Comportamiento de los cocodrilos, características y adaptaciones

Comportamiento de los cocodrilos

Los cocodrilos son un conjunto de reptiles diápsidos muy característicos y fácilmente reconocibles, incluidos en el orden Crocodilia. Actualmente, existen 23 especies con varias subespecies que se distribuyen principalmente en el trópico y otras áreas subtropicales de todo el mundo, incluyéndose varias especies de cocodrilos, gaviales, caimanes y aligátores. El comportamiento de los cocodrilos es llamativo y puede variar ligeramente de acuerdo a las especializaciones de cada especie.

Los cocodrilos tienen un sistema de comunicación complejo, siendo el comportamiento de los cocodrilos bastante elaborado dentro de los reptiles. La comunicación puede observarse desde que estos animales están dentro del huevo, antes de la eclosión, hasta en los actos reproductivos, que pueden ser muy elaborados en muchas especies.

Los cocodrilos suelen ser animales solitarios, los machos son muy territoriales y se apoderan de ciertos espacios para reproducirse con las hembras que se encuentran en su territorio. También pueden formar agregaciones, cuando los cursos de agua en los que habitan disminuyen su caudal, como producto de la sequía, o si existen áreas con una particular abundancia de alimentos.

Los cocodrilos son animales depredadores por excelencia y ocupan la cúspide de la cadena alimenticia en los hábitats que ocupan. Por otro lado, los cocodrilos han demostrado ser animales muy inteligentes, ya que en cautiverio pueden entrenarse para realizar ciertas tareas y pueden acostumbrarse rápidamente a rutinas de alimentación, entre otras actividades.

Comportamiento de los cocodrilos: temperatura corporal

Los cocodrilos, al igual que la mayoría de los reptiles, son animales ectotermos, lo que indica que no pueden regular su temperatura corporal por sí mismos. Debido a esto recurren a fuentes exógenas de calor para aumentar su temperatura corporal y mantenerla en el óptimo para las actividades fisiológicas.

El comportamiento de los cocodrilos depende mucho de su temperatura corporal. A su vez, mantener una temperatura estable para un mejor desempeño depende del comportamiento de los cocodrilos. En general, los cocodrilos regulan su temperatura corporal exponiéndose al sol regularmente. Los ejemplares de mayor tamaño pasan mayor tiempo al sol. Una vez aumentan su temperatura, estos reptiles ingresan al agua donde siguen recibiendo energía solar a través de su dorso. Prácticamente, todas las especies de cocodrílidos permanecen por las noches en el agua, donde pierden calor más lentamente debido a la capacidad calórica del agua.

El comportamiento de los cocodrilos que viven en áreas templadas, consiste en entrar en una especie de hibernación cuando la temperatura ambiental baja. Durante este período los cocodrilos no se alimentan y generalmente permanecen casi inactivos dentro del agua, manteniendo su temperatura corporal ligeramente por encima de la temperatura ambiental.

Comunicación de los cocodrilos

Entre el comportamiento de los cocodrilos, la comunicación suele ser muy importante. Los cocodrilos pueden comunicarse con otros miembros de su especie mediante el uso de vocalizaciones. Estas señales sociales, en la mayoría de los casos, involucran alguna forma de percusión. Estos animales producen una gran variedad de vibraciones y señales olfativas transmitidas a través del agua, que pueden ser percibidas por otros miembros de las especies a distancias considerables.

Además, cuentan con otras señales sociales para denotar dominancia y el tamaño corporal. Entre estas podemos mencionar, elevar la cabeza en posición oblicua con respecto a la superficie del agua y elevar la cola fuera de esta, de manera arqueada con el fin de mostrar su tamaño y fuerza. También, pueden ejecutar golpes con la cabeza para chapotear el agua, inflar el área de la garganta para aparentar mayor tamaño, cerrar la mandíbula con gran fuerza, ondular la cola para crear movimiento en el agua, bostezar para mostrar sus dientes, entre otros. Este comportamiento de los cocodrilos puede transmitir información específica y puntual a individuos cercanos.

Golpear la cabeza contra el agua denota una clara territorialidad en un lugar determinado y, generalmente ocurre cuando otros individuos invaden su territorio. Elevar la cabeza y cola fuera del agua, acompañado con bramidos audibles o no, incluye información sobre la condición reproductiva, sexo e intenciones de apareamiento.

En muchas especies, el sonido es muy importante en la comunicación. Algunas especies de cocodrilos son muy silenciosas. Sin embargo, otras especies son muy comunicativas por vías auditivas. Muchas de las señales pueden ser catalogadas como gruñidos de interés, que transmiten información sobre los individuos. Además, se han registrado llamados reproductivos, gruñidos amenazantes y agresivos de territorialidad o dominancia; así como llamadas de socorro y advertencia en el caso de las madres y sus crías.

En especies de cocodrílidos como los gaviales, los machos cuentan con un órgano especial en el extremo del hocico, el cual funciona como una cámara de resonancia. De esta manera, durante la temporada de reproducción pueden transmitir sonidos que indican su ubicación y estado reproductivo.

Comportamiento de los cocodrilos en la reproducción

Los cocodrilos son reptiles muy interesantes a nivel reproductivo. El comportamiento de los cocodrilos durante la reproducción, contrasta con el de la mayoría de los reptiles actuales, pues podemos observar comportamientos de cortejo muy elaborados y cuidado parental de las nidadas.

Todas las especies de cocodrilos se reproducen durante la época en que las condiciones ambientales y disponibilidad de alimentos sean favorables para el desarrollo óptimo de los huevos. Estos reptiles son animales ovíparos, y el comportamiento de los cocodrilos en el cuidado de los huevos se mantiene casi sin diferencias entre las especies. Las hembras básicamente pueden reproducirse durante la misma época cada año, incluso tras la cópula con el macho, escogen el mismo sitio de anidación usado en puestas anteriores.

Los machos de los cocodrilos son animales muy territoriales, y cuentan con muchas estrategias para disuadir a los machos competidores y cortejar a las hembras que se encuentran en su territorio. Las demostraciones a distancia son comunes, sin embargo, en ocasiones se pueden dar fuertes enfrentamientos entre machos igualmente dominantes. Las hembras también pueden enfrentarse entre sí y disputar por las mejores zonas de anidación y por la atención de los machos.

Una vez una pareja está por aparearse, surgen una serie de comportamientos nuevos, estereotipados y altamente programados antes de la cópula. Esto incluye rutinas de nado sincronizadas, golpeteos del macho a la hembra, estimulación de la hembra emitiendo burbujas debajo del agua, entre otros. Las hembras finalmente dan su aprobación al macho cuando arquean la espalda fuera del agua y sumergen la cabeza y la cola, como una señal de sumisión.

El apareamiento ocurre generalmente en el agua, ya que este medio ayuda a posicionar correctamente al macho sobre la hembra de forma tal, que las cloacas de ambos ejemplares queden juntas. En algunas especies, las hembras se aparean con el mismo macho durante varias temporadas reproductivas, sin embargo, los machos se aparean con la mayor cantidad de hembras que se encuentren en su territorio.

Construcción del nido

Unas semanas después del apareamiento, el comportamiento de la hembra cambia e inicia la construcción de un nido. La ubicación del nido es variable entre las especies y también el sustrato con el que es construido. Muchas especies fabrican montículos de arena y material orgánico, los cuales están estratégicamente posicionados cerca de la orilla del agua, para poder defenderlos.

Otras especies, establecen sus nidos en cavidades a los márgenes de ríos y algunas utilizan abundante hojarasca para cubrir los huevos. La hembra se encarga, de proteger ferozmente el nido de los depredadores y constantemente vigila la humedad de los montículos. En varias especies de cocodrilos es posibles que varias hembras establezcan sus nidadas muy cerca del de otros ejemplares. La temperatura a la cual se desarrollan los huevos determina el sexo de los mismos.

Eclosión de los huevos

Entre el comportamiento de los cocodrilos, resulta muy interesante el hecho de que las crías pueden comunicarse entre sí, estando aun dentro del huevo. Esto tiene implicaciones importantes durante la eclosión, ya que esta se produce de manera sincronizada, lo que quiere decir que en la mayoría de los casos las crías nacen todas a la vez. La hembra es capaz de escuchar los sonidos de ayuda emitidos por las crías, aun cuando los huevos están bajo tierra.

La madre participa activamente en ayudar a las crías durante la eclosión. Adicionalmente, las transporta al agua, haciendo un uso inusualmente delicado de su fuerte mandíbula. Las pequeñas crías pueden permanecer agregadas por un tiempo, en áreas donde son poco visibles para los depredadores. El cuidado de la hembra continua por cierto periodo de tiempo, en el que la madre cuida a las crías de una gran variedad de depredadores, incluyendo otros cocodrilos.

El macho rara vez participa en el cuidado de las crías. Algunas crías pueden alimentarse directamente de las presas capturadas por la madre, sin embargo, desde que nacen son muy independientes en la captura de alimento. Las crías pueden emitir sonidos de alerta y socorro a los que la madre acude rápidamente.

Comportamiento de los cocodrilos en la alimentación

Los cocodrilos son animales cazadores por excelencia, ubicándose como uno de los máximos depredadores en los hábitats que ocupan. La gran inteligencia de estos animales les permite ser cazadores calculadores y pacientes. En el agua son animales infranqueables debido a que están muy bien adaptados para nadar, y es en este hábitat donde realizan sus actividades de acechar y capturar a sus presas. Muy pocas veces los cocodrilos se aventuran a capturar presas lejos de los cuerpos de agua.

Los cocodrilos tienen dietas muy variadas. Las crías de la mayoría de las especies inician sus actividades de alimentación capturando insectos acuáticos, crustáceos, alevines de peces, moluscos, pequeños reptiles y anfibios. La dieta de los adultos suele ser más especializada en algunos casos; los cocodrilos del Nilo, por ejemplo, tienden a alimentarse de mamíferos que capturan en las orillas de los ríos. No obstante, otras especies de gran tamaño son especialistas en el consumo de peces o moluscos con conchas muy duras.

En el comportamiento de los cocodrilos, se puede evidenciar que no son animales que puedan masticar. En la mayoría de los casos, estos animales tragan a sus presas completas o desgarran a la misma, propinando mordidas firmes y luego realizando giros enérgicos para arrancar trozos manejables. El comportamiento de los cocodrilos en cuanto a la selección de alimento, en la mayoría de las especies, suele considerarse generalistas, pues en sus ambientes naturales aprovechan todos los recursos que pueden consumir.

Referencias

  1. Brazaitis, P., & Watanabe, M. E. (2011). Crocodilian behaviour: a window to dinosaur behaviour?. Historical Biology, 23(01), 73-90.
  2. Lang, J. W. (1987). Crocodilian thermal selection. Wildlife management: crocodiles and alligators, 301, 317.
  3. Thorbjarnarson, J. B., & Hernández, G. (1993). Reproductive ecology of the Orinoco crocodile (Crocodylus intermedius) in Venezuela. II. Reproductive and social behavior. Journal of Herpetology, 371-379.
  4. Thorbjarnarson, J. B. (1996). Reproductive characteristics of the order Crocodylia. Herpetologica, 8-24.

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