De qué se trata la dieta vegetariana. Tipos más representativos

 La dieta vegetariana se ha descrito con notables beneficios para la salud y para el bienestar personal. Existen diferentes variantes con sus correspondientes ventajas a tener en cuenta.

Para muchos la implementación de la dieta vegetariana puede ser causa de razones culturales, religiosas o de salud. Sin embargo, para otros es cuestión de época, o estar alineado con un estilo o moda. Antes de dar el paso a este tipo de alimentación es necesario consultarlo con un médico especialista, especialmente para llevar un control nutricional y evitar problemas relacionados con carencias nutricionales en el organismo.

Tipos de dieta vegetariana

Existen diferentes tipos de dietas vegetarianas. Te presentamos las 4 más conocidas.

Huevos, lácteos y vegetarianos

La dieta que tiene como base alimentos lácteos, huevo y vegetales. Se caracteriza por estar muy presente entre los defensores de los derechos de los animales.

Este estilo alimentario incluye todos los productos de origen vegetal, productos lácteos y huevos. Es una dieta sana y sabrosa.

Podemos señalar que este tipo de vegetarianismo clásico es el más común hoy en día. No consumen ningún tipo de carne, ya sea pollo, mariscos o pescados. Sí incluye huevos y lácteos en el menú.

Como no consumen lácteos, el queso, el yogurt y el huevo están fuera de alimentos permitidos. La dieta es considerada la menos restrictiva dentro del vegetarianismo. Posee grandes fuentes de vitamina B12 y nutrientes. Se caracteriza también por incluir alimentos con calcio.

Lactovegetarianos

No consumen ninguna variedad de carne. A diferencia de los anteriores, los lactovegetarianos excluyen de su menú diario a los huevos, consumiendo solo productos lácteos y por supuesto alimentos de origen vegetal.

Los más estrictos en dieta vegetariana

Los vegetarianos son conocidos como los más “estrictos”. Ya que no incluyen en su lista de alimentos permitidos a la carne, huevos y ningún otro producto que contenga laticina.

Veganos

Esta variante excluye todos los alimentos de origen animal de su cotidiano. Incluso la miel está prohibida dentro de la dieta vegana. También eluden el uso de productos cuyo proceso de fabricación haya incluido materias primas de origen animal. De aquí que eviten el cuero y la lana.

Los veganos tampoco adquieren productos que han sido testeados en animales. Por ello su rechazo a algunos cosméticos.

Qué beneficios reportan los especialistas en dieta vegetariana

La dieta vegetariana y sus múltiples variantes se caracterizan por tener bajos niveles de calorías. Cuando se busca tener un peso saludable, se ha informado que la dieta vegetariana es una buena aliada.

La reducción calórica es debido a que la dieta incluye poco contenido de grasa en sus alimentos. Sobre todo hablamos de las grasas saturadas. Debido a esto, la dieta vegetariana también es considerada una buena opción para la prevención de enfermedades relacionadas con el sistema cardiovascular.

Es una dieta con gran contenido de fibras, ya que incluye muchos alimentos de frutas y verduras. Estos generan una pared protectora en nuestro intestino y favorecen al tracto intestinal.

Cuerpo saludable, peso ideal

El consumo de fibra genera en nuestro organismo una mayor saciedad. La fibra causa una sensación de no tener hambre con regularidad. Lo que provoca la ingesta de pequeñas cantidades de alimentos.

La dieta vegetariana es una gran aliada para la disminución de peso. Hablamos de peso saludable y no desde el punto de vista estético, ya que más allá de los cánones de lo estético en nuestros días, está cien por ciento comprobado que un cuerpo saludable tiene beneficios; por ejemplo, la reducción de los riesgos de enfermedades cardiovasculares, regula la presión arterial, así como disminuye los niveles elevados del colesterol “malo”.

Una constancia en la dieta vegetariana mejora el sueño e inclusive se ha hablado del aumento del promedio de años de vida.

No olvides que antes de iniciar una dieta vegetariana debes consultar a tu médico, es muy relevante para llevar un seguimiento sin exponer tu salud a cambios bruscos en el organismo.