infecciones. Según lo fuertes que sean se agrupan en generaciones y las más utilizadas son las de primera y segunda generación. Se utilizan en infecciones urinarias y tejidos blandos de animales, además son los más empleados durante las cirugías.
– Amino glucósidos: se componen de gentamicina, neomicina, amikamicina y estreotomicina. Luchan frente a bacterias Gram negativas y la leptospirosis. No se absorban vía intestino por lo que tienen que administrarse de forma parenteral en el animal.
– Tetraciclinas: abarcan gran cantidad de microorganismos por lo que son muy usadas por ejemplo contra la Ehrlichiosis canina y la Hemobartonella felis. También para la psitacosis de las aves. Se administran oralmente o por vía intravenosa.
– Cloranfenicol: también antibiótico de amplio espectro pero pueden provocar anemia.
– Macrolidos y lincosamidas: eritromicina (para enfermedades cerebrales), tilosina (diarreas crónicas o leptospira), lincomicina o clindamicina (infecciones sistémicas y osteomielitis).
– Quinolonas y fluoroquinolonas: muy generales y se administran de diferentes maneras. Según muchos experotos pueden dañar el riñón del animal.
Quimioterapia de enfermedades fúngicas
Este tipo de fármacos se denominan antimicóticos y en medicina veterinaria se utilizan para luchar contra hongos que puedan afectar a las personas o a los animales. Se administran de forma muy diferentes como por vía oral o tópica, cutánea y suelen ser eliminados por vía hepática. Algunos ejemplos son la anfotericina B, griseofulvina, miconazol, fluconazol, etc.
Antiparasitarios para animales
Ya han sido mencionados en el tema de desparasitación de forma más específica. Los más comunes son:
– Antinematódicos: usados para luchar con nematodos y los principos activos más comunes son: ivermectinas, pirantel, febantel, flubendazol, fenbendazol, mebendazol, tiabendazol o piperacina.
– Anticestodicos: pirantel y praziquantel.
– Antiprotozoarios: solfunamidas principalmente.
– Ectoparasiticidas o acaricidas: amitraz.
Fármacos utilizados en medicina veterinaria para control del celo y abortos
– Control del celo
– Medroxiprogesterona: son unos productos inyectables o en pastillas que inhiben el celo aunque tiene bastantes efectos secundarios, como infecciones de útero.
– Poligestrona: se administra en forma de inyección para inhibir el celo, son un poco más seguro que los anteriores.
En la práctica veterinaria ninguno de estos medicamentos es demasiado recomendable, la alternativa de elección es la esterilización de la mascota.
– Abortivos
– Aglepistrone: es el considerado más seguro, aunque el preparado de fabricación industrial es el más caro y provoca que no se sintetice la progesterona.
Fármacos utilizados en el restablecimiento de líquidos o electrolitos
De manera natural los líquidos entran en el cuerpo de los animales a través de la ingesta, la bebida o por vía metabólica (muy insignificante). Se pierden por el sudor, la respiración, la orina, problemas gastrointestinales o hemorragias.
Los líquidos utilizados en medicina veterinaria para la fluidoterapia son:
– Cristaloides: suero salino, glucosa, etc.
– Coloides: expansión de plasma sanguíneo. Dextrano, hemohes o hipertónico.
Se introducen por diferentes vías en función de qué patología haya provocado la deshidratación:
– Oral: solamente es útil cuando no hay problemas gastroinstestinales como vómitos, obstrucción o en caso de máxima urgencia.
– Subcutánea: se administra junto con la vía oral o la intravenosa.
– Intraperitoneal: en situaciones de trastornos renales.
– Intraósea: indicado en cachorros o aves pero es dolorosa.
– Intravenosa: suele ser el último recurso empleado por los veterinarios, especialmente en casos de urgencias que requiera una hidratación rápida en el animal enfermo.
Medicamentos diuréticos
Provocan un aumento de la cantidad de orina producida en los riñones, modificando la composición del líquido y no el funcionamiento del riñón:
– Diuréticos osmóticos: elimina el líquido sobrante en células corporales con manitol en caso de edema cerebral por ejemplo.
– Diuréticos del asa de Henle: se usan en caso de edemas mediante furosemida o torasemida.
– Diuréticos ahorradores de potasio: en caso de insuficiencia cardíaca con espironolactona.
Corticosteroides suprarrenales sintéticos
Análogos de las hormonas fabricadas en las cápsulas suprarrenales que actúan en el corazón, cerebro, sangre, etc. Prednisona, prednisolona, metilprednisona, betasona o dexametasona.
Fármacos para el sistema cardiovascular
– Anticoagulantes: impide el espese de la sangre y que pueda formar trombos. El fármaco más usado en medicina veterinaria es la heparina, que en función del efecto deseado se administra a diferentes dosis.
– Hematinicos: forman o promueven la síntesis de hemoglobina y de glóbulos rojos.
– Acido fólico y viamina B12: protegen las células precursoras de glóbulos rojos.
– Hierro: imprescindible para la formación de hemoglobina.
– Eritropoyetina recombinante: es una hormona artificial que estimula la diferenciación de glóbulos rojos de la médula ósea. Se administra en casos de fuerte anemia o cuando esta hormona no se produce de forma normal como en insuficiencia renal.
– Cardiología
– Digitálicos: digoxina, aumenta la fuerza de contracción del corazón.
– IECAs: captopril, enalapril y lisinopil, se utiliza para insuficiencias cardíacas, insuficiencia renal crónica o cualquier patología que cause hipertensión, ya que vasodilata los vasos arteriales. Son orales.
– Inodilatadores: pimobendan, producen vasodilatación y aumentan la contracción.
– Catecolaminas: se administra por suero e intravenosa, la más importante es la dopamina, ya que se incrementa la contractibilidad, aumenta la tensión (contra hipotensión).
– Adrenalina: se emplea para reactivar el corazón en parada cardíaca.
– Contra la arritmia: lidocaina, procainamida, propanolol, atenolol y dilteazem.
Fármacos gastrointestinales
Cimetidina: es un bloqueante anti H2 que combate contra las úlceras, tanto a nivel del estómago como del duodeno, y la esofagitis por la capacidad inhibitoria contra los jugos gástricos.
Ranitidina: casi sin efectos secundarios o muy raros. Puede producir dolor si se aplica intramuscularmente en el animal.
Omeprazol: utilizado para el tratamiento del reflujo gastroesofágico.
En todos los casos cobra especial importante el veterinario de elección, en la medida que es el profesional indicado para la administración de fármacos y bajo ningún pretexto se debe automedicar a los animales.
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