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En este artículo hablamos de las pajareras o voladeras de grandes dimensiones ubicadas en el exterior o al aire libre, cuya finalidad es la cría y mantenimiento de pájaros en cautividad, los beneficios que aporta y consejos relacionados con su instalación y ubicación.
Son muchos los aficionados que en algún momento se plantean tener pájaros en el exterior de la vivienda, la finalidad que se persigue es que las aves permanezcan en contacto con un ambiente natural, en instalaciones de grandes dimensiones, aptas para la vida en comunidad y sin las limitaciones impuestas por las jaulas de tamaño más reducido.
No es menos cierto que para mantener los pájaros en el exterior, como puede ser un jardín o patio, se precisa de cierta destreza en cuanto a la construcción de voladeras o pajareras de grandes dimensiones, las cuales deben estar dotadas de ciertos requisitos técnicos, orientación, refugios frente a inclemencias ambientales, facilidad de higiene, etc.
Ante todo se trata de alojar a un número determinado de aves para que puedan vivir en comunidad y lograr que los pájaros lleven una vida feliz, en cierta medida, simulando o recreando su ambiente natural. En esta línea es importante las voladeras de fabricación industrial, entre otras cosas por la facilidad que supone su manipulación, los materiales empleados en su construcción suelen ser de primera calidad, son de fácil montaje e incluso muchas pajareras están dotadas de elementos que facilitan el movimiento, permitiendo que se ubiquen en diferentes zonas o áreas de un determinado terreno, jardín o patio.
Qué es una voladera o pajarera de exterior
Las voladeras o pajareras de exterior son jaulas de grandes dimensiones ubicadas al aire libre, su principal función es aprovechar determinados recursos que ofrece la naturaleza, al mismo tiempo que se tiene en cuenta la importancia de su amplitud para facilitar el movimiento de las aves y la vida en comunidad o grupos.
Generalmente se destinan para el alojamientos de aves domésticas, muchas consideradas como mascotas, por ejemplo, canarios, loros, periquitos, gama de silvestres (jilgueros, verderones…), etc., ya que, en la mayoría de los casos, están bien valoradas por los aficionados al mundo de la ornitología. También se pueden observar en parques públicos, zoológicos y otros centros de albergue de animales.
Consejos en cuanto a la instalación de grandes voladeras en el exterior
Facilitamos unos consejos a tener en cuenta para aquellas personas que deseen implantar voladeras o pajareras de grandes dimensiones en el exterior.
– Las voladeras de grandes dimensiones fabricadas con materiales metálicos de calidad tienen un uso más duradero y anticorrosivo con el transcurso de los años, además facilita mejor la higiene sin deteriorar los elementos que conforman la voladera.
– Las voladeras o pajareras de fabricación industrial, de fácil adquisición en tiendas de animales, son una buena opción desde un punto de vista práctico dado su fácil manejo y la incorporación de materiales de calidad.
– El control de los depredadores es importante, para el aficionado este extremo suele pasar inadvertido, aunque es muy significativo prevenir plagas de roedores y ataques de aves rapaces u otros tipos de animales; por consiguiente, será necesario tomar determinadas medidas orientadas a impedir el acceso de depredadores a las instalaciones de las grandes voladeras ubicadas en el exterior.
– Separación de animales en función de la especie, es conveniente si se pretende recrear un ambiente con hábitos y costumbres similares. Hay quienes sostienen la posibilidad de mantener diferentes tipos de aves en voladeras de grandes dimensiones, se puede considerar un planteamiento factible siempre y cuando no exista incompatibilidades relacionada con hábitats, factor dominancia por cuestiones relacionadas con la alimentación o respuestas innatas de incompatibilidad entre pájaros.
– La orientación es un dato importante que no ha de pasar desapercibido, la voladera debe ubicarse en un lugar carente de vientos dominantes, con exceso de rayos de sol, sobre todo en épocas calurosas, recubiertas de protección frente a inclemencias temporales y dotadas de seguridad, es decir, bien ancladas para prevenir accidentes. La orientación ha de estar condicionada a la zona geográfica en la que se ubique la pajarera.
– El lugar elegido para su implantación debe ser tranquilo, lejos de ruidos o bullicios que puedan estresar o incomodar a los pájaros.
Beneficios de voladeras de grandes dimensiones en el exterior
Analizamos los beneficios que reporta a los pájaros el tener una voladera de considerables proporciones en un patio, jardín, terreno, etc.
– Se asegura un óptimo bienestar físico e incluso psicológico del ave.
– Facilidad de movimiento, el animal puede moverse holgadamente, sin las propias limitaciones que supone jaulas de dimensiones más reducidas.
– Menor estrés en comparación con jaulas de pequeño tamaño, reduciéndose los problemas de tipo comportamentales habituales en lo pájaros que se mantienen en cautiverio.
– Acomodación del pájaro a su entorno natural, se logra que el animal permanezca más activo y en consecuencia desarrolle un mejor estado anímico.
– Posibilidad de introducir en su interior elementos vegetales dado la amplitud de espacio, con lo que la recreación del ambiente natural está más conseguida.
– Facilidad de ejercitarse diariamente redundando positivamente en su salud.
– En caso de que el aficionado opte por la cría, más posibilidades en cuanto al éxito de la reproducción si se tiene en cuenta la amplitud de espacio y la luz solar.
– Más acercamiento a un entorno propio de la naturaleza, se asegura un buen equilibrio entre espacio, luz natural y aire puro, sin duda el ave manifiesta comportamientos semejantes a los que mantiene en estado salvaje, su actividad se integra como una parte de los ciclos biológicos e incluso de los ciclos nutrientes.
¿Sabías que…?
El alojamiento de las aves en pajareras para mantenerlas en un entorno doméstico es una actividad que se remonta desde la antigüedad. Si partimos del sigo XIV, podemos encontrar ilustraciones de jaulas de gran belleza, construcciones con acabados muy ornamentales y con materiales muy variables: madera, alambres, plásticos e incluso cerámica o porcelana.
En el inventario real de Carlos V de Francia se hacía alusión a jaulas de oro con incrustaciones de zafiros, perlas y esmeraldas.
Durante el siglo XV se mantenía la elaboración de voladeras y jaulas de adorno con procedimientos muy artesanales.
Durante el siglo XIX, la construcción de jaulas empieza a tener un enfoque más comercial, las tiendas especializadas en animales o mascotas se dotan de catálogos con multitud de diseños, proporcionando variedad de elección al consumidor final.
En la actualidad la industria se ha especializado en voladeras de grandes dimensiones para el exterior o al aire libre, existen gran variedad de formas, incluso dotadas de elementos muy funcionales como separadores, reparto de habitáculos o zonas especiales para la reproducción.
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