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El vizsla, también conocido como braco húngaro de pelo corto, es un encantador can que, lejos de limitarse a ser un perro exclusivamente de caza, se adapta a un sinfín de actividades en familia. Sus ascendentes, tan energéticos como ellos, caminaban interminables distancias con los nómadas de Europa central. Si bien su existencia está documentada desde el siglo XIV, fue el siglo XVIII el que los vio adquirir el prestigio que alcanzaron como perro de caza y muestra.
Para la caza el braco húngaro se ha descrito como un buen localizador de las piezas cinegéticas, especialmente la perdiz y codorniz, parada inmóvil tras advertirla indicando al cazador la presencia de la misma, una vez abatida presenta buenas dotes para el cobro, también se ha informado que esta última actividad la desarrolla sin dificultad igualmente en el agua.
Tiene aguante para el soportar el frío y capacidad de adiestramiento sin mayor dificultad. Su andar es elegante, caza al trote gozando de buena propulsión y aguante, dotes que capacitan al braco húngaro o vizsla para abarcar grandes extensiones de terrenos pero sin alejarse de su dueño.
Características físicas del perro braco húngaro
Pertenece al grupo de perros medianos con una altura promedio de 62 cm y un peso de 17 kg, según estándar el tamaño ideal sería entre 58 a 64, salvo las hembras que tienen un máximo de 60 cm. El porte del perro vizsla es muy elegante y sus líneas estilizadas. La curva que hace que su vientre se recoja es una de las principales responsables de esta característica en esta raza de perro. La ligereza que lo caracteriza no lo exime de una fuerte y dúctil musculatura. El vizsla cuenta con un cuerpo más largo que alto, por lo que adquiere una forma casi rectangular. Tanto su lomo como su espalda y su grupa se caracterizan por ser anchas.
Sus extremidades son alargadas, musculosas y de potente osamenta. Los pies se presentan ovalados con gruesas almohadillas de coloración grisácea, las uñas marrones destacan por su fortaleza y agarre en el terreno, ayudadas por sus arqueados dedos. La cola alargada llega hasta el corvejón, aunque es de inserción un tanto baja pero el vizsla la mantiene en forma de sable, ha existido la costumbre del corte de cola a efectos prácticos para la caza, pues de esa manera no se la daña en terrenos escarpados.
El cráneo del braco húngaro es también ancho y con un ligero abovedamiento soporta a una nariz bien formada y más oscura que el manto. Tiene ojos almendrados de color marrón o ámbar y de un tamaño intermedio, su mirada está llena de energía y de vida. Cuenta con orejas delicadas y finas que penden a los lados de su cabeza. Su lomo termina con una cola de importante grosor.
El pelaje del vizsla es rígido, corto y abundante. No presenta subpelo y puede presentarse en todos los posibles tonos del amarillo. La mancha blanca en el pecho, así como en sus dedos, está permitida, pero es más deseable el ejemplar que no la tiene. Carece de arrugas y es deseable una piel suficientemente pigmentada y apretada al cuerpo.
Carácter y personalidad del vizsla
Es evidente que el braco húngaro se caracteriza por su inteligencia, curiosidad y permanente necesidad de actividad física. No obstante, esto no lo hace menos dependiente de sus familias. Este es un perro que necesita de una familia numerosa, activa y con muchas ganas de compartir tiempo de calidad con ellos. Suelen demandar mucha atención y seguir a alguien de la casa de forma constante.
Si el sedentarismo y la inactividad, así como una marcada vida de interiores, son los factores que caracterizan a tu familia, este no es el perro para ti.
Salud y cuidados
De lo dicho anteriormente se desprende que el vizsla necesita de mucho ejercicio y prolongadas caminatas diarias. La compañía humana es también vital para que se sienta pleno y no se convierta en un perro triste o que demande excesiva atención por la simple razón de no tenerla. Los juegos mentales y de inteligencia son parte de la dinámica a incluir en el cuidado del braco húngaro.
La alta sensibilidad emocional del braco húngaro hace que sea imprescindible no castigarlos, ni cuando se los adiestra ni cuando hacen algo indebido; el cariño es parte de los cuidados a prodigarle, al igual que una inmensa paciencia.
Los baños serán dados de forma esporádica, solo cuando se encuentren realmente sucios.
Cuenta con buena salud, pero hay ciertas dolencias genéticas que pueden aparecer en sus longevos catorce años en los que podemos esperar disfrutar de su compañía. Entre dichas enfermedades está la distrofia progresiva de retina, la hemofilia A, epilepsia y displasia de cadera.
Otras denominaciones
El vizsla es conocido también como braco húngaro de pelo liso, denominación que le da nombre a la raza dado su lugar de procedencia. En inglés se denomina hungarian short-haired pointer. Existe una raza bastante similar, que es el braco húngaro de pelo duro, este último difiere por su característico pelo de alambre en lugar de presentarse alisado.
Cuál es su clasificación según criterios de FCI
Como habrá advertido el lector se trata de un perro de muestra, por consiguiente integrado en el grupo siete y sección primera que es la que más específicamente ordena a los perros de muestras tipo continentales. Dado sus dotes cazadoras existen pruebas de trabajo en las propias exposiciones caninas. El estándar del braco húngaro o vizsla fue aprobado oficialmente por parte de esa federación en el año 2000.
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