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Los desórdenes hormonales aquejan cada vez a más personas en el mundo, y conlleva a la aparición de diversas enfermedades, como la que nos ocupa, la enfermedad de Cushing. Un descontrol hormonal en el ser humano puede provocar un aumento de peso en las personas, cambios en su estado de ánimo (depresión, estrés), provocar hipertensión y hasta pérdida de memoria.
Para estudiar este tipo de enfermedades, es necesario tener claro qué son las hormonas. Las hormonas son sustancias compuesta por proteínas o esteroides, producidas por células especializadas glandulares, glándulas endocrinas, ubicadas en distintas partes del cuerpo, o producidas por ciertos órganos. Son segregadas al torrente sanguíneo, para ser transportada hacia otras células u órganos que componen al ser humano, e influir en su funcionamiento metabólico.
La enfermedad de Cushing es un conjunto de anomalías en el ser humano, resultado de la producción excesiva de cortisol o de algunos corticoesteroides. Este síndrome expresa una serie de características clínicas por la alta exposición crónica a los glucocorticoides, y todo mayormente ocasionado por un adenoma en la hipófisis.
Introducción a las hormonas
El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales, al igual que otros glucocorticoides, los cuales regulan muchos procesos fisiológicos en los seres humanos, tales como aumento en la producción de glucosa, inhibición de la síntesis de ciertas proteínas, contribuyen en los trabajos de respuesta inmunitaria e inflamatoria. Estas hormonas ayudan en el mantenimiento de la presión sanguínea, también a sobrellevar situaciones estresantes.
A comienzos del siglo XX, en 1912, el neurocirujano Harvey Cushing describió la enfermedad, después de estudiar a un grupo de pacientes con determinadas características clínicas. En la mayoría de ellos, se evidenciaba anatómicamente la presencia de adenomas hipofisarios basófilos. Claro está, él solo describió una parte heterogénea del síndrome. Con el tiempo las causas y los síntomas de este síndrome aumentaron aún más a través de una mayor número de estudios clínicos.
La producción del cortisol por las glándulas suprarrenales, glándulas ubicada sobre cada riñón, se da a cabo por la estimulación de la hormona hipofisaria adrenocorticotropina (ACTH). A su vez, esta hormona es producida por la estimulación de otras dos hormonas de origen hipotalámico, la vasopresina (ADH) y la hormona liberadora de corticotropina (CRH). El cortisol ayuda a suprimir las concentraciones excesivas de ACTH y CRH. En una persona con condiciones normales (sin estrés), el cortisol es secretado con concentraciones altas a tempranas horas de la mañana y con bajas durante la noche.
La hormona hipofisaria adrenocorticotropina (ACTH), es una hormona producida por la hipófisis (llamada también glándula pituitaria, ubicada en el encéfalo y conectada al hipotálamo por el tallo hipofisario), se encarga de estimular a las glándulas suprarrenales para sintetizar otras hormonas como el cortisol y corticosteroides.
La vasopresina (ADH) es una hormona pituitaria, aunque es producida por el hipotálamo, parte del encéfalo encargado de regular la temperatura corporal y metabólica del cuerpo humano. Esta hormona es almacenada y secretada por la hipófisis. Permite mantener un equilibrio homeostático en la sangre de la concentración de glucosa, agua y sales.
La hormona liberadora de corticotropina (CRH) es también producida por la región del hipotálamo, pero liberada por la hipófisis. De hecho, esta hormona estimula a la hipófisis a que libere la hormona adrenocorticotropina, lo que conllevaría a que luego ambas hormonas estimulen el aumento de la producción de cortisol por las glándulas suprarrenales.
Causa de la enfermedad de Cushing
La causa de la enfermedad de Cushing ocurre por una alta exposición crónica al exceso de glucocorticoides. Los glucocorticoides son hormonas que regulan el metabolismo de los carbohidratos, ayuda a que se lleven a cabo los procesos de gluconeogénesis (formación del polisacárido glicógeno) y glucogenólisis (conversión de glicógeno a glucosa). El cortisol es un glucocorticoide.
Una alta concentración de cortisol produce la enfermedad de Cushing, que conlleva al desarrollo de una serie de manifestaciones clínicas en el paciente. De hecho, el término enfermedad o síndrome de Cushing se refiere a una patología ocasionada por un adenoma hipofisario corticotropo.
La causa de la enfermedad puede ser endógena o exógena. Entre las causas endógenas tenemos, la dependiente de la hormona hipofisaria adrenocorticotropina (ACTH), y la independiente de la hormona adrenocorticotropina (ACTH). Por causas exógenas, se encuentran los casos de administración médica excesiva de glucocorticoides.
Cuando es dependiente de la hormona adrenocorticotropina (endógena)
Una de las causas endógenas de sobreproducción de cortisol suele ser la ocasionada por un adenoma hipofisario productor de ACTH. Un adenoma es un tumor, el cual está ubicado en la hipófisis (glándula pituitaria). Este tumor genera una excesiva producción de la hormona adrenocorticotropina. El exceso estimula a las glándulas suprarrenales para que aumenten la producción anormal del cortisol.
Otro de los factores que genera el desarrollo de la enfermedad de Cushing es por Tumores productores de hormona adrenocorticotropina (ACTH). Ocasionado por tumores ubicados en pulmón, timo, páncreas y tiroides.
Cuando es independiente de la hormona adrenocorticotropina (endógena)
Adenoma suprarrenal: son tumores benignos (no cancerígenos) ubicados en las glándulas suprarrenales, que generan la enfermedad de Cushing por el aumento de cortisol, sin necesidad de un aumento de la hormona adrenocorticotropina.
Carcinoma suprarrenal: son tumores cancerígenos ubicados en la corteza de las glándulas suprarrenales, generan el mismo efecto que el adenoma suprarrenal.
Cuando es causado por una fuente externa (exógena)
La forma más frecuente de la enfermedad de Cushing es exógena, y se debe a pacientes que reciben dosis prolongadas de glucocorticoides. Mientras que por causas endógenas, el 70% de los casos como se ha mencionado es de origen hipofisario.
El uso indiscriminado de medicamentos antinflamatorios como la prednisona, pueden causar un aumento en la concentración de cortisol. El uso de medicamentos corticosteroides, orales o inyectados, es empleado para tratar afecciones inflamatorias y disminución del dolor. También son utilizados como antialérgicos para tratar el asma. Sin embargo, aunque este tipo de medicamentos son benéficos, suelen desarrollar la enfermedad de Cushing, si se toman en dosis altas.
Epidemiología de la enfermedad de Cushing en el mundo
Es considerada como un padecimiento poco común, que se presenta con una incidencia de 1 o 3 casos clínicos por cada 100.000 personas. Es muy raro el síndrome, ya que en Estado Unidos y Europa suelen haber aproximadamente 30 casos por cada millón de habitantes.
La afección ocasionada por un adenoma en la hipófisis productor de la hormona hipofisaria adrenocorticotropina (ACTH) suele afectar mayormente a mujeres, con excepción de ciertos casos de jóvenes varones en la pubertad. Mientras que cuando se da por secreción ectópica de ACTH, ocurre con mayor frecuencia en los varones. Pero de manera general, la causa más común de la enfermedad de Cushing es por el uso prolongado de dosis altas de medicamentos glucocorticoides, para la inmunodepresión o para el tratamiento de afecciones inflamatorias.
Síntomas de la enfermedad de Cushing
Existen un gran número de síntomas de la enfermedad de Cushing, entre las cuales tenemos:
Aumento de la grasa corporal: ganancia de peso, obesidad, cara redonda, etc.
En la piel: formación de hematomas, enrojecimiento de la piel, aparición de estrías, acné.
En los huesos: presencia de osteoporosis (fracturas de huesos).
En los músculos: debilidad y dolores en los músculos de piernas, brazos y glúteos, fatiga muscular, atrofia muscular.
Cardiovascular: hipertensión, edema.
Metabólico: como el caso de diabetes.
Sistema reproductivo: disminución de la libido en las mujeres.
Sistema nervioso: irritabilidad, depresión, estrés emocional excesivo, ansiedad, mala concentración y pérdida de memoria.
Muchos de estos síntomas suelen observarse en otras enfermedades o padecimientos clínicos. Es por ello, que es recomendable acudir a un médico profesional (endocrinólogo) que permita diagnosticar si se tiene o no el síndrome de Cushing.
Diagnóstico de la enfermedad de Cushing
Para poder confirmar la presencia de esta patología, se deben aplicar una serie de protocolos y exámenes esenciales al paciente. Lo primero es el estudio del historial clínico de la persona, esto permitiría determinar si el paciente ha estado consumiendo medicamentos con glucocorticoides exógenos, que por lo general es la principal causa.
Se realizan estudios para descubrir la presencia o ausencia de tumoraciones suprarrenales, por ejemplo análisis de rayos X y tomografías. También entre las pruebas se incluye la examinación de 3 muestras separadas de orina, que ayuden a detectar la excreción libre de cortisol en 24 horas. También se mide la cantidad de cortisol en la sangre y saliva, el uso de imágenes de resonancia magnética es fundamental como prueba de diagnóstico.
Existen otros padecimientos que pueden causar un exceso de cortisol o su producción anormal. Hay enfermedades muy parecidas, denominadas “Pseudo Cushing”, se dan por una obesidad extrema, por la diabetes, alcoholismo y estrés. Es por ello que es necesario aplicar diversos exámenes que determinen si el paciente posee o no esta patología. De igual forma, es importante tratar los estados de pseudo Cushing para verificar si disminuyen los niveles de cortisol, que de no ser así, los acercaría a un diagnóstico positivo de la enfermedad de Cushing.
Tratamientos para el síndrome de Cushing
Existen diversos tratamientos para el síndrome de Cushing, se puede aplicar un tratamiento quirúrgico, como también el uso de medicamentos que disminuyan las concentraciones de cortisol. Pero como tratamiento preventivo, se recomienda evitar el uso indiscriminado y prolongado de medicamentos corticoides.
Tratamiento quirúrgico
El uso de la cirugía para extirpar los tumores de las glándulas suprarrenales en necesaria, esta arroja un porcentaje de éxito del 65%. Mucho de los casos de quienes poseen esta enfermedad presentan un microadenoma, y para ello lo más recomendable es una cirugía transesfenoidal del tumor. Una cirugía transesfenoidal se basa en introducir un instrumento quirúrgico por la nariz y el seno esfenoidal, para extirpar los tumores que se encuentran en la hipófisis o alrededor de esta.
Los tumores adrenales que producen cortisol son extraídos por la cirugía con laparoscopia (cirugía mínimamente invasiva). De igual forma, los tumores ectópicos secretores de hormona adrenocorticotropa deben ser extraídos por cirugía.
Tratamiento farmacológico
Entre los tratamientos farmacológicos están la aplicación de fármacos inhibidores de esteroidogénesis adrenal (síntesis del cortisol): ketoconazol, aminoglutetimida y metirapona.
Medicamentos que inhiben la secreción de la hormona adrenocorticotropa por tumores de la hipófisis: cabergolina (antagonista de la dopamina), el octreótido y pasireotide (análogos de la somatostatina).
Referencias bibliográficas
– Díaz, J. El libro Negro de los secretos de la obesidad. Registro de la propiedad intelectual de Andalucía, España. 100- 104 pp.
– McDermott, M. 2010. Endocrinología, secretos. Quinta edición, editorial ELSEVIER, España. 197- 199 pp.
– Vicente, E. 2016. Medicina Interna. Diagnóstico y tratamiento. Segunda edición. Editorial Ciencias Médica La Habana. 335- 337 pp.
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