Índice de este artículo
Las enfermedades transmisibles representan una problemática creciente que involucra tanto al hombre como a los animales. Debido a su comportamiento, entre las de mayor interés a escala mundial se encuentran las zoonosis.
Son muchos los factores que intervienen en el surgimiento y permanencia de este tipo de enfermedades. Comprenderemos su mecanismo citando algunos ejemplos de zoonosis de importancia en la clínica veterinaria.
Conceptos
La Organización Mundial de la Salud se refiere a las zoonosis como el grupo de enfermedades que los animales transmiten al hombre de forma natural.
Diversas fuentes incluyen también la transmisión inversa (del hombre a los animales), reconocida por algunos autores como antropozoonosis.
Esta transmisión ocurre bajo determinadas condiciones tanto ambientales como del huésped (hombre y animales), y puede realizarse por exposición directa (contagio) o indirecta.
El agente causal o etiológico puede ser una bacteria, un parásito, así como virus y diversos hongos.
En muchos casos, el animal que transmite dicho agente no necesariamente enferma a causa de este, lo que lo transforma en un silencioso portador.
Al mismo tiempo, los individuos afectados con o sin signos de enfermedad, pueden diseminar el agente contribuyendo a su permanencia como verdaderos reservorios.
Por lo tanto, la existencia de portadores y reservorios representa una situación compleja para el manejo o erradicación de las enfermedades zoonóticas.
Surgimiento y expansión de las zoonosis
Existe una larga lista de factores que pueden reconocerse como determinantes en el surgimiento, permanencia y expansión de las zoonosis a nivel mundial.
Estos factores están relacionados con el medio ambiente, en un vínculo estrecho con la conducta del hombre y el uso que este hace de sus ecosistemas.
Entre los más relevantes podemos citar: el cambio climático, la deforestación de paisajes, etc., que provocan sequías e inundaciones favorables para la emergencia y difusión de agentes zoonóticos y posibles vectores involucrados; la sobrepoblación humana (debido a migraciones o por ausencia de controles demográficos), condición propicia para la persistencia de las enfermedades transmisibles; globalización de diversas actividades como turismo, comercio de alimentos, animales o subproductos, y diferentes prácticas inapropiadas como el uso desmedido de antibióticos y la consecuente resistencia microbiana.
Clasificación de las zoonosis y ejemplos de la clínica veterinaria
Una forma útil de clasificar las zoonosis es teniendo en cuenta su mecanismo o vía de entrada al huésped susceptible.
Considerando las de mayor importancia en la clínica de animales de compañía, encontramos:
Zoonosis transmitidas por contacto con las heces: parásitos como ascáridos, tenias, Giardia sp., Toxoplasma gondii, y bacterias como Campylobacter jejuni y diversas especies de Salmonella.
Zoonosis transmitidas por mordeduras: rabia, tétanos (Clostridium tetani).
Zoonosis respiratorias: psitacosis, transmitida por loros y otros psitácidos (aves de pico curvo característico).
Zoonosis cutáneas: dermatofitosis (hongos) y ectoparásitos como pulgas y ácaros.
Otras zoonosis de importancia epidemiológica: leptospirosis (Leptospira sp.) transmitida a través de la orina recién emitida de animales infectados; ehrlichiosis (Ehrlichia canis) y leishmaniasis (Leishmania donovani), transmitidas por vía indirecta a través de garrapatas y mosquitos respectivamente.
Manejo y prevención de zoonosis desde el consultorio veterinario
Existen diferentes medidas de manejo que pueden implementarse en la clínica diaria de los animales de compañía, siendo el veterinario el principal responsable para su cumplimiento.
La convivencia o vínculo estrecho entre el hombre y el animal doméstico aumenta considerablemente el riesgo de transmisión de la enfermedad. Sin embargo, para que esto suceda es importante considerar el estado inmunitario de cada uno y las condiciones ambientales en las que viven.
Tanto los animales como las personas están expuestos a situaciones o padecimientos que pueden alterar o suprimir su sistema inmunitario. Esa condición los convierte en individuos susceptibles y las medidas sanitarias y de manejo deberán extremarse.
Entre las medidas generales de prevención y manejo, se encuentran:
Proveer alimento de calidad y en lo posible balanceado comercial, de manera que cubra sus requerimientos y evite la transmisión de enfermedades por cocción insuficiente; utilizar productos lácteos pasteurizados y agua de bebida potable y segura, recambiando y limpiando los bebederos o comederos con frecuencia; el contacto entre niños y animales debe permitirse de forma restringida, efectuando una higiene de manos luego de su manipulación; por último, concientizar al propietario sobre la importancia del cumplimiento de los planes de vacunas, considerados de elección para el manejo de muchas enfermedades zoonóticas.
Control global de las enfermedades zoonóticas
Como mencionamos inicialmente, las enfermedades transmisibles y particularmente las zoonóticas, representan una problemática a escala mundial.
Su comportamiento epidemiológico y la importancia de su prevención, dieron origen a diferentes organismos nacionales e internacionales que surgieron con la intención de concientizar y unificar estrategias de control.
La Salud Pública Veterinaria es la rama de la medicina veterinaria que utiliza su conocimiento y recursos en pos de la salud y bienestar del ser humano. Por lo tanto, tiene un rol protagónico en el cumplimiento y difusión de las diferentes estrategias implementadas para el control de las zoonosis.
Para abordar la problemática, los diferentes organismos recomiendan y/o exigen: la creación de programas de educación para la salud en escuelas y otros organismos públicos (centros de salud, municipios, institutos de zoonosis); programas de vigilancia epidemiológica nacionales e internacionales para la contención de brotes y enfermedades emergentes; medidas sanitarias aplicables a la producción y comercialización internacional de animales y sus diferentes subproductos (Código Terrestre de la Organización Mundial de Sanidad Animal – OIE), y la declaración o denuncia obligatoria de enfermedades transmisibles ante los organismos correspondientes, entre otras medidas.
Conclusiones
Puede comprenderse entonces, la importancia que este intercambio de información tiene entre los diferentes organismos de referencia para la salud humana y animal.
Con el correr de los años, y debido a esta concientización y compromiso conjunto, surgió el concepto de “una sola o única salud”. Este término relativamente reciente, considera a la salud de humanos y animales como elementos interdependientes e influenciados por el ambiente o ecosistema en el cual coexisten.
Este valioso concepto propone así un accionar de tipo multidisciplinario, en el que los diferentes profesionales en comunicación permanente con la sociedad se comprometen y trabajan juntos en pos de un mundo más saludable.
Deja una respuesta