Mimetismo. Los animales miméticos, sus características y tipos

Mimetismo. Animales miméticos
Mimetismo. Animales miméticos (falsa coral)

¿Qué es el mimetismo

Los seres vivos utilizan diferentes estrategias para defenderse de las amenazas presentes en el medio donde habitan, para ello, se sirven de mecanismos variados, algunos constan de armas físicas como espinas, aguijones, garras, otros cuentan con armas químicas que les proporcionan olores o incluso veneno, mientras que otros organismos que carecen de estas estructuras, como los animales miméticos, recurren al camuflaje, al mimetismo, o a comportamientos que les permiten mejorar su competencia y su supervivencia.

La palabra mimetismo proviene de la palabra griega “mimesis”, y lo podemos definir como el potencial que poseen algunos individuos de parecerse morfológicamente a otros, generalmente con fines de confusión y persuasión frente a los depredadores y de esta manera evitar ser consumidos por ellos.

El mimetismo es una forma de disfraz natural con la que los organismos están dotados, ya sea una coloración que se asemeje a especies venenosas o de sabores desagradables, un movimiento que imite a otro, y también son casos de mimetismo los sonidos de imitación que algunas especies ejecutan para evadir el peligro o atraer a sus presas, además de los olores expulsados que son parecidos a otros organismos peligrosos.

El mimetismo es producto de años y años de adaptación, al habitar en tiempo y espacio diferente especies. Los animales miméticos se encuentra muy difundido en el reino animal, tanto en invertebrados como vertebrados, y lo podemos encontrar también en algunas especies de plantas, pero en este artículos nos centraremos en el caso del mimetismo en animales y nombraremos algunos ejemplos de animales miméticos.

A los individuos miméticos se les denomina copias y a los que son imitados se les llama modelos. Entre los investigadores que más destacaron en su estudio con animales, se mencionan a Kirby y Spence como los primeros en utilizar el término mimetismo, Darwin y Wallace también hicieron sus aportes, y entre los principales a Bates y Müller que son mencionados en las próximas líneas por sus descubrimientos.

Características de animales miméticos

El mimetismo reúne una serie de peculiaridades entre las que se encuentran:

– Los animales miméticos presentan los caracteres solo en la parte exterior de su cuerpo, de manera visible y clara.

– Provee una ventaja evidente a la especie que lo adopta.

– Para que pueda llevarse a cabo es necesario que las especies involucradas cohabiten en el mismo sitio.

– El animal mimético es menos frecuente o menos numeroso que la especie imitada.

– Se ha observado que los cambios morfológicos de las especies miméticas son más comunes en las hembras que en los machos.

Tipos de mimetismo en animales

Existen diferentes tipos de mimetismo, entre los que se encuentran como más importantes el batesiano, el mülleriano y peckhamiano, todos presentes en los animales, en las próximas líneas describiremos a cada uno de ellos con sus respectivos ejemplos.

Mimetismo batesiano en animales

El mimetismo batesiano es aquel en el que el animal mimético imita en aspecto, forma o movimiento a una especie venenosa, bastante peligrosa, para ahuyentar a los depredadores y de esta manera evitar ser depredado, el animal mimético es totalmente inofensivo pero se beneficia del engaño visual que ocasiona.

El primer investigador que descubrió este mimetismo fue Henry Bates en el año de 1862, de allí el nombre batesiano, el hecho ocurrió en Brasil, durante el estudio de unas mariposas que habitan la selva Amazónica; Bates se percató que existen especies de mariposas que no son venenosas capaces de verse en apariencia igual a otras especies venenosas como estrategia defensiva.

Existen muchos ejemplos de mimetismo batesiano en animales, sobre todo en insectos, un modelo de ello lo encontramos en los sírfidos y bombílidos, moscas de distintas familias pero que por sus colores y aspecto externo se asemejan a avispas, abejas y algunas logran imitar a abejorros.

Aparte de los insectos, el mimetismo batesiano también es posible observarlo en otro tipo de animales, por ejemplo en las serpientes como la falsa coral que imita en su morfología a las corales verdaderas que son venenosas. Otro ejemplo de mimetismo batesiano en animales lo tenemos en las aves, en este caso mencionaremos a las crías de la especie plañidera cenicienta, cuyo nombre científico es Laniocera hypopyrra que por su coloración y los movimientos que realizan se parecen a orugas venenosas para defenderse de sus presas.

Mimetismo mülleriano en animales

El mimetismo mülleriano lleva su nombre gracias al zoólogo de nacionalidad alemana Fritz Müller, quien en el año de 1881, realizó estudios al igual que Bates en las selvas de Brasil, con observaciones en mariposas.

Este tipo de mimetismo describe que varias especies a la vez (pueden ser dos o más) poseen adaptaciones morfológicas similares que les dan advertencia a los depredadores en cuanto al peligro que trae consumirlas, bien sea por su mal sabor, olor o alguna otra característica desagradable o nociva. Entre los ejemplos del mimetismo mülleriano en animales podemos destacar a las mariposas de los géneros Heliconius que poseen aspecto externo similar en diseño y color.

Mimetismo peckhamiano, agresivo o de ataque en animales

El mimetismo peckhamiano hace alusión a su descubridor G. Peckham en el año de 1883, y se refiere a que el animal mimético y fuerte, logra escabullirse entre un grupo de individuos inofensivos o adopta una apariencia menos peligrosa y/o agresiva para engañar a su víctima.

Un caso típico se da en el molusco Lamsilis ovata ventricosa, quien necesita de un huésped para completar las primeras etapas de su vida, para lograr esto, la hembra de esta especie simula en movimientos y apariencia, gracias a sus vellosidades, el aspecto de un pez, con el fin de atraer a un depredador, y cuando éste se acerca, lanza sus crías dentro de las agallas del que se acerque , desde ese momento pasa a ser el animal parasitado hasta que las crías completen su formación y sean capaces de desarrollarse solas.

Referencias

  • Arango, L. (2005)
  • García, H. (2007)
  • Polidori, C.; Nieves, J.; Gilbert, F.; Rotheray, G. (2014)
  • Suárez, D. (2015)

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