Índice de este artículo
Órganos sexuales en aves
El proceso a través del cual una célula se convierte en un huevo para dar paso a un hermoso polluelo, es realmente fascinante, y para lograr una buena comprensión del tema es necesario conocer un poco mejor la anatomía y funcionamiento del aparato reproductor de las aves.
En ocasiones es difícil diferenciar a las aves, tomando en cuenta solo sus rasgos externos, sin embargo, diferencias marcadas se observan en ambos sexos dese el punto de vista del aparato reproductor de las aves.
Las gónadas son los órganos sexuales donde se producen el esperma y los óvulos. En el caso del macho reciben el nombre de testículos y en la hembra de ovarios. En la mayoría de los mamíferos los testículos están alojados en el escroto, el cual está localizado fuera del cuerpo, sin embargo en las aves, tanto los testículos como los ovarios se encuentran localizados dentro de la cavidad abdominal y, a diferencia de los mamíferos, las hembras poseen solo un ovario funcional.
Aparato reproductor de las aves: machos
El aparato reproductor de las aves machos está conformado por un par de testículos, el epidídimo, ductos deferentes y órgano copulador o falo, este último presente solo en algunas ejemplares (patos, cigüeñas y avestruces). Glándulas sexuales como la próstata, la vesícula seminal y la glándula bulbo uretral que están presentes en mamíferos, no se encuentran en las aves.
En el caso de los testículos, ubicados en lo alto del abdomen y cerca de los riñones, tienen como función principal producir esperma y testosterona (hormona masculina). Morfológicamente los testículos son similares a un frijol, pequeños, avasculares, de superficie lisa y de color blanco, aunque en algunas especies pueden ser total o parcialmente pigmentados.
Su tamaño puede variar, dependiendo de la edad del ejemplar y de la temporada en la cual se encuentre, siendo más largos y grandes en los machos maduros que se encuentran en temporada de apareamiento. En aves que presentan diferentes ciclos de apareamiento, los testículos suelen disminuir su tamaño luego del celo.
Durante el apareamiento, los espermatozoides que ya han madurado a nivel del epidídimo, viajan a través de los conductos deferentes donde serán almacenados o retenidos hasta el momento de la cópula.
Es de resaltar que al igual que los mamíferos, los espermatozoides requieren de bajas temperaturas para madurar, y en el caso de las aves esto se resuelve disminuyendo la temperatura corporal por las noches o almacenando el esperma a nivel de la pelvis inferior, donde la temperatura es más baja que el resto del cuerpo.
En aves sexualmente activas, el esperma tarda menos de dos días en formarse y liberarse.
En la mayoría de las aves, el apareamiento suele llevarse a cabo a través de un breve y repetido contacto entre las cloacas de ambos sexos, aunque en los ejemplares que tienen falo hay una cópula con penetración, que facilita la transferencia de espermatozoides.
En el aparato reproductor de las aves (machos) es de destacar que la testosterona se produce a nivel de células intersticiales, localizadas entre los espacios de los túbulos seminíferos, que se encuentran en el interior de los testículos. Esta hormona será responsable de ayudar a mantener el proceso de espermatogénesis, así como de algunas de las características sexuales secundarias, tales como el comportamiento sexual del macho, forma y color de las plumas (si es diferente de la hembra), así como del desarrollo de estructuras accesorias en algunas especies.
En relación al falo, este es similar al pene en los mamíferos y está localizado en la parte ventral del ave. A diferencia de los mamíferos, el falo tiene un mecanismo eréctil de tipo linfático y el semen hace un recorrido a través de una superficie externa.
Como dato curioso relacionado con el aparato reproductor de las aves, el promedio de líquido seminal en una eyaculación varía dependiendo de la especie, siendo aproximadamente de 0,5 ml en el caso de las gallinas. El líquido resulta altamente viscoso debido a la densidad de esperma por unidad de volumen u una vez que ha ocurrido la inseminación, el esperma podrá mantener su capacidad fertilizadora por un período de días a semanas.
Aparato reproductor de las aves: hembras
En el caso del aparato reproductor de las aves hembras, está adaptado para producir descendencia que se desarrollara en huevos y fuera del cuerpo de la madre. Este sistema en las aves, está conformado por dos ovarios y un oviducto, que a la vez conduce a una cloaca.
Como dato a destacar en el aparato reproductor de las aves hembras, es el hecho de que solo es funcional el ovario izquierdo, ya que el derecho degenera durante las primeras etapas del desarrollo. Estructuralmente el ovario consta de dos partes, médula y córtex. La médula está formada de tejido conectivo, nervios, musculatura lisa y vasos sanguíneos, mientras que el córtex recubre la médula y contiene el oogonio, estructura formada por células precursoras que darán lugar a los óvulos (oocitos). Cada óvulo comienza como una sola célula rodeado de una membrana (vitelo), y a medida que se desarrolla se forma una yema, cuyo color dependerá de los pigmentos liposolubles presentes en la dieta del ave. Finalmente cuando el óvulo madura (proceso denominado ovulación), será liberado del ovario hacia el oviducto.
Los ovarios de las hembras maduras presentan grupos de pequeños folículos, que durante la época de apareamiento entran en una fase rápida de crecimiento y maduración, sin embargo luego de una actividad sexual tienden a disminuir su tamaño. El número de óvulos y de huevos producidos dependerá de la especie.
Aparte de producir óvulos, el ovario también tiene como función liberar hormonas femeninas (estrógeno y progesterona).
En el caso del oviducto, se trata de un tubo estrecho y uniforme en diámetro, con glándulas que secretan sustancias que formarán parte del huevo, como son la albúmina (clara del huevo) y la cáscara. En aves que son activas sexualmente el oviducto ocupa gran parte de la cavidad abdominal.
Formación del huevo
Hay 5 regiones asociadas con la formación del huevo: el infundíbulo, magnum, istmo, útero y vagina.
El infundíbulo, es la primera parte del oviducto, donde se recibe el óvulo liberado por el ovario y posteriormente es en ese mismo sitio, donde ocurrirá la fertilización.
El magnum, es la segunda y más larga sección del oviducto, encargada de secretar la albúmina alrededor del óvulo fertilizado.
El istmo, es una región corta que produce las membranas interna y externa de la cáscara, las cuales son secretadas alrededor del óvulo y la albúmina.
El útero es un segmento del oviducto, de paredes gruesas, ubicado justo después del istmo y donde normalmente es retenido el huevo mientras se forma la cáscara, hecha principalmente de carbonato de calcio. Por lo general el huevo permanece en el útero aproximadamente 20 horas.
Finalmente, en el aparato reproductor de las aves hembras, está la vagina, que aunque no participa en la formación del huevo, ayuda en la expulsión del mismo a través de la cloaca, estructura por donde también el ave elimina orina y heces.
Al final todos los nutrientes que el embrión necesita para desarrollarse van a estar contenidos en el producto final, que es el huevo.
Bibliografía aparato reproductor de las aves
– Johansen, H., (2012)
– Pitcher et al. (2005)
– Visser et al. (2009)
– Brennan et al. (2010)
– Jacquie Jacob and Tony Pescatore. (2013)
Deja una respuesta