Índice de este artículo
Origen e historia
El gato british shorthair también es denominado británico de pelo corto; se le considera el homólogo al gato europeo de pelo corto y al american shortahair oriundo de los EEUU. Al igual que estas dos últimas razas, se trata de un gato seleccionado a partir del gato callejero o común.
Los criadores británicos, entre los que destaca Harrison Weir (S. XIX), comenzaron a trabajar para conseguir convertir a este animal en una auténtica raza, muy apreciada actualmente por su aspecto a osito de peluche. Existe una variedad de pelo largo, su cabeza redondeada y un cuerpo fuerte y compacto es codiciado por los amantes de esta raza.
Es un gato alegre, divertido, sociable muy equilibrado; se adapta bien a la vida en un piso y el mantenimiento de su pelaje no ofrece dificultad, un cepillado semanal es suficiente para que se mantenga limpio y liso, aunque llegada la etapa de muda, se deberá cepillar con más frecuencia, igualmente si lo que tenemos es la variedad de pelo largo.
Las orejas son otro punto al que debemos prestar atención. La suciedad en ellas puede conllevar a problemas a futuro. Por lo tanto, una vez por semana revisaremos las orejas del british shorthair para asegurarnos de que estén limpias. Cuando encontramos costras en ellas, las removeremos con una mota de algodón embebido en una mezcla de mitad agua tibia y mitad vinagre de manzana.
No es conveniente dejarlo deambular en libertad. Esta raza de gato es muy codiciada y nunca falta quien quiera hacerse de un ejemplar de forma gratuita.
Su crecimiento es lento, con lo que su alimentación ha de ser premium y mantener un buen pienso de cachorro al menos hasta los dos años de edad. El british shorthair puede tardar hasta cinco años en desarrollar una completa madurez física.
No le gusta que se le mantengan por mucho tiempo en alto, son animales que prefieren o tienen tendencia a deambular sin que se les coja demasiado, aunque cuando menos lo esperemos se subirá y se mantendrá en nuestro regazo, sobre todo para que se le acaricie, incluso para retarnos a jugar; si desea algo en especial no dudará en llamarnos, hasta conseguir su objetivo.
Niños y otras mascotas en la casa
Al british shorthair le encanta disfrutar de la compañía de una familia numerosa, en la cual se incluya la presencia de niños y de otras mascotas. No es un gato tan territorial como para no aceptar la presencia de otros gatos en su mismo territorio, aunque si la introducción del otro felino la vamos a hacer después de su llegada, es mejor seguir los pasos recomendados para la presentación de dos gatos domésticos que convivirán a largo plazo.
Le gustan mucho los niños, siempre y cuando estos los respeten y los acaricien sin cargarlos todo el tiempo. No se molesta ante la posible torpeza de un niñito pequeño, así que podemos confiar en su carácter apacible y en su necesidad de sentirse querido.
Salud del británico de pelo corto
La salud del british shorthair es un gran punto a favor con el que cuenta nuestra mascota. Es un gato robusto y poco sensible a las infecciones habituales en felinos domésticos. Sin embargo, hay dos enfermedades que se han encontrado de forma reiterada en esta raza y ellas son la miocardiopatía hipertrófica y la gingivitis. Por ello es necesario un buen asesoramiento de un veterinario para prevenir la primera y un meticuloso cuidado de sus dientes y encías para esquivar la segunda.
Comprar un british shorthair, su precio
Lo aconsejable es adquirir un gato británico a un criadero profesional reconocido, pues nos asesorará en la compraventa, seguro que dispondrá de ejemplares con buena morfología y salud. Si simplemente lo queremos como animal doméstico o mascota, el precio medio de un british shorthair oscila en unos 700 o 800 euros, por supuesto, los ejemplares destinados a exposiciones felinas tienen un precio mucho mayor en el mercado.
Estándar y características del british shorthair
Notas características y deseables que han de mantenerse en el trabajo y selección de los criaderos, destacar algunos colores de preferencia, sobre todo por el público en general, como es el caso del british shorthair azul o lila.
Cuerpo: El gato es de tamaño mediano a grande, musculoso y cobby. El pecho, los hombros y el lomo son largos y anchos. Las patas son cortas y musculares; los pies son gruesos y redondeados, su cola de la longitud media y gruesa, terminada en punta redondeada. El cuello es corto y fuerte
Cabeza: La cabeza del british shorthair es redondeada, ancha, amplia con un mentón fuerte. La nariz es corta, ancha y recta, el perfil es encorvado (sin stop), mejillas llenas y pronunciadas. Las almohadillas de los bigotes redondeadas y grandes dan un contorno definido al hocico corto.
Orejas: Las orejas son de talla media, amplias en la base, con puntas ligeramente redondeadas, bien separadas.
Ojos: Los ojos son grandes y redondos, muy separados. El color de los ojos acorde con el color del manto.
Manto: El manto del british shorthair es corto y muy denso. La textura no lanosa, firme y afelpada, pelusa abundante, existe también una variedad de pelo largo. Todos los colores están reconocidos.
Deja una respuesta