Grajo (Corvus frugilegus), un ave incomprendida

El grajo o Corvus frugilegus es un córvido poco querido por quienes se dedican a la actividad agrícola. Son conocidos como “plagas” por ser ávidos consumidores de los granos y cereales de los extensos sembradíos comerciales. En inglés es nombrado con el nombre de Rook. También suele usarse para identificarlo por su nombre femenino: graja.

Se trata de aves que buscan también a los insectos terrestres, cavando y removiendo la tierra con su pico. Esto tiene como consecuencia la aireación del suelo en una especie de relación simbiótica, mejorando la calidad del mismo. Pero los beneficios van un poco más allá, pues gracias al hábito de comer granos y cereales, hace que esta incomprendida ave también sea un excelente agente de dispersión de semillas.

Características físicas del grajo

Plumaje negro intenso y brillante, que se torna iridiscente con la incidencia directa de la luz solar, con plumas caudales en una disposición que dan un aspecto de cuña a su cola (te recomiendo este artículo relacionado con el plumaje de las aves). El grajo es un córvido de aspecto robusto, con una talla promedio de 47 cm de largo, una envergadura de alas que puede alcanzar los 95 cm y un peso de entre 350 a 550 g. Aun así pueden ser más grandes en talla y peso que la mayoría de las especies de córvidos.

Las hembras y machos de esta especie son muy similares, compartiendo características claves como su gran pico claro, carente de plumas en su base. Presentan discreto dimorfismo sexual, siendo el macho de talla un poco mayor a la hembra. Los juveniles suelen ser de tono marrón.

Región geográfica y hábitat de elección

Corvus frugilegus puede hallarse desde el extremo occidental de Europa en Irlanda hasta el extremo más oriental de Asia, con un rango norte sur desde los países nórdicos como Dinamarca, Noruega, Rusia hasta el mismo Irán y Turquía. Pero son dos subespecies quienes divididas por accidente geográfico (Montañas Altai) ocupan territorios distintos sin compartirlos.

La especie Corvus frugilegus frugilegus habita desde Irlanda hasta Rusia y la costa del Mediterráneo, mientras que el Corvus frugilegus pastinator habita desde el extremo más al oeste del continente asiático hasta el extremo oriental del mismo, subiendo hasta territorio mongol.

Suelen frecuentar llanuras, grandes estepas, pero se adaptaron muy bien a las zonas intervenidas para la producción agrícola. Ocasionalmente puede ser observado en ciudades cercanas a los campos de producción, siempre y cuando cuenten con grandes arboledas que les brinden protección y alimento.

Alimentación

Son aves omnívoras, con preferencia por los hábitos carnívoros e insectívoros. Su dieta está compuesta fundamentalmente por huevos de otras aves, obtenidas del saqueo de sus nidos así como de pequeños vertebrados (reptiles, anfibios). También consumen carroña, ya que hurgan la basura en centros poblados.

Pueden complementar su alimentación con la ingesta de pequeños insectos cazados en los campos donde pasan el día forrajeando. Los granos son parte importante de su menú diario de acuerdo a las temporadas de su producción, siendo sus predilectos los cereales de invierno.

Reproducción del grajo

El grajo es un ave altamente social que pueden establecer lazos de por vida, por lo tanto, al momento de alcanzar su madurez sexual (cumplidos los 2 años de vida) buscan parejas que serán definitivas. El proceso de reproducción comienza en la temporada de otoño, cuando vuelan hacia sus zonas de anidamiento. Allí se establecen en grandes colonias compuestas por cientos de parejas, logrando mantenerse juntas sin confusiones debido a un complejo método de comunicaciones entre ellos.

La puesta se compone por 2 a 7 huevos y es cuidada por ambos progenitores, con mayor presencia de la madre durante los 17 días de incubación. Padre y madre se encargan de la alimentación de los polluelos por poco más de un mes hasta que empluman y logran abandonar el nido.

Clasificación y conservación

El grajo, Corvus frugilegus, es clasificado en el orden Passeriformes y familia de los córvidos (Corvidae).

Es catalogado por parte de la UICN como preocupación menor, dado que su distribución es aceptable, aunque las poblaciones (concepto y relaciones intraespecíficas) están decreciendo en las últimas décadas. Entre sus causas destaca el cambio de hábitat consecuencia de actividades agrícolas, envenenamiento por pesticidas, así como persecuciones por destrucción de cosechas.