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Época reproductiva. Cría de canarios y selección de ejemplares
La reproducción o cría de canarios es de tipo estacional, es decir, crían en determinadas época del año, concretamente cuando los días son más largos y, por consiguiente, con más horas de luz.
Por regla general, los criadores suelen emparejar a sus canarios llegada la primavera, ya que el clima es más cálido y favorece positivamente el proceso reproductivo, no obstante, hay quienes utilizan luz artificial con la finalidad de estimular el celo y así adelantar la época reproductiva.
Las hembras adquieren la madurez sexual a los siete meses de vida, los machos sobre los nueve, aunque para que la cría de canarios sea exitosa se recomienda emparejarlos al año de edad, así estarán lo suficientemente maduros para fecundar. Permanecen activos hasta los cuatro o cinco años, incluso los varones pueden copular a más edad.
En la época del celo, los reproductores están más excitado, saltan con gran agilidad entre los posaderos de la jaula, el canario macho canta con mayor volumen de voz y extiende sus alas hacia el suelo; en la hembra se produce una inflamación en el vientre, además, porta con su pico, de un lado a otro de la jaula, plumas y otros objetos, indicativo de que la puesta está cercana.
Durante los dos meses anteriores a la reproducción o cría de canarios, es necesario la preparación de los ejemplares, es decir, vigilar que no tengan ningún tipo de patología, se procederá a su desparasitación, es positivo proporcionarle un complejo vitamínico a los efectos de prever cualquier tipo de carencia vitamínica, además le suministraremos alimentos con alto contenido en vitamina E, esencial para una optima proliferación, como puede ser lechuga o yema de huevo, con independencia de todo lo anterior, es imprescindible que en la época invernal haya tenido una buena alimentación.
Alojamiento y apareamiento. Jaulas para canarios
Los reproductores se alojaran en jaulas espaciosas, recomendable que dispongan de un mínimo de 50 cm. de largo, deberán de llevar incorporadas un separador con sistema de corredera, de esa manera, podremos manipular sin dificultad, la rejilla que divide los espacios de la pajarera, téngase en cuenta, que durante los primeros días, deberán estar separados para acostumbrarse a una presencia mutua.
Tanto la jaula, como sus accesorios, han de estar suficientemente desinfectados, también el área donde esté ubicada, obsérvese que una buena limpieza, es crucial en la prevención de muchas enfermedades que se originan por malos hábitos higiénicos. Las pajareras de metal o aluminio son las más indicadas en la cría, ya hemos manifestado, en otra ocasión, sus principales ventajas frente aquellas construidas con otros tipos de materiales.
Trascurrido unos días, los canarios, al conocerse, se sienten más seguros; el macho, comenzará, a través de los barrotes de la jaula, a dar de comer a su compañera, es el momento de retirar la rejilla separadora, si todo transcurre con normalidad, en breve comenzará la construcción del nido. Puede ocurrir que los ejemplares no estén lo suficientemente preparados para la procreación, en estos casos, bien conviven con normalidad, sin proceder a la puesta y nidificación, o por el contrario, se organizan constantes trifulcas, siendo necesario separarlos nuevamente hasta cerciorarnos que concluyen este tipo de peleas, o en su defecto, buscar nuevo compañero por incompatibilidad de caracteres.
El ritual amoroso comienza con el acercamiento del macho a la hembra, en la mayoría de las veces cantando, ésta inclina sus patas y levanta la cola, posibilitando que el canario se suba en su espalda para copular; esta acción se repite varias veces a lo largo del día.
Construcción del nido. La puesta de huevos
Si el apareamiento ha sido un éxito, transcurrido una semana, desde que los reproductores canarios conviven juntos, se procederá a la puesta de huevos. Una hembra pone entre tres a cinco huevos de media, aunque existen ejemplares que superan esa cantidad.
En el mercado existen numerosos materiales de gran utilidad en la construcción del ponedero, de una parte, tenemos el nido artificial, son elementos en forma oval, realizados con diferentes materiales: plásticos, esparto o acero; de otra, están los soportes, adaptados para la sujeción del nido, pueden ser de interior o exterior, este último recomendable para jaulas de dimensiones más reducidas.
Es necesario suministrar algún material, como pelo de cabra o pelote, así la hembra lo insertará en el nido artificial, construyendo una cama muy acogedora para los futuros polluelos. Algunas hembras construyen el nidal en varias ocasiones, desperdiciando material suministrado, esta conducta no debe desesperar al criador, ya que cuando la postura esté próxima confeccionarán el nido definitivo.
Tras la construcción, la hembra comienza a poner los huevos fertilizados, a intervalo de uno diario, aunque, en ocasiones, puede descansar un día y seguir al siguiente con la puesta. Es aconsejable irlos retirando del nidal, para ponerlos al tercer o cuarto día, con eso conseguiremos que la eclosión de todos los huevos se produzca en la misma fecha, de lo contrario, algunos pichones nacen antes, son más fuertes y tienen más posibilidades de supervivencia, ya que imposibilitan la alimentación a los de menor edad. En el mercado existen huevos de plástico en sustitución de los que se vayan retirando.
Algunas hembras tienen dificultad en poner los huevos, bien porque no es lo suficientemente madura, bien porque el apareamiento se ha producido antes de tiempo, en estos casos, es necesario una actuación rápida ya que está en peligro la vida de la canaria, debemos alojarla en un lugar cálido, es conveniente suministrarle alguna fuente de calor, por ejemplo, una manta eléctrica; retiraremos los posaderos para que se aloje en ella, se trata de que el calor le ayude a dilatar y expulsar el huevo. Debemos proporcionarle, vía oral, un par de gotas de aceite de ricino, incluso se puede introducir en la cloaca, para una mejor lubricación, siempre con sumo cuidado, ya que una mala manipulación daría lugar a que el huevo rompa en su interior, con consecuencias fatales para el ave.
Una vez finalizada la puesta, se produce el fenómeno de la incubación, la hembra permanece, durante la mayor parte del tiempo, incubando, así trasmite el calor que necesitan los huevos para el desarrollo del embrión. Este fenómeno dura trece días y será a partir del sexto o séptimo día, cuando cambiarán a color oscuro, siendo un indicativo de que están fertilizados.
Crecimiento de los pichones
Concluido el periodo de incubación, los pollos nacen sordos, ciegos y recubiertos de plumón, que será negruzco en ejemplares de plumaje oscuro, y más claro, en aquellos de color blanco o amarillo.
Durante las primeras jornadas, la madre sigue la mayor parte del tiempo en el nido, para proporcionarles el calor que necesitan, a partir del quinto día comenzará a salir con más asiduidad, ya que lo pollos, a medida que van creciendo, demandarán más comida para su subsistencia; en todo ese tiempo conviene no molestar a la canaria, nos limitaremos a ofrecerle una buena alimentación, una manipulación excesiva puede dar lugar al abandono de la nidada, obsérvese que muchas hembras no toleran un manejo excesivo de su hábitat reproductivo.
Abren los ojos a partir del cuarto día de vida, estando en condiciones de abandonar el nido a las tres semanas de edad, durante todo ese tiempo, son alimentados por sus padres, ya que no pueden valerse por sí mismo.
Tras el abandono del nido, el ciclo reproductivo se repite, incluso hasta en cuatro o cinco ocasiones en una misma temporada de cría. Si el periodo ha sido favorable, una pareja puede engendrar un número elevado de pichones.
Es sustancial contar con una pajarera espaciosa para que la nueva descendencia se ejercite sin dificultad, sobre los 45 días, los machos empezará a emitir trinos semejantes a los de las golondrinas, su canto definitivo se desarrollará llegada la época otoñal.
Alimentación durante la cría de canarios
Fruta variada, verdura (brócoli, lechuga, hoja de coll), sémola de trigo (cuscú), pasta especial cría, minerales y mixtura de calidad , necesario para un buen crecimiento de los polluelos.
Reproductoras deficientes
Existen hembras no aptas para la cría, estos ejemplares se niegan a alimentar a sus polluelos, tendremos que descartarlas para la reproducción. Para salvar la vida de los pichones, deberemos incorporarlos a otra pareja reproductora, suelen adoptarlos sin dificultad, siempre que tengan pollos de la misma edad, o por el contrario, seremos nosotros los encargados de alimentarlos, es importante tener a nuestra disposición una jeringa de embuchar, nos facilitará la tarea de administrar la pasta de cría.
Registro de los pichones
A partir del sexto o sétimo día procederemos al anillado de los ejemplares, consiste en insertar, en una de sus patas, una anilla de criador, con la finalidad de llevar un control de la prole, estas anillas se pueden conseguir afiliándonos a alguna sociedad de canaricultura, tienen la peculiaridad de que en ellas, vendrá insertado nuestro número de criador, acreditándose la procedencia del pájaro, téngase en cuenta que, son cerradas y fabricadas en aluminio, a medida que va creciendo el ave, queda encajada para toda la vida en la pata del animal.
En el mercado existen otras tipo estándar, simplemente incorporan una numeración seriada, a los efectos de registrar los nuevos pichones; también hay modelos fabricados en plástico, son abiertas y se pueden encajar, en la pata del canario, en cualquier momento, normalmente sirven para diferenciar sexos.
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