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Cuando tomamos la decisión de tener una rana en casa, debemos tener presente que estaremos integrando en el hogar a un anfibio, un animal que queremos convertir en mascota pero que no interactúa con nosotros de la forma en que lo hacen las mascotas tradicionales.
Estos anfibios son muy delicados y no están adaptados para que los convirtamos en animales falderos, es más, ni siquiera deberíamos tocarlos demasiado. El atractivo de tener una rana de mascota radica en lo exótico de su apariencia y en su belleza, no en las actividades que podamos hacer junto a ellas.
Lo más importante es proveer a nuestra rana con el ambiente y los cuidados necesarios para que su bienestar siga estando en primer lugar. Por ello te hablaremos del terrario adecuado, de la temperatura y de la clase de alimentación que debe recibir.
En cuanto a especies populares puedes consultar nuestro artículo haciendo clic aquí.
Cómo tener una rana en casa en las mejores condiciones
Terrario para ranas
Se trata del habitáculo de tu rana, por lo que debe reproducir las condiciones naturales todo lo posible. No es necesario que sea demasiado grande, aunque ha de adaptarse a la especie en cuestión, no olvidemos que existen ranas terrestres y aquellas que se inclinan por hábitat acuáticos, estas últimas estarán mejor en un acuaterrario.
El terrario o acuaterrario deberá permanecer siempre cerrado para así conservar la temperatura y la humedad, dos factores que revisten importancia al tener una rana en casa, además muchas son saltadoras, por lo que evitará que se pueda extraviar. La forma del terrario puede ser más alto que ancho o a la inversa, una vez más, en función de las costumbres del anuro, los arborícolas tienden a las alturas, por lo que más alto que ancho es mejor; otros, en cambio, precisan caminar más, en este caso se adaptaría mejor en una urna alargada y no muy alta.
Sustrato
Es conveniente comprarlo en una tienda para mascotas, ya que viene con los componentes necesarios para el confort y salud de tu rana. Este debe contar al menos con tres centímetros de espesor. Existen varios preparados en el mercado: tierra especial, musgo, fibra de coco… Regularmente debe pulverizarse para que retenga humedad, también cada cierto tiempo habrá que renovar y retirar el que ya se conserva en mal estado, una medida de higiene que previene muchas enfermedades a la propia rana.
Para las acuáticas, una parte del terrario estará con sustrato y otra con agua.
Recipiente de inmersión
Tener una rana en casa, supone cierta responsabilidad con sus cuidados, es un anfibio, que requiere de bastante humedad, por esa razón nuestra mascota necesitará de un espacio para darse un baño y mantener su piel en óptimas condiciones. Para las arborícolas o terrestres no es necesario que el recipiente con agua tenga profundidad.
Temperatura
La temperatura está en función con la especie en cuestión, al igual que la humedad, por esa razón es importante conocer la especie según sus costumbres en estado salvaje. Para las que viven en climas cálidos, durante el día, la temperatura dentro del terrario deberá estar comprendida dentro de los 24ºC y los 27ºC, mientras que en la noche la temperatura mínima es de 20ºC.
Existen en el mercado multitud de accesorios sofisticados útiles para regular la temperatura y poder mantener la humedad que requiere la rana.
Plantas y musgo
Las plantas artificiales son una buena elección, ya que no requieren cuidados especiales y perduran más en el tiempo que las naturales, además de que su función principal va a ser proporcionar refugio o ayudar a trepar, también su propósito es de tipo ornamental. Las arborícolas prefieren vegetales naturales, es importante conocer sus preferencias y tener un poco de experiencia en el cuidado de los mismos.
En el caso del musgo, del que ya hemos hablado con anterioridad, deberá ser comercial, recolectarlo de la naturaleza no es aconsejable por la posibilidad de que presente parásitos u otras afecciones perjudiciales para la rana. Su cometido es ayudar a conservar la humedad y hacer que tener una rana en casa no implique al animal vivir en un ambiente demasiado diferente del que encontraría en la naturaleza misma.
La importancia de la alimentación al tener una rana en casa
El alimento del que proveamos a nuestra rana va a depender de la especie, generalmente se alimentan de invertebrados, aunque las más voraces pueden llegar a alimentarse de ratones muy pequeños y hasta de otros anfibios.
En las propias tiendas especializadas en reptiles y anfibios se puede adquirir alimentos vivos como grillos, gusanos, larvas y otros insectos, nos ayudará a la tarea de tenerlos siempre a nuestra disposición y no recolectarlos del medio salvaje.
Los preparados vitamínicos especiales para ranas son también recomendables, especialmente para suplir las carencias nutritivas que pueden presentar llevando una vida en cautividad.
Como último consejo para los que deseen tener una rana en casa, es su adquisición legal, bien a través de criaderos o en tiendas especializadas, no recolectarlos del medio salvaje, puesto que se pondría en declive la especie, además se adaptaría peor a una vida en cautividad. Llevar un control de heces a través de un veterinario especializado en exótico también es muy relevante, pues son proclive a tener ciertos parásitos internos. Finalmente no olvidar exhaustivos controles de temperatura y humedad que habrá que adaptarlos al hábitat de la especie en cuestión.
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