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En el mundo microscópico hay una gran variedad de organismos con diversas características, quienes tienen gran influencia en la naturaleza y en la vida de los seres vivos. Entre ellos se encuentran entes denominados virus y también organismos biológicos como las bacterias, con grandes diferencias que abarcan desde su clasificación taxonómica hasta el principio de considerar si los virus son entidades vivas o no; en nuestro artículo desarrollaremos las diferencias entre virus y bacterias, de manera que podamos identificar y nombrar correctamente las características de cada uno de ellos.
Diferencias entre virus y bacterias en su composición
La primera diferencias entre virus y bacterias es la composición estructural de su cuerpo, pero antes de comenzar a discutir las diferencias se debe hacer la aclaratoria que tanto virus y bacterias son entes muy diferentes, donde los primeros no son considerados por muchos investigadores como seres vivos, mientras las bacterias por su naturaleza o conformación celular se consideran seres vivos, con las conformaciones más simples pero bien organizadas.
Siguiendo con las diferencias de virus y bacterias en cuanto a la conformación biológica y bioquímica, encontramos que los virus son entidades con una conformación muy simple. En estos se pueden identificar varias estructuras, comenzando de adentro hacia afuera tenemos a los ácidos nucleicos o genomas, los cuales puede ser de solo un tipo de ellos lo que nos indica que los virus solo pueden poseer ADN o ARN, este material genético está cubierto por una estructura proteica que lleva por nombre cápside, esta cápside en algunos virus es la única barrera que separa al material genético del exterior, por lo que aquellos que tienen esta característica son llamados virus desnudos, mientras que otros además de la cápside presentan una envoltura formada por una bicapa de lipoproteínas que provienen de las células infectadas, se les denominan virus envueltos.
En contraste con lo anterior, encontramos que las bacterias son más complejas y poseen mayores estructuras que los virus, la célula bacteriana en su composición genómica utiliza ADN, pero también está presente el ARN indispensable para los procesos replicativos, por lo que ambos ácidos nucleicos se encuentran dentro de ellas. De igual manera las bacterias poseen varios orgánulos con funciones específicas y diversidad de enzimas para su metabolismo y supervivencia, las bacterias están rodeadas por membrana y pared celular, compuesta por peptidoglicanos confiriéndole así gran resistencia a factores ambientales.
Además de las características anteriores, las bacterias poseen otras estructuras externas de las cuales carecen los virus, algunas bacterias tienen la capacidad de moverse por cuenta propia esto gracias a los filamentos llamados flagelos, de igual manera puede adherirse a superficies inertes con ayuda de las fimbrias, además de realizar conjugación por medio de los pili.
Diferencias entre virus y bacterias con respecto a las formas y tamaños
Las diferencias entre virus y bacterias con respecto a la forma y tamaño es bien conocida, los virus se caracterizan por ser partículas muy pequeñas que pueden medir desde 20 nm (nanómetros) hasta aproximadamente 300 nm, por su parte las bacterias son de mayor tamaño siendo las más pequeñas de ellas del tamaño de los virus más grandes, mientras que las mayores pueden tener un diámetro de 2,0 μm y una longitud de hasta 14 μm.
Otra de las diferencias entre virus y bacterias que se pueden observar es en las formas que poseen, se debe hacer énfasis que la clasificación viral no se toma en cuenta la forma como tal de la estructura viral, sino más bien la disposición espacial de la nucleocápside por lo que se conoce como simetría viral. Con respecto a dicha simetría podemos encontrar virus con simetría helicoidal, icosaédrica, compleja y binaria. En cambio, las bacterias si son identificables debido a la formas que tienen, en este particular podemos observar bacterias con forma redondeadas o también llamadas cocos quienes pueden presentarse individualmente o agrupadas conformando grupos tales como diplococos, estreptococos y estafilococos, etc. Otras formas bacterianas son los bacilos, las espiroquetas, vibriones y espirilos.
Diferencias en cuanto la reproducción
Una de las más notables diferencias entre virus y bacterias es la manera en que se pueden reproducir, los virus al tener una composición simple carecen de estructuras y cuerpos especializados que se encargue de los procesos replicativos por sí solos. Para lograr dividirse los virus depende de seres vivos con composición celular, bien sea unicelulares como las mismas bacterias o pluricelulares como los animales, a los cuales invaden para utilizar su maquinaria interna, organelos y enzimas, necesarias para hacer miles de copias de sí mismo. Por estas acciones los virus se han ganado el nombre de parásitos intracelulares obligados.
A diferencia de ello, las bacterias, al ser un organismo unicelular, tienen toda la maquinaria, enzimas y organelos celulares para que los procesos replicativos se ejecuten por cuenta propia, las bacterias pueden reproducirse en diferentes ambientes y sobre objetos inanimados.
Diferencias en cuanto a los medicamentos
Es conocido que tanto virus y bacterias pueden provocar enfermedades, por lo que se han establecido mecanismos para poder defendernos. Los medicamentos que se utilizan para las bacterias no funcionan contra las entidades virales, lo mismo sucede de manera contraria. La forma común de tratar infecciones de tipo bacteriana es con antibióticos, que dependiendo del tipo de bacteria se escogerá el más adecuado.
En cuanto a los virus, los medicamentos que pudieran ser útiles se denominan antivirales, la cantidad de antivirales disponibles no son tan amplios como los antibióticos, por lo que muchos virus aún permanecen sin un medicamento que pueda surgir efecto, de hecho para sortear las infeccione virales, el cuerpo debe luchar por sí solo a través del sistema inmunológico.
Autores consultados
- Davis, B.; Dulbecco, R.; Ginsberg, H. (1985).
- Garcés, A.; Saravia, K. (2008).
- Lizarbe, M. (2009).
- Negroni, M.; González, M. (2017).
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