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Los últimos avances científicos y tecnológicos en medicina veterinaria causaron un incremento del tiempo de vida promedio para muchas especies domésticas como el perro y el gato. Sin embargo, el paso del tiempo en estos individuos dio lugar al surgimiento de enfermedades y trastornos del comportamiento asociados a la vejez. Así como ocurre en gatos, las enfermedades del perro anciano son actualmente abordadas dentro de un campo mucho más específico conocido como geriatría veterinaria.
Describiremos los cambios que ocurren durante el envejecimiento animal, sus consecuencias y las principales enfermedades del perro anciano.
Fisiología del envejecimiento
Antes de detenernos en las enfermedades del perro anciano, resulta interesante conocer el mecanismo natural del envejecimiento en los perros y demás mamíferos.
El envejecimiento es un proceso biológico complejo que afecta gradualmente la integridad y funcionamiento de los diferentes sistemas corporales del animal. Esta serie de cambios hacen que el organismo sea cada vez menos capaz de responder ante desbalances internos o agresiones externas, y tenga así mayor posibilidad de enfermar.
En cada célula del cuerpo existe una especie de “reloj biológico” representado por sitios específicos del material genético, que reciben el nombre de telómeros. Parece ser que estos telómeros son los encargados de frenar la maquinaria y funcionamiento de la célula ante señales de envejecimiento celular.
La edad del perro viejo
Existen diferencias sutiles en la bibliografía para definir la edad a partir de la cual un perro se considera viejo.
En líneas generales, los perros de mayor tamaño envejecen más tempranamente en comparación con los ejemplares pequeños.
Como referencia, un perro se considera viejo o geronte a partir de los diez años. Pero de acuerdo al tamaño del animal, la edad de envejecimiento promedio podría ser: perros pequeños, nueve a trece años; medianos y grandes, de siete a once años, y los perros gigantes entre seis y nueve años.
Si bien ese dato está fuertemente vinculado al tamaño del animal, sabemos que puede haber variaciones debido a la raza y demás características genéticas. Los perros mestizos son en promedio más longevos que las razas puras o mixtas, al mismo tiempo, la edad de envejecimiento puede variar entre razas de igual tamaño.
Cambios de comportamiento en el animal geronte
En primer lugar, los cambios de comportamiento en los perros pueden ocurrir bajo diferentes circunstancias y edades. Independientemente de si se trata de un perro joven o anciano, ciertas modificaciones en el ambiente así como numerosas enfermedades pueden generar cambios en el comportamiento del animal.
A su vez, existen enfermedades de base neurológica que afectan en forma directa el comportamiento, incluso otras que por dolor o desequilibrio a nivel orgánico, provocan indirectamente cambios en los hábitos y conducta general del perro.
Sin embargo, pueden reconocerse cambios de comportamiento asociados al proceso natural de la vejez. Entre los más comunes, se encuentran: alteraciones o pérdida de la agudeza en los sentidos y la función cognitiva, alteraciones en la movilidad, ansiedad por separación, respuestas agresivas, vocalización en exceso y fobias, entre otros.
Cambios en órganos y tejidos asociados a la vejez
Diferentes estudios han podido demostrar los cambios asociados al envejecimiento en muchos órganos o sistemas de perros y otras especies de mamíferos.
Algunos de sus resultados, incluyen: disminución en el número de células y respuesta antigénica del sistema inmune; cambios celulares y vasculares, así como depósitos de pigmentos y calcificaciones en sistema nervioso central; fibrosis en válvulas y en células del miocardio; disminución del volumen muscular en aquellos músculos que intervienen en la respiración, finalmente cambios celulares en hígado y riñones.
Sin duda, estos cambios explican la mayor predisposición de los tejidos afectados para la aparición de las enfermedades del perro anciano.
Enfermedades del perro anciano
Podemos agrupar las enfermedades del perro anciano más frecuentes considerando el órgano o sistema que resulta afectado.
En la mayoría de los casos, estas enfermedades del perro anciano presentan un curso crónico.
Enfermedades cardiovasculares
En líneas generales, los perros de razas pequeñas tienden a sufrir trastornos de las válvulas cardíacas, en comparación con las razas grandes en donde la cardiomiopatía dilatada es la principal afección.
Pueden manifestarse como intolerancia al ejercicio, tos, pérdida de masa muscular y acúmulo de líquido en cavidades torácica o abdominal, entre otros.
Artrosis
La artrosis se define como una enfermedad degenerativa del cartílago articular. Si bien en los perros la forma senil no es la más reportada, los signos y complicaciones aparecen comúnmente a edad tardía.
Las causas mayormente involucradas son alteraciones del crecimiento, esfuerzos, traumas y demás lesiones mal curadas, que provocaron inestabilidad articular y degeneración consecuente.
Los signos incluyen dolor en diferentes grados y la característica claudicación o cojera en frío. En casos avanzados puede haber atrofia muscular.
Cáncer
La mayoría de los tumores asociados a cáncer en perros se presentan a edad avanzada. Entre los más frecuentes podemos mencionar: cáncer de hueso, principalmente en machos de razas gigantes, linfoma, tumores mamarios, prostáticos y testiculares, entre otros.
Enfermedades del aparato digestivo
Dentro de las enfermedades del perro anciano, los trastornos digestivos más relevantes incluyen las enfermedades dentales y las causas de disfunción hepática.
La presencia y acúmulo de sarro en los dientes son una complicación frecuente en animales adultos y viejos. Su formación y depósito están vinculados con la dieta pero también se reconoce una predisposición individual. El acúmulo de sarro produce inflamación y dolor en el límite entre la pieza dentaria y la encía, pudiendo afectar la raíz del diente y provocar complicaciones por ingreso de bacterias a nivel sistémico.
En cuanto al hígado, diversas situaciones pueden alterar su función en animales añosos, por ejemplo: fibrosis y cirrosis hepática, infección o inflamación de tipo crónicas, tumores hepáticos, y daños del órgano por metabolismo de medicamentos y toxinas.
Otros trastornos o enfermedades del perro anciano
Otros trastornos o enfermedades del perro anciano, de aparición frecuente, incluyen: la incontinencia urinaria o fecal, las enfermedades crónicas del riñón, la hiperplasia prostática benigna en machos y la piómetra en hembras.
Una mención aparte merece el trastorno neurológico conocido como disfunción cognitiva o demencia canina.
Esta enfermedad ocurre por un daño neuronal gradual en el cerebro, cuyo mecanismo presenta muchas similitudes con la enfermedad de Alzheimer en humanos. Es una condición compleja que se manifiesta por cambios en el comportamiento como ansiedad, desorientación y pérdida de conductas aprendidas, entre otros.
Como regla general, los cambios de comportamiento deben abordarse como un todo, tanto en animales añosos como en individuos jóvenes.
Siempre se debe descartar la existencia de una enfermedad de base que pueda causar dichos cambios, antes de pensar en alteraciones de conducta vinculados solo al ambiente o a la edad.
La atención veterinaria desde los primeros años de edad es indispensable para que el animal alcance y transite su vejez con la mejor calidad de vida posible.
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