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Vacunas para mascotas, protocolo y tipos

Vacunas para mascotas o animales de compañía
Vacunas mascotas

Tras el nacimiento de un bebé mascota, su organismo suele estar protegido frente a determinadas patologías, bien víricas o bien bacterianas, si la madre ha sido correctamente inmunizada, trasmite a la descendencia ciertas defensas que ayudan a un correcto desarrollo de su prole. Ahora bien, este proceso no dura indefinidamente, por lo que es necesario el suministro de vacunas que actúen para reforzar el sistema inmunitario de nuestras mascotas. Las vacunas para mascotas contienen una pequeña cantidad del virus o bacteria, de tal manera que una vez se apliquen en el animal, su organismo aprenderá a reconocer y luchar frente a la enfermedad. Es importante llevar un control mediante un cuadro de vacunación que nos podrá facilitar el veterinario de elección, sin duda es la mejor opción como medida preventiva y en beneficio para la salud del animal.

Las mascotas en las que más se practica un determinado protocolo de vacunación son los perros y gatos, también, aunque en menor media, los hurones, conejos, otros pequeños mamíferos, y determinadas aves de jaulas.

Tipos de vacunas para mascotas

Las vacunas para mascotas son fármacos para la prevención de muchas enfermedades, pueden ser monovalentes o polivalentes en función de los patógenos frente a los que proteja y pueden dividirse en:

Vacunas convencionales

El objetivo de estas vacunas para mascotas es vehiculizar un patógeno dentro de un líquido en suspensión, con productos preservantes como antimicrobianos, el componente activo y la sustancia adyuvante que sobre estimula las defensas.

– Vivas atenuadas: En este caso, se introducen patógenos activos (vivos), pero cuya virulencia ha sido atenuada, aunque puede llegar a revertirse y a volverse virulento en condiciones adecuadas. Para evitarlo, debe conservarse en cadena de frío. Es una vacuna fuerte y duradera que provoca una respuesta inmune tanto humoral como celular y con una sola dosis suele bastar para garantizar la inmunidad.

– Muertas o inactivadas: Están formadas por agentes patógenos muertos o inactivados térmica o químicamente, son vanucas menos reactógenas que las anteriores. Al estar ya muertas o inactivadas, su estabilidad y seguridad están garantizadas, pero inducen una respuesta solo de tipo humoral y por lo tanto más lenta mediante la producción de anticuerpos. Se necesitan más dosis para conseguir la inmunidad.

Estas vacunas pueden provocar en la mascota reacciones alérgicas, fiebres, inmunosupresión, granulomas o incluso algunos tipos de tumores si no se administran correctamente o por el uso de los adyuvantes.

Los adyuvantes más utilizados son las sales de aluminio, que causan un ligero granuloma que favorece la llegada de sustancias de defensas mediante la atracción de células presentadoras de antígenos.

Vacunas de nueva generación o de DNA

Existen también vacunas para mascotas de nueva generación, veamos sus principales características:

– Toxoides: Se introduce en el cuerpo la toxina que produce la enfermedad, como en el caso de tétanos.

– Subunitarias: Se introduce una parte del patógeno para activar una respuesta inmune.

  • Conjugadas: Se reconocen azucares presentes en la superficie de la bacteria con ciertas proteínas que las identifican como antígenos.
  • Vector recombinante: Se combina el cuerpo de un organismo con el ADN de otro distinto, permitiendo de esa manera crear inmunidad ante ciertos patógenos que son difíciles de tratar.
  • Vacuna de ADN: Se introduce DNA de bacterias y virus dentro de células de animales para que el sistema inmune reconozca el ADN patógeno y lo elimine, se crea inmunidad adquirida. De momento es una vacuna de tipo experimental.

Sueros

Los sueros son preparados biológicos que contienen los anticuerpos necesarios para luchar frente a una determinada enfermedad. Es una práctica de inmunidad adquirida de forma pasiva, ayuda al cuerpo a luchar con la enfermedad en cuestión, estimulando el sistema inmune natural del animal.

Protocolo de vacunación en mascotas

Ante toda vacunación en mascotas, el veterinario verifica que el animal está 100% sano, ya que podría no producirse la inmunización o causar problemas secundarios; además hay que tener en cuenta que no se inmuniza de por vida. Es importante que la mascota esté desparasitada correctamente para asegurarse unas defensas plenamente operativas.

En cachorros, el veterinario crea un programa de primovacunación que consiste en un primer contacto con las enfermedades más comunes o agresivas en la mascota, se administran varias dosis en poco tiempo con distancias prudenciales entre ellas; posteriormente, cada vacunación lleva su propio recordatorio, es decir, se revacunará cada cierto periodo de tiempo. También se aplica el protocolo correspondiente a la zona endémica y el programa de elección que establezca la propia clínica.

En los primeros días de vida es muy importante que el animal ingiera la primera leche o calostro. Esta sustancia es altamente nutritiva, proporciona al feto la mayoría de los anticuerpos maternales (una pequeña parte pasan mediante la placenta) y facilita la correcta protección en las primeras fases de vida, se absorben durante las 48-72 primeras horas de vida de la mascota.

El problema de la primovacunación es que estas defensas no solo intervienen contra los patógenos, sino también contra las primeras vacunas para mascotas, neutralizándolas; por esa razón es necesario repetirlas varias veces con periodos de espera de entre 2 y 3 días durante las 6-8 primeras semanas de vida, de esa manera se asegurarse que el animal queda correctamente inmunizado.

Es importante en un cachorro que sus defensas permanezcan altas, para ello los veterinarios siguen una serie de recomendaciones:

– No se debe sacar a pasear al animal hasta que no esté correctamente vacunado.

– No se debe bañar al animal.

– No se recomienda el contacto con otros compañeros.

– Son muy vulnerables, por lo que deben controlarse todos los factores externos.

Hay que tener en cuenta que las últimas tendencias en vacunación permiten que, en muchos casos, la renovación de las vacunas para mascotas pueda posponerse hasta 3 años, sin embargo, es recomendable una revisión anual por parte del veterinario de elección para asegurarse de que todo va bien, al mismo tiempo que pueda valorar el tiempo de espera necesario o, en su defecto, revacunar al animal doméstico, en definitiva, se debe seguir el programa establecido por el veterinario de confianza.

Fallo vacunar

El fallo vacunar se produce si en en la mascota está presente algunos de los siguientes problemas:

– Falta de respuesta inmune protectora al antígeno vacunar.

– Exposición a una nueva variante o cepa del patógeno.

– Respuesta inmune débil.

– Respuesta inmune excesiva (alergia).

– Manejo incorrecto de la vacuna, administración inadecuada.

– La enfermedad ya estaba presente antes de vacunar.

– Hipotermia, inmunosupresión o fiebre en el momento de la vacunación.

– Presencia de anticuerpos paternales.

– Inducción de la enfermedad por el suministro de la vacuna.

Enfermedades frente a las que se vacuna

En el mercado existen bastantes vacunas para mascotas, en el gráfico adjunto destacamos las principales enfermedades frente a las que se establecen programas de vacunación. La ciencia avanza positivamente en el estudio de fármacos y suelen salir al mercado nuevos preparados específicos para determinadas enfermedades.

 Perros Gatos Hurones Conejos
Parvovirosis
Moquillo canino
Leptospirosis
Coronavirosis
Hepatitis vírica canina
Tos de las perreras
Rabia
Panleucopenia felina
Rinotraqueitis
Calcivirosis
Inmunodeficiencia felina
Leucemia felina
Peritonitis infecciosa felina
Clamidiosis felina
Bordetelosis felina
Rabia
Moquillo
Rabia
Mixomatosis
Enfermedad hemorrágica vírica
Enfermedades respiratorias por Pasteurellas y Bordetellas
Enterotoxemia

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