Termorregulación en animales, regulación de su temperatura

Termorregulación en animales
Termorregulación en animales

Todo animal es capaz de regular su temperatura corporal ya sea pasivamente, como un lagarto al sol o un gato totalmente estirado en una tarde calurosa, o activamente, como la sudoración en caso humano, o el jadeo de un perro. Estos actos, que todo animal realiza por instinto o fisiológicamente, pueden suponer la diferencia entre la vida y la muerte, por ejemplo, en el caso de que un perro sea incapaz de respirar correctamente (perro braquicéfalo).

La termorregulación en animales es la capacidad de los animales para poder regular su propia temperatura. Un cuerpo animal tiene una determinada cantidad calórica y con ello una determinada capacidad calórica. Esta temperatura esta captada por ciertos receptores, los periféricos superficiales y otros en ubicación nuclear, envían información a un centro termorregulador que es el hipotálamo, además reciben información de los tipos centrales y envían una determinada señal para remediar la situación.

El setpoint se puede desplazar y se puede modificar por sustancias químicas como pueden ser los pirógenos en caso que lo aumenten y los antipiréticos. Todo va a depender de la termogénesis y de un balance de una ganancia calórica hacia el ambiente o hacia el interior del cuerpo. Por otro lado va a activar procesos de movimientos conductuales. También el sistema motor voluntario va a influir en la termogénesis del animal, propiciando que el animal se ponga a hacer ejercicio o una termogénesis contráctil basada en contracción muscular como el tiriteo; además va a haber un metabolismo no contráctil.

Receptores

Receptores periféricos

temperatura derivada de la temperatura ambiental, participan en la percepción consciente de la temperatura. Nos informa de la ubicación del foco, de la intensidad y nos va a permitir, al ser una sensación consiente, muchas respuestas reflejas y además muchas conductas termorreguladoras. Son terminaciones nerviosas libres, tónico-fásicos, altamente sensibles.

Receptores centrales

se encuentran en mayoría en el hipotálamo, tronco encefálico, médula espinal y en la cavidad abdominal. En muchos animales son importantes los de médula como las aves, sin embargo en animales mamíferos son importantes los de hipotálamo. Ofrecen información consciente de forma normal. Son vitales para los organismos.

Centro termorregulador

El hipotálamo desempeña un papel clave en la temperatura y de una manera muy sencilla. En el área preóptica se desarrolla el centro termolítico (disminución de la temperatura), y en el hipotálamo dorsolateral hay un centro termogénico (aumento de la temperatura).

Efectores

Los efectores ejecutan respuestas en cédulas de animales, ejemplo de modificación de comportamientos:

– En la zona termoneutral: regulación sobre todo del aislamiento. Maniobras muy sencillas que no conllevan energía, en determinados animales inflan el pelo, las plumas o cierran algunos vasos dependiendo de la zona no necesaria. Mecanismos comportamentales.

– Por debajo: mecanismos de termogénesis contráctil, tiriteo por los músculos, y no contráctil, músculo y otros tejidos termogénicos como la grasa parda, que contienen unas proteínas especiales como la termogenina; y además conductuales.

Termogénesis

La termogénesis es muy importante en ambientes fríos por su capacidad de generar calor en el organismo de los animales, puede ser:

– Contráctil

– Ejercicio, tiriteo (tronco). Es el tejido que más puede incrementar su capacidad calórica en poco tiempo.

– No contráctil

– Proteínas desacoplantes o UCP: bombean protones del espacio intermembrana hasta la matriz, pero eludiendo la ATP sintasa, lo único que se persigue es producir calor. La termogenina se descubrió en pequeños mamíferos. El tejido que tiene estas UCP es la grasa parda; también puede ser la prueba del origen de la homeotermia, pues en animales que no la tienen desarrollada son susceptibles a la homeotermia.

– Hormonas termogénicas: se producen en corteza adrenal como por ejemplo el cortisol y también la tiroides que es la hormona termogénica por excelencia.

Poiquilotermos, animales que carecen de mecanismos reguladores de la temperatura corporal.

Se producen ciertas adaptaciones conductuales en estos animales, como tomar el sol en reptiles, abrir la boca o buscar sombra en horas de calor. Cuando un animal poiquilotermo se aleja de su zona termoneutra, las funciones corporales se ven resentidas, si se aleja por un exceso, normalmente conduce a la muerte, pero por debajo de la temperatura corporal, pueden sobrevivir en inactividad o letargo, aunque les hace débiles frente a sus depredadores.

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