Diferencias entre organismos productores y descomponedores

Resumen, diferencias entre organismos productores y descomponedores

En las redes tróficas cada ser viviente cumple con una serie funciones importantes, las cuales repercuten o son necesarias para que funcionen de manera adecuada todos los niveles de la cadena alimenticia y algunos ciclos biológicos. Establecer las diferencias entre organismos productores y descomponedores es de gran utilidad para indicar las funciones que realizan estos seres vivos en la naturaleza.

Ser un organismo productor o descomponedor, implica tener la responsabilidad de crear alimentos para todos los niveles tróficos y, a su vez, descomponer cada macromolécula orgánica para que pueda ser reutilizada y comenzar los ciclos nuevamente. En este texto encontraras de manera detallada las diferencias y funciones de los organismos productores y descomponedores.

¿Qué son los organismos productores y descomponedores?

Organismos productores: son aquellos seres vivos con capacidad para captar la energía lumínica proveniente del sol y fijar compuestos inorgánicos (CO2), con la finalidad de sintetizar moléculas orgánicas más complejas. Estos organismos también lleva por nombre autótrofos, haciendo referencia a que puede fabricar su propio alimento, su rol es proporcionar energía alimenticia tanto directa como indirectamente al resto de la cadena trófica.

Organismos descomponedores: se conoce con este nombre a los organismos heterótrofos que obtienen su energía mediante la degradación de la materia orgánica muerta, tanto de animales como plantas. Con esta acción las moléculas orgánicas se descomponen a elementos más sencillos (compuestos inorgánicos), los cuales pueden ser reutilizados por los organismos productores.

Diferencias entre organismos productores y descomponedores en la obtención de energía

Una de las principales deferencias entre organismos productores y descomponedores es la fuente de donde obtienen la energía. Tanto los productores como los descomponedores, al ser seres vivos, necesitan energía para realizar sus funciones vitales, y la forma de obtenerla es realmente diferente.

En los seres productores la obtención de energía no se limita a la degradación de moléculas orgánicas, sino más bien tienen la increíble capacidad de capturar la energía lumínica del sol, así como también de los procesos de oxidación de compuestos inorgánicos. Por esta razón, existen dos tipos de seres productores llamados organismos autótrofos y quimioautótrofos.

Los organismos descomponedores obtienen energía cuando degradan las moléculas orgánicas de los cuerpos de los que se alimentan. A medida que van rompiendo los enlaces químicos durante la respiración celular, estas liberan cierta cantidad de energía química, la cual es utilizada para realizar las demás funciones vitales que los individuos necesitan

Diferencias entre organismos productores y descomponedores en las funciones metabólicas

En el ecosistema, los seres productores y descomponedores realizan dos funciones importantes, de las cuales depende que se realice de manera correcta tanto las redes tróficas como los ciclos biogeoquímicos. Por lo tanto, las diferencias entre organismos productores y descomponedores se basan en las funciones anabólicas y catabólicas.

Funciones anabólicas: es realizada por los organismos productores o autótrofos, mediante esta función son capaces de fabricar o sintetizar moléculas orgánicas complejas (carbohidratos, aminoácidos, azucares, etc.). Los procesos anabólicos que realizan los organismos autótrofos, ocurren mediante la acción de la fotosíntesis o quimiosíntesis.

Funciones catabólicas: Es una acción realizada por los organismos descomponedores, los cuales degradan las moléculas orgánicas complejas en moléculas más pequeñas llamadas compuestos inorgánicos. La función catabólica, desarrollada por los descomponedores, devuelven a la naturaleza todos los componentes y minerales necesarios que necesitan los autótrofos para que el ciclo de la vida vuelva a comenzar.

Obtención del alimento

En las diferencias entre organismos productores y descomponedores, una de las más citadas, es la manera como estos seres vivos obtienen su alimento. Ambos tipo de organismos tienen una peculiar forma de alimentarse y no son precisamente de la captura de otros individuos vivos.

Para los organismos productores la alimentación no resulta un problema, ya que no necesitan cazar ni capturar a ninguna presa para cumplir esta función vital. Estos seres simplemente son capaces de fabricar su propio alimento a través de la fotosíntesis, utilizando luz solar y compuestos inorgánicos. De esta manera ganan masa corporal y obtienen moléculas orgánicas indispensables para su nutrición y desarrollo.

Los organismos descomponedores, al ser heterótrofo, sí necesitan una fuente alimenticia más convencional, es decir, necesitan alimentarse de otros organismos. Pero estos se diferencian de otros heterótrofos, ya que no necesitan comerse a un individuo vivo, por el contrario se alimenta de seres que han muerto, tanto animales como vegetales o de sus detritos.

​¿Cuáles son los organismos productores y descomponedores? Ejemplos

Otra de las diferencias entre organismos productores y descomponedores, es la clasificación taxonómica a la que pertenecen estos seres vivos.

En los autótrofos encontramos representación de varios reinos tales como el Plantae, Chromista y Bacteria. Como ya se ha explicado, este grupo se caracteriza por sintetizar moléculas orgánicas a partir de compuestos más simples. Dependiendo de su fuente de energía podemos encontrar dos grupos importantes que son:

Organismos fotosintéticos: utilizan como fuente de energía la luz solar, contienen en su estructura organelos especializados llamados cloroplastos. Los cloroplastos tienen en su interior la clorofila, un pigmento necesario para la transformación de la energía lumínica en química.

Organismos quimiosintéticos: representados por organismos del grupo de las bacterias, cuya fuente de energía la obtienen de la oxidación de los compuestos inorgánicos.

Los organismos descomponedores están representados por los reinos fungi, por el reino de las bacterias y el reino animalia. De manera específica encontramos en esta categoría a los hongos, algunas bacterias e insectos y sus larvas. Dependiendo de la alimentación que tengan los descomponedores se clasifican de la siguiente manera:

Detritívoros: se conocen con este nombre a los organismos cuya base alimenticia es el detrito, es decir, materia orgánica en descomposición. Esta materia orgánica proviene principalmente de materia vegetal como hojas y flores muertas, de igual manera incluye detrito de origen animal. También se conocen con el nombre de saprófagos, incluyen a lombrices, muchos tipos de bacterias, insectos como escarabajos y miriápodos.

Coprófagos: los descomponedores coprófagos hace referencia a los organismos cuya alimentación se realiza a base de las heces o desechos de otros organismos superiores. Una gran parte de organismos coprófagos son insectos, aunque también existen otras especies animales tanto vertebrados como invertebrados.

Necrófagos: la necrofagia hace alusión a todos aquellos seres vivos que consiguen su alimento de cadáveres, es decir, del cuerpo de individuos que han muerto. En este orden se identifican varias especies de insectos y sus larvas, también animales carroñeros influyen en la descomposición, entre ellos las hienas y los buitres.

​Referencias

  • Álvarez S. (2005). La descomposición de materia orgánica en humedales: la importancia del componente microbiano. Ecosistemas; 14(2): 17-29. https://www.redalyc.org/pdf/540/54014204.pdf
  • Crespo, G. (2013). Funciones de los organismos del suelo en el ecosistema de pastizal. Revista Cubana de Ciencia Agrícola; 47(4): 329-334.
  • Galante, E. & Marcos-García, A. (1997). Detritívoros, coprófagos y necrófagos. Bol. S.E.A.; 20: 57-64. http://sea-entomologia.org/PDF/BOLETIN_20/B20-003-057.pdf
  • Henao-Castro, A.; Comba González, N.; Alvarado, E.; Santamaría, J. (2015). Bacterias autótrofas y heterótrofas asociadas a nieve marina lodosa en arrecifes con escorrentía continental. Universitas Scientiarum; 20 (1): 9-16.