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Los rayos X están formados por partículas llamadas fotones que se desplazan en línea recta. Pueden atravesar los átomos y seguir en línea recta, o bien chocar con sus núcleos. Al chocar con los núcleos se absorben o se dispersan.
Interactúan con la materia y pueden producir:
– Imagen latente, sombra del animal, en una placa radiográfica.
– Fluorescencia.
– Cambios biológicos en los tejidos vivos, radiaciones ionizantes.
Al hacer una radiografía, una parte de los rayos X es absorbida por los tejidos del paciente. Los fotones no absorbidos atraviesan al paciente, llegan a la película radiográfica. Cuando la película se procesa químicamente, revelado, aparece una imagen permanente: la radiografía.
Los fotones de los rayos X son absorbidos en más o menos grados según:
– El poder de penetración.
– La naturaleza de la sustancia atravesada.
La máquinas de rayos X se debe ajustar según el tamaño de animal; además, debido a los cambios biológicos en los tejidos vivos, es necesario prestar especial atención a las medidas de seguridad.
Maquinaria de Rayos X
Las máquinas de rayos X son aparatos diseñados para crear rayos X a diferentes intensidades, se canalizan de forma que atraviesen una parte del cuerpo del animal, impresionando una imagen en una película que con un posterior tratamiento puede ser visualizada, de esa manera se aprecia el estado interno del animal.
Consta de un tubo de vidrio, en un extremo presenta un cátodo, tiene un filamento calentable de tungsteno y un ánodo, preparado para recibir el impacto de los electrones resultantes del calentamiento del cátodo. Controlando ciertos parámetros mediante un panel de control se puede regular la intensidad de los rayos X o el tiempo de exposición. Estos son:
– mA: Miliamperaje, números de rayos X que van a impactar contra el ánodo.
– Kv: kilovoltaje, energía contenida en los rayos X.
– Tiempo de exposición, si se modifica junto con el miliaperaje, regulará la energía necesaria o números de rayos X necesarios para obtener la imagen. A mayor duración de exposición más posibilidad de que se mueva el animal. El tiempo de exposición debe ser mínimo.
El colimador es un elemento que sirve para dirigir los rayos X producidos en una única dirección mediante paredes plomadas y una serie de láminas plomadas que se pueden acercar y alejar en función de la zona que se desee captar. Posee una luz exterior para guiar o seleccionar la zona irradiada.
Los chasis son estructuras en forma de libro que se cierran herméticamente y en las que en su interior se coloca una película radiográfica que va a captar la imagen que interesa. Se deben cargar en una habitación oscura, con una luz especial para evitar que el papel radiográfico se vele y se estropee.
También se pueden colocar pantallas intensificadoras, que reflejan la radiación, permitiendo aumentarla y así poder bajar el tiempo de exposición, medida muy útil cuando se trabaja con animales, ya que pueden moverse en cualquier momento y no pueden dejar de respirar voluntariamente. Normalmente se localizan en el chasis.
El papel radiográfico está formado por una pantalla de revelado con sales de plata, que se ven modificadas al contacto con los rayos X, de esa manera permiten formar una imagen. Tiene una base de celulosa que se tinta al impactar la radiación y, dependiendo del tamaño de grano de las sales, permiten:
– Grano grueso: Se pierde en nitidez pero se gana en tiempo de exposición, que es más bajo.
– Grano fino: Son más lentas, aunque aumenta enormemente la nitidez, es muy utilizado en animales exóticos pequeños.
Un elemento adicional muy utilizado es la pantalla anti-difusora, elimina la radiación difusa resultante del rebote en la materia y que puede provocar un empeoramiento de la imagen. Consta de un conjunto de láminas plomadas perpendiculares que hacen que solo atraviesen los rayos X bien dirigidos, y los demás reboten lejos de la película, para ello es necesario incrementar el miliamperaje y el tiempo de exposición.
En veterinaria se usa un pedal para activar el aparato, puesto que es importante la utilización de las manos para inmovilizar al animal a menos que esté sedado.
En las clínicas veterinarias actuales existen dos tipos de maquinaria:
– Maquinaria analógica: Se utilizan películas radiográficas que deben ser procesadas.
– Maquinaria digital: La información proveniente de la captación de rayos X, mediante chasis especiales que no necesitan tratamiento químico, ya que son procesadas digitalmente, lo que permite un análisis de una foto más exhaustiva si se tiene en cuenta las técnicas de ampliación y análisis informático, además, ahorran bastante tiempo. Existen adaptaciones digitales en forma de chasis para máquinas analógicas.
Es necesario marcar las radiografías de los animales para su correcta identificación. Pueden marcarse antes de comenzar, mediante letras y números plomados, también suele marcarse el lado izquierdo o derecho del animal para facilitar la interpretación. Igualmente pueden marcarse antes del comienzo con una cámara de marcado e incluso después con lápices o rotuladores de tinta blanca. Los datos que se suelen marcar son:
– Nombre del animal.
– Fecha de realización.
– Área anatómica.
– Posición y proyección del animal.
– Parámetros de mA, Kv y tiempo de exposición.
Procesado de la radiografía
Todo el procesado debe llevarse a cabo en un cuarto acondicionado con los materiales necesarios y con una luz de revelado. El proceso es el siguiente:
Revelado: Reacciones químicas que permiten la obtención de una imagen. Se trata de convertir las sales de plata que han sido expuestas a radiación del papel en plata metálica. Se sumerge en una solución de revelado. El revelado depende del tiempo y temperatura, ya que si transcurre demasiado tiempo, se obtiene una radiografía ennegrecida, en lo que se refiere a la temperatura, lo ideal son 20 ºC.
Lavado: también denominado “baño de paro”, se realiza en agua corriente para eliminar las sales de plata no irradiadas y restos del líquido.
Fijación: La película aún es sensible a la luz blanca. Retira de la placa los cristales de plata sin impresionar, por lo que deja la plata adherida a la placa. Se consigue endurecer la emulsión para evitar marcas.
Lavado: Para retirar los restos de agentes químicos.
Secado con un secador o por aire: Se cuelgan la radiografías en un soporte para facilitar el trabajo.
Interpretación radiográfica. Formación de la imagen
La magnificación es el agrandamiento de la imagen con respecto a su tamaño real. Ésta depende de la distancia entre el animal y la placa, y la distancia entre la fuente de rayos y la placa.
Al aumentar la distancia objeto-placa, la magnificación aumenta y se pierde nitidez. Por lo tanto, hay que situar siempre la parte que interesa más próxima a la película.
La imagen distorsionada es la que no representa la verdadera posición o forma de un objeto. Se debe a una magnificación desigual de diferentes partes del mismo objeto. Esto puede minimizar manteniendo al animal lo más paralelo a la mesa posible.
Además, hay que pensar en 3 dimensiones. La radiografía viene en 2 dimensiones, pero la realidad es de 3 dimensiones. La colocación correcta del animal facilita el reconocimiento de las estructuras.
Casi siempre es necesario dos vistas con una diferencia de 90º entre sí. En muchos casos una lesión puede verse en una sola de las proyecciones, o bien cueste verse en una determinada proyección.
Por otro lado, una placa dura es la placa quemada o sobreexpuesta. Aparecerá demasiado negra. Una placa blanda es una placa infraexpuesta.
La imagen obtenida en la radiografía va a ser determinada por la densidad de los tejidos que tienen que atravesar, el espesor y el kilovoltaje.
– La imagen será más oscura cuanto mayor sea el kilovoltaje, espesores pequeños y densidad pequeña.
– La imagen será más clara cuando el kilovoltaje sea menor, mayor sea la densidad o mayor sea el espesor de la muestra.
La radiodensidad es el grado de absorción de energía de un cuerpo. Depende de su composición, densidad y grosor. No es lo mismo la densidad de un tejido o de pus, en una radiografía se verá de distinto color, de distinta tonalidad, más oscuro o más claro.
Aquellos elementos que se ven en colores claro (el tejido absorbe mucha energía) se denominan radiopacos o radiodensos, mientras que los oscuros ( deja pasar la mayoría de la radiación) se ven radiotransparentes o radiolúcidos.
En el cuerpo, de mayor a menor densidad, y de más blando a más negro, encontramos: Metal (cuerpos extraños), calcio (huesos), agua o tejido blando, grasa y aire.
Gases
– Sustancia radiolúcida.
– En la imagen radiológica aparecerá negro o de color gris muy oscuro.
– En principio, que contengan aire encontramos el pulmón, la tráquea, el estómago y los intestinos.
Grasa
– Tejido que tiene poca capacidad de absorción.
– Radiolúcido.
– Color gris oscuro.
Tejidos blandos
– Densidad semejante a la del agua.
– Normalmente hay variedad de grises porque entre ellos difieren en volumen, espesor, compactación…
– A mayor grosor, mayor radiopacidad.
Hueso
– El material biológico más radiodenso.
– Normalmente aparecerá de color blanco.
Metal
– Puede aparecer con frecuencia en las radiografías.
– Es la sustancia más radiodensa.
– Aparecerá totalmente blanca.
Factores que afectan a la imagen radiográfica
– Movimiento: En una radiografía, cualquier movimiento hace que la imagen salga poco definida. Un animal es imposible que se quede totalmente inmóvil incluso sedado, por lo que es importante reducir el tiempo de exposición al máximo.
– Velocidad de la película: Depende del tamaño de grano, ya se estudió con anterioridad.
– Tamaño de la área focal: Cuanto más pequeña es el área que se enfoque, más definición y más detalles de los bordes existirá.
Defectos en la radiografía antes del revelado
– Sin imagen: No ha habido exposición.
– Imagen débil: Película subexpuesta (blanda).
– Imagen muy negra: Película sobreexpuesta (quemada).
– Todo negro: Velado por la luz.
– Zona negra: Verificar el cierre del chasis.
– Presencia de puntos: Verificar la limpieza del chasis.
– Presencia de lunas: Marcas de uñas, o película doblada.
Precauciones para preservar la salud del ser humano de los rayos X
Como hemos comprobado, los rayos X contienen una cierta cantidad de energía que, después de continuas exposiciones, puede causarnos daños genéticos y, por ende, en órganos en continua división o fetos.
La gravedad de esta radiación va a depender del tipo de radiación dada, la dosis que penetra en el cuerpo, tiempo de absorción y la sensibilidad del tejido a la radiación (tejidos en división sobre todo). La ionización del agua corporal crea radicales libres que atacan estructuras celulares y genéticas. Algunas consecuencias:
– Que el riesgo de mutación aumente en órganos como piel, mucosas, tejido embrionario, gónadas, tiroides, riñones, cristalinos, etc.
– Malformación fetales y abortos en embarazadas. (Queda prohibida la entrada de embarazadas a la sala de rayos).
– Riesgo de cáncer por problemas genéticos que afectan a la división.
– Cataratas por afección de estructuras oculares.
Existen métodos de protección que buscan reducir significativa la cantidad de radiación, la distancia o blindaje y la seguridad en las zonas sensibles. Estas medidas de protección deben estar regladas y homologadas por servicios especializados que velan por el control del equipo, plomado de la habitación, luces de seguridad, señalización de la zona, e incluyen objetos como mandiles, guantes y protectores de tiroides plomados, gafas especiales o dosímetro personal para el control de radiaciones que pudiesen llegar al cuerpo.
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