Índice de este artículo
La menopausia es una fase del desarrollo propio de la mujer, que suele suceder, generalmente, entre los 48 y los 55 años. No debe ser considerada una enfermedad, ya que no lo es, aunque puede llevar a provocar serios problemas físicos y psicológicos.
¿Qué es en sí la menopausia?
La mujer a lo largo de su desarrollo pasa por tres fases: la menarquia, o llegada de la primera menstruación, el período fértil, durante el cual la menstruación está presente, y la menopausia.
Durante este último período disminuye la producción de dos hormonas femeninas: los estrógenos y la progesterona. Estas sustancias son esenciales para el correcto desarrollo y mantenimiento del aparato genital femenino, así como para que se en caso de darse, se produzca un parto exitoso y (y esto es muy importante en el tema que nos ocupa en esta ocasión), para contribuir a una buena salud ósea y mantenimiento correcto de los niveles de colesterol en la sangre.
La menopausia en sí misma dura un día nada más. En el que la mujer tiene su último período menstrual o sangrado.
Antes de ello, se producen unos cambios. El período en el que se producen dichos cambios es el climaterio o premenopausia.
Este es un período de transición entre la época reproductiva y la no reproductiva de la mujer. Suele iniciarse varios años antes de que llegue el último día de sangrado. Durante estos años, las menstruaciones empiezan a ser irregulares, hasta que llega un día en el que la menstruación desaparece.
Síntomas o cambios que se producen en la mujer
Los cambios que acarrean tanto la premenopausia o climaterio y el cese de la menstruación en sí abarcan una gran cantidad de manifestaciones.
Ciclos irregulares: desde el inicio de lo que consideramos como climaterio hasta el último día de sangrado, las menstruaciones son irregulares. Pueden ser más largas, períodos de más días, menos días…
Sofocos: no son graves, no son manifestaciones de ninguna enfermedad o alteración importante, pero sí son increíblemente molestos para la mujer que los padece. La disminución de las hormonas provoca alteraciones en el sistema regulador de la temperatura, lo que se manifiesta como “sofocos”, “bochornos”, que pueden llegar a constituir un verdadero problema para la mujer con menopausia.
Efectos en la mucosa vaginal: del mismo modo que la bajada hormonal afecta al termostato femenino, también produce efectos en la mucosa vaginal, resecándola y provocando, por ende, picor, escozor, incomodidad. Esto lleva de la mano otra alteración, la dispareunia, o dolor al mantener relaciones sexuales. La disminución de los estrógenos hacen que se deje de producir la correcta lubricación vaginal, lo que dificulta la penetración y la hace dolorosa.
Cambios metabólicos: cuando esta etapa de la vida de la mujer llega, se producen cambios físicos en el cuerpo. Se incrementa la grasa corporal y la mujer tiende más al sedentarismo, lo que puede `puede hacer que se eleven la tensión arterial, la glucosa en sangre y el colesterol.
Osteoporosis: la osteoporosis es la pérdida de la microarquitectura de los huesos y, por lo tanto, el aumento del riesgo de fractura que ello conlleva. Es algo que todas las mujeres (y algunos hombres también, obviamente sin relación con el tema que nos ocupa), van a sufrir en mayor o menor medida, antes o después dependiendo de la edad en la que se produzca este cese del ciclo fértil. Cuanto más temprana sea ésta, más probabilidades hay que de que aparezca antes y con más intensidad.
Cambios psicológicos: los cambios psicológicos y emocionales se van a suceder a lo largo del climaterio y del cese del sangrado menstrual. Muchas mujeres lo viven como algo traumático, piensan que con el cese del sangrado menstrual acaba la “juventud”, a la que asocian la fertilidad. Los altos y bajos emocionales son muy frecuentes; están más irascibles e irritables, ganas de llorar sin causa justificada aparentemente…; el apoyo familiar e incluso profesional es muy importante en casos de menopausia.
¿Hay factores que “precipiten” el fin del ciclo menstrual?
Obviamente los hay. No son determinantes, pero sí ayudan a que aparezca más tempranamente.
El tabaquismo (te sugiero este artículo relacionado con el tabaquismo) es uno de ellos. Esta práctica tan poco saludable se asocia a efecto contra los estrógenos, precipitando de algún modo su llegada.
La actividad física escasa también va a contribuir a la aparición más temprana de esta fase en la vida de la mujer.
Otras veces aparece lo que se conoce con el nombre de menopausia precoz. Puede ocurrir de forma natural, o quirúrgica, cuando la mujer se somete por diversos motivos a una histerectomía (aunque en este caso, puede ser precoz o no).
Tratamientos para la menopausia, ¿existen?
Efectivamente, existe lo que se conoce como TSH o terapia hormonal sustitutiva, pero debe ser un ginecólogo quien indique su necesidad o no valorando y poniendo sobre una balanza sus posibles beneficios frente a sus riesgos.
Cuando este tratamiento para la menopausia no es posible, su médico le ofrecerá diferentes alternativas a cada problema físico y / o psicológico, individualizando el tratamiento para que sea el más adecuado para cada mujer.
Deja una respuesta