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Si en alguna ocasión te preguntas qué hacer con tu perro miedoso, aquí puedes recabar información.
El miedo en los perros se caracteriza por un estado mental de gran inquietud e inseguridad. Cuando esta emoción se prolonga por mucho tiempo o se produce frecuentemente, pueden desarrollar alteraciones de comportamiento y un estado de estrés que no es saludable para el animal ni para la convivencia en el hogar. Además, se pueden originar otros problemas de salud derivados de la ansiedad y el miedo.
Causas de un perro miedoso
Existen miedos comunes a la mayoría de los perros, por ejemplo, el miedo a los ruidos fuertes, ya que por naturaleza son muy sensibles a los sonidos. También hay que tomar en cuenta que el miedo es un rasgo de personalidad que se hereda.
Pero no todo es genética, también influye el trato que recibe y el ambiente en que se críe. Cuando la situación se vuelve crítica, el etólogo es el especialista en comportamiento animal que podrá orientarnos en cómo ayudar a tu perro miedoso.
Existen muchas causas por las que los perros pueden tener miedo. Las más comunes son las siguientes.
Este es un proceso de vital importancia en la vida del perro. A través de él aprende y explora el mundo que lo rodea. Cuando el animal tiene una adecuada socialización desde cachorro, aprende a reaccionar de forma adecuada a diferentes situaciones o estímulos que pueda recibir en el entorno donde vive. Muchas veces los miedos se presentan por falta de experiencias previas, por ejemplo la primera vez que ve a otro animal, sobre todo si el perro ya es adulto.
Este proceso dura toda la vida, pero una etapa crucial para que comience a interactuar con el mundo en el que vive, es desde que nace hasta que cumple tres meses. Esta etapa puede ser muy importante para que un perro miedoso o tímido deje de serlo.
Si el perro se acostumbra a otros perros, personas, animales, ruidos ambientales, objetos diversos y variados ambientes, es muy probable que cuando sea mayor estas situaciones sean naturales y no le produzcan la menor ansiedad ni miedo.
Miedo causado por la separación
Los perros son seres sociales, que necesitan ser parte de una manada o grupo, al igual que sus ancestros los lobos. Estos vínculos hacen que se sientan seguros y protegidos. En los cachorros es más común el miedo causado por la separación, pero a medida que crecen el umbral de tolerancia debe ir aumentando.
Un perro miedoso también se da en los que han sido abandonados o maltratados en el transcurso de su vida, estos miedos suelen aparecer y es muy probable que su salud mental esté alterada. Haber sido apartado de su madre antes de haber cumplido 8 semanas también puede ser causa de que más tarde se manifieste este tipo de miedos.
Mudanzas
Las mudanzas son situaciones estresantes para todos, también para nuestras mascotas. Los perros son animales de rutina y los grandes cambios pueden causarle temores y ansiedad. El proceso de familiarización con el nuevo medio ambiente ira tranquilizando paulatinamente al animal. Sentir el olor de su familia y tener sus cosas (juguetes, cama, etc.) en algún sitio que se vaya volviendo familiar lo calmará en poco tiempo.
Llegada de un nuevo miembro a la familia
La llegada de otro perro, un bebé, o cualquier otro integrante a la familia puede ser causa de miedo e inseguridad. Cuando el perro es sobreprotegido o si tiene una personalidad reservada o tímida puede ser más difícil. Integrarlo al cambio presentando al nuevo miembro en un ambiente tranquilo y amigable, dejando que lo perciba y lo huela, puede ayudarlo a aceptar la nueva situación.
¿Qué hacer con un perro miedoso?
Una educación en positivo puede reforzar su personalidad y hacer a un perro miedoso más seguro. Para eso siempre es mejor el premio que el castigo. En ningún caso regañarlo por tener miedo, pues este es un comportamiento irracional que él no puede controlar.
Una forma puede ser acercar al perro de forma gradual y asociando la causa de su miedo (ya sea un objeto, persona, ambiente) a una experiencia positiva como caricias, juegos o su golosina favorita, siempre mostrando serenidad, dando el ejemplo como líder de la manada. Nunca se debe forzar al animal pues esto puede traer efectos contrarios, incluso puede provocar su agresividad.
A un perro miedoso es necesario inculcarle seguridad, es por eso que se deben evitar las actitudes de sobreprotección. Un cánido sobreprotegido será dependiente y miedoso. Si el miedo es crónico o demasiado frecuente y no se logra progresar con ninguna de estas acciones lo más recomendable es acudir al especialista.
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