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Introducción a la terrariofilia. La herpetología
La terrariofilia se puede definir como un método que busca recrear unas condiciones naturales para el albergue de determinados animales y plantas en un entorno doméstico.
Los herpetos son animales que habitan en la mayor parte de la Tierra, se agrupan en dos grandes grupos o clases: reptiles y anfibios. La herpetofauna hace referencia al conjunto de anfibios y reptiles que viven en una determina región, a su vez, la herpetología es la ciencia que se encarga del estudio de los anfibios y reptiles, los clasifica, estudia sus cualidades morfológicas, hábitat, comportamiento o reproducción, en definitiva, hace una identificación exhaustiva del animal en cuestión.
La herpetología es una rama de la zoología especializada en el estudio de los reptiles y anfibios, gracias a ella podemos conocer mejor a estos animales. Es muy importante poseer ciertos conocimientos, pues de ellos depende en gran medida la supervivencia de aquellos reptiles que se pretenden mantener en el medio doméstico.
¿Qué es la terrariofilia?
La terrariofilia es el arte de recrear un entorno semejante al que dispone el anfibio, reptil y otros animales en su medio natural. Cada especie requiere de cuidados especiales para su mantenimiento en el entorno doméstico, es necesario que dispongan de un hábitat semejante al que disfrutan en estado salvaje, lograr un equilibro medioambiental y facilitar una alimentación adecuada es la base para la adaptación de estos animales a un medio diferente del que disponen cuando deambulan en libertad por la naturaleza. El terrario y la variedad acuaterrario son los elementos claves que facilitan la recreación del medio natural, sin duda, disponer de ellos incrementa considerablemente la calidad y expectativa de vida de los animales que pretendamos albergar.
Los primeros terrarios se remontan a la época victoriana, cuando luego de visitar los trópicos, los naturistas y aventureros que visitaban aquellos lugares quedaban maravillados con las plantas y animales que descubrían, por lo que cuando regresaban a Europa, traían algunas de estas especies en terrarios improvisados que viajaban en las bodegas de los barcos. Ya en el continente, dichos descubrimientos exóticos terminaron adornando las casas reales, de nobles y de miembros de la alta sociedad.
Hoy en día, los terrarios y acuaterrarios son el resultado de una recreación fiel del hábitat natural de plantas y animales, adaptados en base a las especificaciones técnicas más exigentes y análogas respecto al auténtico espacio natural. Huelga decir que la terrariofilia o el arte de recrear un hábitat apto para la vida de estos animales es un hobby muy apasionante para muchas personas, cada vez más demandado en una sociedad no exenta de estrés y en la que se reclama periodos de paz y tranquilidad, sin lugar a dudas este hobby lo a facilitar holgadamente.
¿Qué habitat podemos reproducir? Productos más utilizados en terrariofilia
En terrariofilia es de destacar que no todos los reptiles tienen un mismo hábitat ni poseen las mismas costumbres, cada reptil va a requerir ciertos cuidados especiales y habrá que adaptar el terrario a sus necesidades, es la base para el mantenimiento en cautividad y el éxito de la supervivencia de la especie que pretendamos albergar. A este respecto, la industria especializada en herpetología ha avanzado positivamente en crear multitud de accesorios imprescindibles para que este tipo de animales se adapten sin dificultad a un entorno del que difiere cuando transita en libertad. Con independencia de los accesorios para terrarios también se han elaborado multitud de complementos orientados al sector alimenticio de reptiles y anfibios: alimentación balanceada, selección de alimentos vivos, productos farmacológicos orientados a la prevención y cura de enfermedades… En definitiva, existen en el mercado multitud de productos imprescindibles para el cuidado de estos fantásticos animales.
A grandes rasgos para introducirnos en el mundo de la terrariofilia indicamos un relación de productos o materiales más utilizados en terrariofilia, de los que trataremos más en profundidad en los próximos capítulos:
– Arena especial para reptiles.
– Sustrato de coco, musgos con propiedades absorbentes ideales para incrementar la humedad.
– Sustrato de arcilla que humedecido facilita la construcción de pequeños refugios, idóneo para aquellos reptiles que requieran este tipo de hábitat.
– Rocas naturales.
– Elementos ornamentales fabricados en resina.
– Refugios especialmente diseñado en función de la especie a albergar.
– Planchas y troncos de corcho.
– Fondos rocosos.
– Comederos y bebederos elaborados con materiales de fácil limpieza, incluso algunos impiden el desarrollo de bacterias. Suelen tener una apariencia natural, al mismo tiempo que son prácticos y tienen efectos ornamentales de cara a la estética del terrario.
– Plantas ornamentales, bien de tipo artificial, fabricadas en plástico, o naturales para los más experimentados.
– Placas térmicas.
– Lámparas especiales para dar calor y luz a los reptiles y anfibios, incluso hay algunas que simulan el efecto de la luz lunar para la visión nocturna de los herpetos.
– Termómetros especiales para controlar la temperatura y humedad del ambiente.
– Termostatos con circuitos que permiten modificar la fuente de calor del terrario, con funciones especiales para día y noche.
– Ventiladores para la correcta ventilación del terrario.
– Sistema de lluvia por goteo para mantener la humedad del terrario. La mayoría de estos dispositivos son programables en función de las necesidades que requiera el reptil o el anfibio.
– Generadores de nieblas, crean un ambiente húmedo con niebla natural.
– Incubadoras especiales si optamos por la reproducción de anfibios y reptiles.
– Transportines para el traslado de los animales.
Clasificación de los terrarios
Con independencia de la multitud de accesorios, en terrariofilia también hay que tener presente los diferentes tipos de terrarios, podemos clasificarlos en función de los materiales empleados en la elaboración de la urna, así tenemos los fabricados de cristal, madera, plástico, e incluso de rejilla o malla, que permiten mayor ventilación del terrario.
Igualmente se pueden clasificar en función del hábitat que se pretenda recrear, en este sentido existen los denominados terrarios desérticos, de bosque y los de tipo tropical, en su interior se originan auténticos microclimas que suplen las necesidades que el herpeto va a precisar a lo largo de su vida. Para determinados animales, es necesario la construcción de los denominados acuaterrarios, los cuales albergan un espacio especial destinado a la introducción de agua esencial en aquellos anfibios o reptiles que precisen de una vida tanto terrestre como acuática.
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