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Los rasgos más significativos referente al comportamiento de gatos en celo y el desarrollo de la monta o apareamiento atraviesan por una serie de peculiaridades que reproducimos seguidamente; aunque es necesario indicar que si no se desea que los gatos realicen este tipo de comportamiento, la mejor opción es la esterilización del gatito a una edad temprana, posiblemente es la opción aconsejable desde el punto de vista veterinario, incluso se ha demostrado los efectos positivos que supone tal intervención en la salud del felino.
Comportamiento gatos machos
En los gatos machos podemos observar una conducta más nerviosa e incluso, en algunos agresiva, además, son menos sociables; por otro lado, se origina el fenómeno denominado marcaje, consiste en impregnar de orín partes de su morada a modo de delimitación del territorio. Emite vocalizaciones persistentes e incluso molestas para llamar a la hembra; si vive en un piso o zona cerrada tiene tendencia a escaparse. Además, si existen varios machos, suele haber peleas para que el vencedor se gane los favores de la hembra.
Comportamiento hembras en celo
Las gatas emiten sonidos característicos para atraer a los machos, este tipo de sonido se denomina marraumiar, comen menos, se vuelven más cariñosas de lo habitual, se frotan, revuelcan, hacen piruetas, incluso algunas abandonan la higiene, orinando fuera del lugar habitual. El celo en la gata atraviesa por una serie de etapas.
Ambos sexos pierden peso consecuencia de la disminución del apetito y el estrés que le supone la alta actividad a la que se someten en épocas del celos.
Desarrollo de la monta en gatos
Las hembras, cuando se muestran receptivas adquieren la posición denominada lordosis, se vuelve rígida, eleva las extremidades traseras, inclinan a un lado la cola y dejan al descubierto la vulva. El gato atraído por su olor y la llamada incesante de la gata, acude a su encuentro y se produce la monta, para ello, el gato sujeta con sus dientes el cuello de la hembra, la inmoviliza y tras la cubrición, la gata emite un grito poscoital característico, separándose bruscamente e incluso se muestra agresiva con el macho, se revuelca y se lame el área genital; transcurrido un determinado periodo de tiempo está nuevamente en condiciones de ser cubierta nuevamente por el macho, pues las montas son sucesivas a lo largo del día.
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