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Hoy te presentamos a la especie Rupicapra pyrenaica, más conocida como rebeco, rebeco pirenaico o sarrio. En inglés es llamado Pyrenean chamois.
Cómo se identifica Rupicapra pyrenaica
El rebeco es de aspecto delgado, tienen un par de cuernos de color negro, pequeños, afinados y ligeramente curvados, los cuales miden generalmente 20 cm en machos y 17 en hembras. Su cuerpo tiene un amplitud de 100 a 110 cm, con un peso de 25 a 35 kg. La cabeza es pequeña de pelaje marrón claro, con manchas verticales oscuras que comienzan por debajo de las orejas, cubren el contorno de los ojos y están extendidas hasta poco antes de la nariz y el hocico.
Presenta un color claro amarillento, con tonalidades más oscuras en la línea longitudinal del lomo. Los laterales del costado pueden verse oscuros en invierno, casi negros. La cola es pequeña y negra. Igualmente las líneas prolongadas en los lados del cuello. Los machos son sutilmente más grandes que las hembras.
Hábitat del rebeco y comportamiento
Vive en zonas montañosas y bosques empinados ricos en brotes y grava. En invierno suelen desplazarse hacia áreas menos elevadas.
El pelaje espeso que generan les permiten soportar climas fríos típicos de las montañas nevadas, aunque su presencia en altitudes muy elevadas no es frecuente.
Tienden a ser grupales aunque los adultos se distribuyen por sexo. En verano, cuando el alimento es abundante se reúnen a comer en zonas abiertas, mientras que en invierno, cuando escasea, son más individuales y solitarios. En este último caso se dispersan en los bosques, posiblemente para disminuir el riesgo de depredación. Las hembras pueden formar grupos con las crías de temporadas anteriores y las más recientes.
Celo y reproducción
Comienzan el celo entre octubre y noviembre. Los machos utilizan su olfato para identificar a las hembras en celo y así poder seguirlas. Adoptan una actitud violenta y agresiva. El macho intentará tener varias hembras fértiles a su disposición, por lo que iniciará enfrentamientos frente a otros machos.
La gestación dura unos 160 días o un poco más . Comúnmente nace una sola cría por hembra, de 2,5 kg de peso, escasamente se ven dos cabritos por parto. La lactancia no se prolonga más de 6 meses. Los machos permanecerán con la madre dos años o más, mientras que las hembras se separarán de su progenitora al alcanzar la madurez sexual, entre 18 y 19 meses después de haber nacido.
Alimentación del rebeco
Las gramíneas y las plantas herbáceas conforman el mayor porcentaje de alimentación del rebeco durante todo el año, salvo en invierno. Los estómagos que poseen les permiten consumir vegetación leñosa, algo muy útil para alimentarse en épocas de frío y austeridad.
Se alimentan en épocas calurosas dos veces al día, una al amanecer y otra al atardecer. En días fríos pueden pueden aprovechar más horas para alimentándose. Cuando la luz de luna es intensa salen a pastar durante la noche.
Distribución, conservación y categorización
Las montañas y bosques montañosos del suroeste de Europa son los lugares donde se localizan las poblaciones con sus correspondientes subespecies. Concretamente en el norte de España y algunas áreas geográficas de Italia.
Rupicapra pyrenaica está en la lista de especies en peligro (clic para conocer mejor a la IUCN) con el estatus de preocupación menor. No obstante, se precisa una actualización para conocer con más detalles su estado de conservación.
Se ha sugerido que los descensos de rebecos por parte de depredadores se pueden dar mayormente por lobos, también zorros y águilas parecen tener un impacto en la muerte de rebecos por depredación. Otro porcentaje puede morir por causas relacionadas con el clima como los inviernos intensos, avalanchas, aludes, despeñamientos, etc. La falta de alimento y la caza igualmente son objeto de amenaza para la especie.
El rebeco se clasifica en el orden Artiodactyla (aquí puedes saber más sobre artiodáctilos) y familia Bovidae. Se reconocen dos subespecies:
- Rupicapra pyrenaica ornata
- Rupicapra pyrenaica pyrenaica
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