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La tortuga de río con pintas amarillas, Podocnemis unifilis, es un quelonio de agua dulce que se encuentra distribuido por la cuenca del Amazonas. Se integra en la familia Podocnemididae y suborden Pleurodira, al que pertence las tortugas con dificultad de retrotraer la cabeza y cuello dentro del caparazón, dado su peculiar anatomía. En inglés es conocida como Yellow-spotted River Turtle.
Desafortunadamente se trata de una tortuga comprometida, hasta el punto que es catalogada por la UICN como vulnerable, también se encuentra listada en CITES en su Apéndice II.
Cómo es la tortuga de río con pintas amarillas
Sorprende el tamaño de Podocnemis unifilis, de hecho pueden superar los 70 cm de longitud. El caparazón es oscuro o parduzco, salvo el plastrón que es gris. Es característico en la especie unas manchas amarillas estampadas a ambos lados de la cabeza, de ahí su denominación común. El resto del cuerpo presenta un color grisáceo. Sus ojos son prominentes, con orificios nasales muy marcados y el hocico redondeado. Las patas vigorosas al igual que sus uñas.
Las hembras son más grandes que los machos, incluso pueden duplicar su tamaño. La cola, en cambio, es de más grosor y más alargada en individuos varones.
Hábitat y costumbres
Este quelonio presenta costumbres preferentemente diurnas, se puede avistar por ríos y lagos a lo largo de la cuenca del Amazonas. Son semiacuáticas pero con más dependencia al agua. Como el resto de quelonios semiacuáticos gusta tomar el sol especialmente durante las mañanas.
Distribución geográfica de Podocnemis unifilis
La tortuga de río con pintas amarillas se encuentra en Sudamérica se puede localizar en Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador, Perú y Bolivia. Se ha citado su existencia también en Surinam y la Guayana Francesa.
Alimentación de la tortuga de río con pintas amarillas
Los juveniles se alimentan de peces, animales invertebrados y vegetales a diferencia de los adultos que prefieren una dieta herbívora.
Reproducción de Podocnemis unifilis
Las hembras , una vez fertilizadas, se trasladan a tierra firme para construir sus nidos, concretamente hoyos que cavan en la tierra. La puesta comprende de media unos 30 huevos. Las crías, tras la eclosión, migran hacia el agua para culminar su desarrollo.
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