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El dogo de Burdeos pertenece a la categoría de los perros molosos, por lo que es dueño de una fuerte musculatura en todo el cuerpo, una mandíbula de gran potencia, una cabeza grande y un hocico corto. Todas estas características lo convierten en el perro perfecto para cuidarte a ti y a tu hogar.
Entre sus destrezas, también encontramos que es muy ágil y veloz, sumado a un temperamento frío y calmo, por lo que también resulta una raza muy útil para el trabajo y para la caza. Tal vez te estés preguntando qué ocurre con los niños si el perro es tan parco, pues puedes estar tranquilo, ya que el dogo de Burdeos disfruta mucho de la compañía de los niños. Pero la historia no termina aquí, sino que es el perro que todos los padres de niños más inquietos y traviesos eligen, pues su parsimonia le permite tolerar los juegos, un tanto bruscos a veces, de los niños que literalmente “juegan con su mascota”.
Características del dogo de Burdeos
La altura promedio de los machos es de 65 cm, mientras que la de las hembras es de 62 cm. El peso es superior a os 50 kg y 45 kg respectivamente. Posee pelo corto y las tonalidades posibles son caoba o leonada. La máscara tiene que ser acentuada y sus tonalidades pueden ser roja o negra. Su porte es atlético y la musculatura que lo sostiene es contundente y concisa. Los pliegues de piel que se le forman en la cabeza le dan un aspecto muy tierno y angelical, al igual de los labios que cuelgan de su boca para esconder la feroz mandíbula inferior. El dogo de Burdeos posee unas orejas pequeñas, cuya caída enmarca sus ovalados y separados ojos.
Origen de la raza
Este perro de raza gigante que hoy en día conocemos como dogo de Burdeos es descendiente directo de los alanos, los cuales fueron criados e introducidos en el continente europeo por el pueblo iraní del mismo nombre. Los alanos se han extinguido, pero antes de desaparecer, se cruzaron con perros autóctonos y nos dejaron su legado: una raza de perros aguerrida, pero que también sabe dar y recibir el afecto de los miembros de la familia que lo rodean. Debido al carácter combativo de sus antecesores, los cuales se usaban para combate, esta variante del dogo es un excelente guardián de tu casa.
Carácter y personalidad
Cuando la raza estaba estrenándose en el mundo, este can era muy utilizado para luchar contra osos y lobos. Esto lo convirtió en un perro tan temerario, que hasta puede llegar a convertirse en peligroso si es que no está correctamente amaestrado.
El peligro es para ellos un juego de niños, por lo que lo enfrenta sin temor y sin retroceder.
Tienen un carácter muy tranquilo y equilibrado. A no ser que sientan que su hogar está siendo invadido por intrusos, jamás estalla en un torrente de ladridos.
Si su dueño tiene una personalidad poco avasallante y con dificultades para imponer su autoridad, recomendamos que adquiera una hembra, ya que es más sociable y obediente que el macho.
Debido a su procedencia, esta raza ha heredado la dominancia y, si hay otros perros en el hogar que no se hayan criado con él, habrá que adiestrarlo para que no busque la pelea con los mismos.
Cómo y cuándo adiestrarlo
Esta raza en particular requiere de ser educada y adiestrada desde pequeño. Es muy importante que si queremos un adiestramiento profesional, contratemos a un experto, ya que no todos saben que el dogo de Burdeos también necesita de los juegos para lograr un aprendizaje integral. También hay que tener en cuenta que no es un perro que tolere los gritos ni ningún otro tipo de violencia para lograr que se convierta en un perro obediente.
Salud y cuidados del dogo de Burdeos
Dos paseos diarios son imprescindibles para que nuestro amigo no desarrolle padecimientos en los tendones o ligamentos.
Antes de comprarlo, debemos asegurarnos de que ha pasado los dos meses de rigor junto a su madre.
Un cepillado intenso una vez por semana es suficiente para mantener su pelaje sedoso y brillante. Las uñas necesitan de un corte periódico y el baño no puede esperar más de ocho semanas entre uno y otro.
El tamaño y los requerimientos de actividad física hacen que sea necesario contar con un jardín o terraza grande para que el dogo de Burdeos se mueva libremente por el espacio. El juego entre el dueño y el perro es fundamental, tanto para complementar la actividad física como para generar una relación sana entre ambos.
Como toda raza grande, tiene tendencia a generar displasia de cadera en la edad adulta avanzada. A su vez, dado que la salud no es su punto fuerte, también es muy probable que sufra de las siguientes patologías a lo largo de su vida: conjuntivitis, torsión de estómago, afecciones respiratorias y cardiomiopatía.
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