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Características y descripción
Los caracoles de tierra son unos animales invertebrados pertenecientes al filo de los moluscos y a la clase de los gasterópodos. Están estrechamente relacionados con otros animales como los caracoles marinos o las babosas, con los que comparten orden. El caracol de tierra se caracteriza por su concha en forma de espiral o por ser de los pocos moluscos con respiración pulmonar.
El manto es el órgano encargado de secretar los componentes necesarios para fabricar la concha en espiral. Los caracoles nacen con una concha inmadura relativamente frágil y a medida que empiezan a crecer y a adquirir calcio, van fortaleciéndola. Llega un punto en la vida del caracol en la que deja de crecer y con él la concha también se mantiene en su máximo tamaño.
Otro de los órganos más importantes en el caracol de tierra es la rádula. Es un órgano exclusivo de los moluscos y es muy importante para la alimentación. Se trata de una estructura similar a una lengua pero que contiene centenares de dientes hechos de quitina que sirven para raspar los alimentos.
Los caracoles de tierra no tienen unos órganos demasiado desarrollados. El pulmón que utilizan para respirar no se puede comparar con los que se encuentran en los mamíferos o las aves. En cuanto a órganos sensoriales, la mayoría de ellos cuentan con dos ojos que se sitúan en las antenas de la parte anterior de la cabeza. Poseen un cerebro primitivo que está dividido en cuatro partes y aunque no se puede comparar con el que se encuentra en animales vertebrados, es cierto que algunos caracoles son capaces de desarrollar aprendizaje asociativo.
Hábitat y alimentación del caracol de tierra
Los caracoles terrestres habitan en lugares normalmente húmedos, ya que a pesar de desplazarse por la tierra siguen teniendo cierta dependencia del agua para desarrollar su vida. Comparten anatomía con la mayoría de moluscos, incluyendo los órganos más importantes como el pie o el manto. El pie es una estructura muscular bastante fuerte que utilizan para la locomoción. Acostumbran a secretar moco para favorecer el movimiento y también para evitar que sus cuerpos acaben secos.
Los caracoles de tierra no están bien adaptados para vivir en condiciones extremas de temperatura o ante la ausencia de ambientes húmedos. Es por eso que cuando las temperaturas son más bajas, en los meses de invierno, acostumbran a hibernar. En las épocas de verano, donde las temperaturas son más elevadas y el ambiente puede convertirse en mucho más seco, también pueden entrar en un proceso similar a la hibernación conocido como estivación.
La mayoría de caracoles de tierra son herbívoros, así que se alimentan de hojas, tallos, cortezas o incluso materia orgánica en descomposición. Gracias a la rádula pueden limar incluso algunas piedras para conseguir minerales necesarios para el mantenimiento de su concha. Determinadas especies pueden ser carnívoras e incluso algunas se alimentan de otros caracoles.
¿cuanto vive un caracol de tierra?
La esperanza de vida de un caracol de tierra puede variar bastante entre especies, pero lo habitual es que duren más de dos años y que lleguen alrededor de los siete años. Hay especies, sin embargo, que han conseguido vivir hasta 30 años. La mayoría de muertes de los caracoles se deben a parásitos o a depredadores, que son bastante abundantes. Entre ellos se encuentran otras especies de moluscos, serpientes, sapos y varias especies de aves.
Reproducción de los caracoles de tierra
En lo relacionado a la reproducción de los caracoles de tierra, la mayoría son hermafroditas, por lo que producen tanto células reproductoras masculinas como femeninas. Sin embargo, tienen que aparearse entre ellos ya que un solo individuo no es capaz de fecundarse a sí mismo. Acostumbran a reproducirse durante la primavera y el otoño, cuando las condiciones les son más favorables. La cópula se hace de noche, por parejas y el acto puede durar varias horas. Primero intercambian una espícula de carbonato de calcio que tiene funciones estimulantes. Luego transfieren el espermatóforo desde el órgano masculino de uno hacia el femenino del otro. Los huevos que se generan de esta fecundación suelen ser enterrados cerca de la superficie del suelo.
Tipos o ejemplos de caracoles. Beneficios o importancia para humanos
Dentro de la denominación de caracoles de tierra se incluyen una gran diversidad de especies que pueden presentar algunas diferencias morfológicas. El caracol más común, conocido como caracol de jardín o caracol terrestre común es de la especie Helix aspersa. Otras especies también conocidas pueden ser el caracol romano, el caracol gigante africano, o las baquetas, que pueden alcanzar unos precios desorbitados en algunos mercados.
Los caracoles de tierra tienen bastante importancia para los humanos por diversos motivos. Por un lado, son importantes para la gastronomía en algunos países. Especialmente en Francia y otros países mediterráneos que han adoptado costumbres culinarias similares, en estos casos los caracoles suponen un buen nutriente en diversos platos especialmente elaborado con estos animales y a su vez muy valorados por muchas personas. Por otro lado, como desventaja, los caracoles pueden ser un enemigo del hombre, ya que en muchas ocasiones arrasan cosechas de múltiples productos agrícolas, representando un problema para los agricultores.
Está demostrado científicamente que el uso de las sustancias mucosas segregadas son muy beneficiosas para la piel de los humanos, por lo que en el mercado se pueden adquirir productos elaborados con mucosas de caracoles.
Ante la demanda de productos de cosméticas y para el destino alimenticio, existen granjas de caracoles de tierra, un trabajo que con esmero y dedicación puede ser rentable para aquellas personas que pretendan invertir en la cría de caracoles.
Finalmente destacar que muchas personas adquieren caracoles de tierra para tenerlos como mascotas, sin duda un atractivo o hobby que enriquecerá la atención y cuidado por parte de aquellas personas amantes de los animales domésticos.
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