Portada » Ciencia » Staphylococcus: bacterias grampositivas que causan enfermedades

Staphylococcus: bacterias grampositivas que causan enfermedades

Staphylococcus
Staphylococcus

Descripción de Staphylococcus

El género Staphylococcus se caracteriza por ser bacterias grampositivas que tienen morfología de cocos, crecen formando racimos, son inmóviles, metabólicamente son anaerobios facultativos, productores de catalasa. Algunos ejemplos incluidos en el género son las bacterias: Staphylococcus aureus, Staphylococcus epidermis y Staphylococcus saprophyticus. Crecen de forma rápida en medios simples.

Enfermedades que causan

Staphylococcus aureus causa una gran variedad de enfermedades, al invadir la piel produce orzuelos, forúnculos, impétigo y síndrome de la piel escaldada, si coloniza las vías respiratorias provoca sinusitis y neumonía, si se aloja en el corazón produce endocarditis, en el sistema digestivo emesis y diarrea, en el sistema reproductor femenino síndrome de Shock tóxico, en las vías urinarias sistítis, si alcanza el tejido óseo hosteomelítis.

Debido a que son parte de la flora normal de los humanos, estas bacterias se diseminan por las actividades domésticas diarias, las personas encargadas de la manipulación de alimentos también promueven la diseminación contribuyendo al desarrollo de intoxicaciones alimentarias. Los principales portadores y diseminadores de bacterias resistentes en hospitales y centros de salud son el personal de salud, su transmisión se produce por medio de superficies e instrumental contaminado, también a través de las manos del personal que no han sido adecuadamente higienizado.

Cuando disminuyen las defensas, estas bacterias grampositivas del género Staphylococcus pueden causar enfermedades, por esta razón el principal grupo de riesgo de infección se encuentra en pacientes hospitalizados por largo tiempo o inmunocomprometidos, también son grupo de riesgo las personas que padecen diabetes tipo 1, usuarios de drogas intravenosas, pacientes transplantados y pacientes con hemodiálisis, en estos pacientes la colonización por bacterias resistentes es el paso previo al desarrollo de la infección.

Las cepas de Staphylococcus aurus se han convertido un patógeno relevante en el desarrollo de enfermedades nosocomiales, entre las que se destacan bacteriemia primaria, neumonía asociada a ventilación mecánica, bacteriemia asociada a catéter y la infección urinaria.

Invasión al huésped

La adhesión a la superficie celular de las células sanas del huésped se realiza por medio de proteínas, que se expresan en la superficie del patógeno y se adhieren a proteínas de la superficie de las células epiteliales y endoteliales del huésped, como la laminina y fibronectina. En tejido dañado, las bacterias Staphylococcus tienen una proteína de unión fibrina-fibrinógeno que ayuda a la infección en tejido con traumas y cuágulos de sangre. Finalmente las cepas que infectan tejido óseo producen adhesina que promueve la unión al colágeno.

Para la invasión a los tejidos, las cepas producen una gran variedad de proteínas, algunas son toxinas que dañan las membranas como las alfa-toxina, beta-toxina, delta-toxina, gamma-toxina y leucocidina PVL, entre estas toxinas algunas son hemolíticas que producen poros en las membranas celulares de eritrocitos, hepatocitos, leucocitos, miocitos y plaquetas, otras atacan componentes estructurales de la membrana celular destruyéndola. Otras cepas producen proteínas extracelulares que afectan la fibrina o enzimas extracelulares como proteasas, lipasas, desoxirribonucleasas y enzimas modificadoras de ácidos grasos.

Otros factores de virulencia utilizados por estas bacterias grampositivas Staphylococcus son la producción de invasinas que ayudan a la diseminación por los tejidos, la producción de factores que inhiben la fagocitosis, al camuflage inmunilógico, la producción de catalasa y carotenoides que permiten su sobrevivencia después de ser fagocitados por los macrófagos.

Resistencia a antibióticos

Casi desde su descubrimiento se ha visto como este microorganismo desarrolla rápidamente mecanismos de resistencia a antimicrobianos, Staphylococcus aureus suele ser resistente a una amplia variedad de antibióticos entre los que se encuentran los β-lactámicos (cefalosporinas y carbapenemes) fluoroquinononas, aminoglucósidos, glucopéptidos (vancomicina), daptomicina, ceftarolina y cefalosporinas. Esta resistencia se relaciona directamente al uso excesivo de antimicrobianos, que producen una presión selectiva y promueve el desarrollo de nuevas bacterias más resistentes.

Los mecanismos desarrollados por estas bacterias para ser resistentes a los β-lactámicos son: la producción en altas cantidades de beta-lactamasas y la producción de proteínas que ligan penicilinas (PLP) de baja afinidad.

Impacto clínico

La deficiente selección inicial del antimicrobiano unido a la falta de reconocimiento temprano de que existe resistencia, además del uso previo de antimicrobianos, sobre todo los de amplio espectro, son factores que aumentan la mortalidad y morbilidad en los enfermos infectados. En los centros hospitalarios se establecen programas de detección de personas ingresadas y colonizadas por microorganismos resistentes, con el fin de evitar el desarrollo de las infecciones, en algunos países se realizan análisis a todos los pacientes que ingresan para evitar su transmisión, incluso se han desarrollado métodos de detección rápidos y fiables con técnicas de biología molecular, su sensibilidad y especificidad son altas y evitan el uso de medios con enriquecimiento previo.

Actualmente se han desarrollado nuevos antibióticos sintéticos con amplia cobertura y a los que los microorganismo Staphylococcus aún no ha desarrollado resistencia, estos fármacos pertenecen a una nueva familia de antimicrobianos que no comparten características con familias de antimicrobianos tradicionales. La elección a futuro de estos fármacos para tratamiento de enfermedades producidas por Staphylococcus aurus deben ser evaluados en su actividad, farmacocinética y farmacodinámica.

Bibliografía

– Cantón., R, Ruiz., P. (2013)
– Orfín., R, Rangél., S, Rodríguez., E. (2002)


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *