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El cáncer en perros es una entidad frecuente de la clínica veterinaria, presentándose principalmente en animales adultos.
Existen múltiples lesiones o tumores asociados a cáncer en perros, los cuales pueden localizarse en cualquier lugar del organismo. Su aspecto y comportamiento es variable, así como el tratamiento y pronóstico de la enfermedad.
Tumor y comportamiento
Una lesión tumoral aparece como resultado de un crecimiento anormal y descontrolado de células en algún tejido u órgano del cuerpo; estas células pueden ser idénticas al tejido que las originó o diferenciarse de este en mayor o menor grado.
En condiciones normales, el organismo promueve tanto la división como la muerte de las células en función de sus necesidades. A diferencia de estos mecanismos, el crecimiento tumoral no responde a una necesidad específica, y se desarrolla de manera patológica escapando al control habitual.
Tumores benignos y malignos
De acuerdo a su aspecto y comportamiento biológico, los tumores pueden ser considerados benignos o malignos.
En líneas generales, los tumores benignos sólidos están bien circunscriptos, con límites más o menos definidos, y crecen en forma expansiva sin invadir los tejidos circundantes ni diseminarse a otros órganos del cuerpo. Sus células son iguales o muy similares a las del tejido origen, a diferencia de los tumores malignos en los que la anaplasia o atipia celular es característica.
Los tumores malignos sólidos se caracterizan por tener límites más irregulares, crecer rápidamente, e infiltrarse en los tejidos circundantes compitiendo por espacio y nutrientes. Pueden ser muy agresivos a nivel local, y son capaces de propagarse por linfa, sangre o contacto directo hacia otros órganos y tejidos corporales.
Existe otra forma de proliferación celular anormal que no cumple el aspecto característico de las masas sólidas. Es el caso de las neoplasias hematopoyéticas conocidas como leucemias.
Los tumores benignos se relacionan comúnmente con un mejor pronóstico, sin embargo su condición de benignidad muchas veces es relativa. En ciertos casos, su ubicación puede comprometer la funcionalidad de algún órgano como los tumores en cerebro o corazón; incluso pueden ser muy activos hormonalmente y causar importantes desequilibrios internos.
Los tumores malignos son las lesiones primarias asociadas a los diferentes tipos de cáncer en perros.
Desarrollo de cáncer en perros
Existen diferentes factores que pueden predisponer al desarrollo de cáncer en perros. Entre ellos se reconocen: algunos tipos de toxinas y contaminantes ambientales, las radiaciones ultravioleta, procesos irritantes o traumáticos crónicos, algunos virus, y factores endógenos como hormonas o alteraciones de origen hereditario.
Por diferentes mecanismos, estos factores dañan o alteran las células de órganos y tejidos específicos sin llegar a provocar su muerte, lo que se conoce como daño subletal. En el desarrollo de tumores asociados a cáncer en perros, estas células “sobrevivientes” modificadas evaden el sistema inmunitario y todo intento de freno por parte del organismo. De esta manera, pueden continuar replicándose dando origen a los distintos tipos de cáncer en perros.
Tipos más frecuentes de cáncer en perros
En los perros, las lesiones tumorales aparecen habitualmente en piel, subcutáneo, glándula mamaria, y con relativa frecuencia en otros órganos y tejidos. Describiremos los tipos de cáncer en perros más habituales.
Tumores malignos mamarios
Los tumores malignos mamarios representan el tipo de cáncer más frecuente en perras. Ocurre principalmente -pero no exclusivamente- en hembras, a partir de los siete años de edad.
Las lesiones tumorales pueden ser únicas o múltiples, y ambas líneas mamarias pueden verse afectadas al mismo tiempo.
La castración precoz es considerada hasta hoy como el principal factor influyente en la incidencia de cáncer de mama en perros. La probabilidad de desarrollar la enfermedad es prácticamente nula cuando dicha cirugía se realiza antes del primer año de vida.
El aspecto de las lesiones es variable, pudiendo observarse desde nódulos palpables hasta lesiones sangrantes. Independientemente de la cantidad, tamaño y aspecto de las lesiones, el cáncer de mama en perros presenta una alta capacidad para diseminarse hacia otras regiones del cuerpo.
Mastocitoma
El mastocitoma es la lesión tumoral cutánea más común en perros, afectando tanto hembras como machos adultos. Todas las razas de perros pueden desarrollar este tipo de cáncer, pero se reportan casos principalmente en bóxer, así como labrador, bulldog, golden retriever, entre otros.
En el estudio de la génesis del mastocitoma se han evaluado tanto causas externas como factores hereditarios.
Las lesiones cutáneas pueden tener diferente aspecto, localización y comportamiento biológico. Se ubican principalmente en tronco y región perineal, extremidades, y con menor frecuencia en cabeza y cuello.
El aspecto de los tumores es variable, puede confundirse con otros tipos tumorales o incluso lesiones de diferente origen. Sin embargo, la apariencia más común es la de nódulo firme, de tamaño cambiante, alopécico y muchas veces ulcerado.
Su componente celular, los mastocitos, liberan sustancias activas que son responsables de las complicaciones y signos característicos de la enfermedad.
Osteosarcoma
El hueso es sitio común de metástasis para otros tipos de cáncer en perros, pero el osteosarcoma canino representa el tumor óseo de tipo primario más común en la especie.
La edad de presentación es variable, pudiendo afectar tanto animales jóvenes como adultos.
El osteosarcoma se presenta principalmente en machos de razas grandes y gigantes, ubicándose con mayor frecuencia en los huesos de las extremidades.
La lesión tumoral es muy dolorosa. El dato característico de la anamnesis es la aparición de cojera (claudicación) sin antecedente de trauma. Puede también observarse deformidad durante la inspección del hueso afectado.
Linfoma
El linfoma es la neoplasia hematológica más frecuente en perros.
Afecta animales de cualquier raza y sexo, principalmente entre los seis y doce años.
La base de la enfermedad es la proliferación de células linfoides malignas en linfonódulos y tejido linfático de diversos órganos.
Puede tener diferentes aspectos histológicos y presentaciones clínicas, siendo la forma llamada multicéntrica la presentación más común en perros.
En el linfoma multicéntrico, pueden observarse los ganglios linfáticos superficiales del animal aumentados de tamaño. Con el avance de la enfermedad, las células pueden diseminarse y afectar diversos órganos como hígado, bazo y médula ósea. El linfoma canino no produce fiebre ni dolor, escondiendo muchas veces la verdadera severidad de este tipo de cáncer en perros.
Otros tipos de cáncer en perros
A modo de mención, otros tipos de cáncer en perros de variada presentación pero igualmente importantes son: los tumores prostáticos y testiculares malignos, principalmente en machos de edad avanzada; los melanomas, pudiendo ser cutáneos y, con peor pronóstico, de cavidad bucal; por último, el hemangiosarcoma de bazo, un tumor de vasos sanguíneos que afecta animales gerontes y puede ubicarse también en corazón, piel y otros órganos.
Breves consideraciones de tratamiento
En líneas generales, el tratamiento de cáncer en perros dependerá siempre del comportamiento de la enfermedad y el momento de la detección.
Las opciones terapéuticas incluyen drogas quimioterápicas de acción local o sistémica, la radioterapia y la cirugía, entre otros.
Los protocolos para el tratamiento de los distintos tipos de cáncer en perros son variables, pudiendo realizarse como monoterapia u opciones combinadas.
Existen además valiosas herramientas adyuvantes en el tratamiento y recuperación del animal con cáncer como la inmunoterapia y la homeopatía veterinaria.
El pronóstico del cáncer en perros dependerá principalmente del tipo involucrado, pero la detección precoz y la colaboración del propietario durante el tratamiento serán fundamentales para un resultado satisfactorio.
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