Sistema nervioso de las aves y órgano de los sentidos

Sistema nervioso de las aves (cerebro)
Sistema nervioso de las aves (cerebro)
1.- Nervio olfativo, 2.- Lóbulo olfativo, 3.- Lóbulo óptico, 4.- Cuerpo pituitario, 5.- Bulbo raquídeo, 6.- Médula espinal, 7.- Hemisferio cerebral, 8.- Glándula pineal, 9.- Cerebelo.

Las aves poseen 12 pares de nervios craneales distribuidos en forma parecida a la de los mamíferos, esto hace que el sistema nervioso de las aves se encuentre bien desarrollado, también, aunque no lo parezca, poseen un cerebro eficiente que lo hace fundamental en la integración de estímulos y control al momento de desarrollar el vuelo.

En las aves, los ganglios basales que se ubican en el piso cerebral se han desarrollado y cubren las funciones nerviosas de mayor importancia, poseen una proporción diferente en la región de la médula espinal con relación a la de los mamíferos. En gran parte, esto se debe a que la mayoría de las aves no necesitan coordinar tan específicamente la actividad de sus miembros anteriores, en la misma medida que lo hacen los mamíferos, también podría deberse al gran ensanchamiento que poseen la zona cervical y lumbar de su médula espinal.

Estructuras de vital importancia en el sistema nervioso de las aves

En el sistema nervioso de las aves es de destacar que poseen un cerebro mucho más desarrollado que el de los reptiles, peces y anfibios, siendo este la estructura primordial del sistema nervioso de las aves, pero también hay otras estructuras de gran importancia como lo son el encéfalo, cerebelo, lóbulos ópticos y médula espinal.

Encéfalo

El encéfalo de las aves es de forma esferoidal, se encuentra contenido en el cráneo, está unido a la médula espinal a través del bulbo raquídeo, comprende básicamente el cerebro, cerebelo e istmo del encéfalo. El encéfalo dispone de un pequeño espacio, ya que el pico y los ojos son los de mayor predominio, por lo cual en cierta medida el encéfalo se encuentra comprimido, los hemisferios están perfectamente definidos con el cerebro.

La porción más desarrollada del encéfalo es la que controla las funciones que están ampliamente vinculadas con el vuelo; en tanto el cerebelo controla los movimientos, los hemisferios cerebrales controlan los patrones de conducta como el apareamiento, la construcción de sus nidos y el sentido de la orientación, este último es de mucha importancia, ya que las aves necesitan una buena orientación al momento del vuelo, incluso las no voladoras al momento de la huida de sus depredadores.

El Cerebelo

En el sistema nervioso de las aves, el cerebelo es un centro de coordinación vital y es el que está ampliamente relacionado con el desarrollo del sentido del equilibrio, mientras que el bulbo raquídeo controla las reacciones involuntarias.

Lóbulos ópticos

Los lóbulos ópticos son estructuras relacionadas con el sistema nervioso de las aves que sobresalen lateralmente en el cerebro medio, conforman un aparato de asociación visual parecida a la corteza visual de los mamíferos, excepto en las no voladoras.

Médula espinal

La médula espinal cobra importancia en el sistema nervioso de las aves al ser la encargada de comunicar todo el cuerpo con el encéfalo.

Órganos de los sentidos de las aves

Ojos

Los ojos destacan por su gran agudeza, estos pueden adaptarse de manera admirable a la distancia donde se encuentran los objetos, ya que son los principales órganos de los sentidos mejor desarrollados y del que dependen la mayoría de las aves. El ojo se encuentra preparado con una estructura vascular y pigmentada, que se extiende desde muy cerca del nervio óptico hasta el humor vítreo, se cree que su principal función es la de nutrir la retina, esta estructura se conoce con el nombre de pecten y es única en las aves, también en algunos reptiles.

Los ojos poseen movilidad limitada pero en especies como los búhos se encuentran fijos, aunque presentan la capacidad de girar su cabeza hasta 270 grados, lo que compensa el hecho de tener los ojos fijos. Las aves depredadoras poseen una visión bifocal, se debe a que poseen más de 4 tipo de bastones, es decir, que presentan más conexiones nerviosas entre fotoreceptores y el cerebro. Aunque en su mayoría mantienen una visión de tipo binocular parcial y pueden determinar las distancias mientras cazan. Las aves poseen una membrana nictitante de gran movilidad y que se moviliza barriendo la córnea, tiene como función lubricar y proteger la córnea.

Oídos

Las aves poseen un oído eficiente como órgano de los sentidos, sobre todo las de hábitos nocturnos, el oído externo carece de pabellón de la oreja, el oído medio es muy parecido al que poseen los reptiles, tiene una columnilla que transmite las vibraciones de la membrana timpánica al oído interno; mientras que el oído interno esta conformado por una porción vestibular y una cóclea, es decir, que los receptores del equilibrio y los auditivos se agrupan en el órgano vestibulococlear.

Olfato

El sentido del olfato es un órgano de los sentidos muy rudimentario, ya que los lóbulos olfatorio son más reducidos; las estructuras olfatorias en las aves han desaparecido casi por completo. Las estructura de las fosas nasales están adaptadas al vuelo, a la sensibilidad y velocidad del aire, dichas estructuras, en sí, responden a la presión dada por el aire cuando el ave esta volando; sin embargo, órgano de los sentidos como el olfato es más desarrollado en especies necrófagas, ya que encuentran la carroña a través del mismo.

Gusto

En general, el sentido del gusto está muy poco desarrollado, sin embargo presenta papilas gustativas en la lengua y en el paladar blando, aunque en menor proporción que los mamíferos, se puede decir que tienen un sentido del gusto agudo, pero no son sensibles a los sabores dulces, amargo o ácido.

Tacto

Básicamente el sentido del tacto está concentrado en sus zonas no cubiertas por plumas, como lo son el pico y las patas. Las aves que usan sus picos al momento de buscar alimentos poseen un sentido más desarrollado en dicha área, en la medida que necesitan mayor sensibilidad para encontrar sus presas.

No presentan glándulas sudoríparas como los mamíferos, estas se refrescan cuando buscan la sombra, concretamente dejando que el calor se disipe por sus áreas desnudas y exponiendo esas áreas al aire fresco, también lo hacen respirando a través de la boca (pico) para disipar el calor del interior del organismo.

El buen funcionamiento del sistema nervioso de las aves, así como sus correspondientes órganos de los sentidos permite que se desarrollen en sus hábitats naturales de forma adecuada y que sobrevivan al entorno.

Bibliografía

Dr. F. Gil Cano (2009).

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