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En el pasado (siglo XVII) no había diferenciación entre los setter y los spaniel, ambos se situaban dentro de la codiciada categoría de señalizadores de piezas de caza, principalmente por su olfato de máxima agudeza.
Su estilo al momento de señalar la presa, acercándose a la misma sigilosamente y agachado es toda una seña de identidad en el setter inglés, por esa razón es un animal muy codiciado entre los cazadores; también es seleccionado para competiciones deportivas relacionadas con la caza, su instinto y gran olfato le sitúan entre los mejores perros de muestra existentes en la actualidad.
Aunque el setter inglés no es un perro que destaque especialmente por su tamaño, se considera dentro de los “grandes”, sin llegar a superar los 20 kg en bastante contraste con su altura, que puede llegar en algunos casos a los 70 cm de cruz. El pelaje es de gran suavidad y belleza, con combinaciones de negro y blanco, marrón y blanco y hasta tricolor. Destaca por su elegancia que se combina con fortaleza y resistencia. Las orejas son muy caídas y de implante bajo, siendo un rasgo típico de esta raza. Su ingesta es de aproximadamente 400 g diarios de alimento.
¿Cómo es su personalidad y su carácter?
Es un perro tranquilo, obediente, fiel y muy cercano en las demostraciones de afecto; disfruta mucho cuando lo acarician y es infinitamente paciente en el juego con los niños. Es conveniente mostrarse firme en su crianza ya que puede ser testarudo, pero la agresividad es casi un concepto desconocido con este perro. Si bien es un perro muy adaptable a la vida familiar en casas y pisos, su energía y movilidad exigen una importante dosis de ejercicio diario.
El setter inglés disfruta cobrando piezas y no duda en adaptarse a cualquier ejercicio que se el imponga, existen líneas con mucho talento y obediencia, otras suelen ser con más predisposición a la caza, incluso pueden llegar a alejarse de su amo en busca de alguna pieza cinegética, en ese sentido necesitará una educación firme, sobre todo si es adquirido como animal de compañía, de lo contrario se puede extraviar siguiendo el rastro de su ansiada presa.
¿Cómo es la salud del setter inglés?
Su longevidad se sitúa entre los 12 y los 14 años; tiene propensión a la displasia de cadera, problemas cutáneos, y posibles atrofias progresivas de retina, sobre todo con la edad.
El aseo y cepillado semanal es muy recomendable para mantenerlo en buenas condiciones, téngase en cuenta su pelaje semilargo.
Clasificación según FCI
Grupo 7, Sección 2.2 Perros de Muestras de las Islas Británicas: Setter.
Otras denominaciones
English Setter.
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