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Uno de los virus que más afectan a los gatos domésticos y que debemos tener muy en cuenta es el calicivirus felino, que perjudica de manera grave a las vías respiratorias altas. Este virus llega a atacar considerablemente a porcentajes altos de gatos, ya sean sanos o enfermos, que pueden vivir solos o en comunidades pequeñas, pues posee una alta capacidad de mutación constante, por lo cual existen una gran cantidad de cepas y en sí no se conocen exactamente todas.
Las revisiones veterinarias y vacunas pueden prevenir la enfermedad; además, si se aprecian signos aparentes de calicivirus felino es de suma importancia que el propietario acuda a su clínica veterinaria a los efectos de explorar exhaustivamente al felino.
Causas y contagio ¿cómo se transmite?
Existen diversas formas de que el gato se infecte por calicivirus felino, entre las que podemos mencionar la transmisión directa de gato a gato, en la que uno de los gatos será el foco de infección para otro que se encuentra saludable y no está infectado. Esta forma de transmisión se observa más comúnmente en criaderos y comunidades de gatos.
Otra forma de infección por calicivirus felino es mediante fómites u objetos inanimados, que actúan como vectores, debido a que el virus presenta una resistencia bastante alta en el medio ambiente, permaneciendo incluso por semanas en dichos objetos, por lo cual será necesario realizar una desinfección de éstos con desinfectantes de uso común como hipoclorito de sodio para que el virus sea destruido.
Los portadores crónicos también serán otra causa del contagio de la infección por calicivirus felino, ya que aunque aproximadamente la mitad de ellos, durante el transcurso de dos a tres meses dejan de expulsar el virus e infectar a más felinos, un pequeño porcentaje de gatos seguirán siendo portadores y transmisores del virus durante toda su vida. El virus se encontrará a nivel de la orofaringe y por la cual se seguirá propagando, siendo los portadores crónicos focos continuos de la infección. Diversos factores serán los determinantes en cuanto a la liberación de partículas virales y a la cantidad de partículas liberadas a través de la saliva, entre los más destacados son el tipo de cepa vírica que se encuentre presente en el organismo, enfermedades ya presentes o que aparezcan a la par con dicha enfermedad y que ataquen directamente al sistema inmune, como sería el caso del virus de inmuno deficiencia felina, así como el estado de inmunidad que posea el gato.
En consecuencia, después de que el virus ha entrado en el organismo del gato saludable, éste invadirá el tejido linfoide de la orofaringe y podría diseminarse a otras partes del organismo como a los riñones, linfonodos, pulmones, nariz, ojos, etc. Por lo que el virus podrá ser eliminado en partículas por medio de las secreciones oculares, orales y nasales. Otras consecuencias que tiene la infección del calicivirus felino son la necrosis o destrucción de los epitelios, que hacen que aparezcan úlceras y vesículas consideradas típicas del cuadro clínico, bien repentinamente en infecciones agudas, o con aparición menos aparente y menos respuesta a tratamientos en infecciones crónicas.
Signos o síntomas del calicivirus felino
La infección por calicivirus felino, como ya estudiamos con anterioridad, normalmente se presenta en dos formas, aguda y crónica.
Infección aguda
Tras la infección por calicivirus felino comienza el periodo de incubación, el cual dura aproximadamente de 2 a 10 días, en los cuales se podrán observar signos más comunes como:
- Ulceración nasal y cavidad oral, incluyendo lengua, con inflamación notable en las encías, dichos problemas producirán un dolor considerable, por lo tanto el gato dejará de comer. Las úlceras pueden llegar a cicatrizar en promedio de 2.5 a 3 semanas.
- La afección a nivel de pulmones no es algo tan habitual, aunque cabe destacar que el estado inmunológico en el que se encuentre el gato, la edad (daño más severo en gatitos jóvenes), el tipo de cepa viral y la complicación con enfermedades mencionadas con anterioridad serán un determinante para que el virus dañe el tejido pulmonar, causando una inflamación focalizada de los alveolos, con exudación y líquido hacia ellos, lo que se conoce como neumonía exudativa.
- Aunque éstos no son signos tan típicos de la enfermedad por calicivirus felino, se han identificado cuadros de síndrome de cojeras y o artritis en felinos, ya que la diseminación sistémica virulenta y la inflamación de las articulaciones, como consecuencia del acumulamiento de fluidos presentes en las mismas, provocan el daño a nivel de éstas.
- Otros signos que llegan a presentarse pueden ser fiebre, acumulación de líquido en espacio de la piel, ulceras en las extremidades y cabeza, así como tonalidad amarillenta de mucosas y piel.
Infección crónica
Los signos son muy parecidos a la forma aguda, pero a diferencia de ésta, como su nombre lo indica, irán apareciendo poco a poco, sin ser tan evidentes como en la presentación aguda. Entre los cuales vamos a encontrar principalmente:
- Artritis, continuas o intermitentes, afectando a una o varias articulaciones.
- Pirexia, enrojecimiento e hinchazón de las articulaciones, anorexia y depresión se verán como signos inaparentes de la enfermedad. Algunas literaturas incluso mencionan que ha habido casos en los que al aplicar vacunas con virus vivo modificado se desarrollaron estos signos.
- Es muy común que los felinos que padecen de inflamación crónica de boca y encías tienen el 80% de probabilidad de estar infectados por calicivirus felino. Presentarán ulceras en la boca, lo que causará una salivación notable, mal aliento, dificultad para comer y masticar, cansancio excesivo y falta notable de apetito, al igual que la falta de higiene del gato.
Diagnóstico del calicivirus felino
El diagnóstico del calicivirus felino se puede realizar en muchas ocasiones por los propios signos clínicos presente en la enfermedad y también por la historia clínica, debido a que las úlceras que aparecen, conjuntivitis, fiebre y depresión son signos característicos de esta enfermedad. Pero no se deben dejar de lado las infecciones que se encuentren presenten en el felino mencionadas con anterioridad, ya que pueden agravar claramente el cuadro clínico, siendo su diagnóstico de suma importancia para resolverlo.
Si se tienen gatos conviviendo en comunidad y en los que las infecciones son recurrentes a nivel sistémico, o se controlan después de de haberse tratado durante un tiempo aproximado de 3 semanas, es muy importante que se haga un diagnóstico más minucioso.
Un método bastante efectivo a la hora de realizar el diagnóstico de la enfermedad por calicivirus felino será el aislamiento viral, éste consiste en tomar muestras de las secreciones nasales, oculares y de garganta con hisopos para asegurar si el virus está presente. No se debe dejar de lado la posible existencia de resultados con falsos negativo por la disminución de la cantidad de virus eliminada, la cual va disminuyendo a medida que el gato se recupera, puesto que los felinos con enfermedad crónica llegan a liberar partículas de éste sin presentar alguna signología. Por lo tanto, un gato podrá considerarse sano solo si ha obtenido 3 resultados negativos de las pruebas realizadas.
Para poder detectar los componentes genéticos del virus se utiliza la prueba de PCR, que ayuda a identificar la cepa viral que está provocando los signos clínicos a través de muestras tomadas de conjuntiva y mucosa oral, sangre, etc. El único inconveniente es que el ARN del virus puede romperse por ser inestable, y podrían presentarse resultados con falsos negativo por la enorme cantidad distintas de cepas y por gatos con enfermedad crónica.
Tratamiento del calicivirus felino
Cuando un gato llega a la consulta veterinaria por infección de calicivirus felino, suele estar deshidratado y desnutrido como consecuencia de todos los signos clínicos mencionados con anterioridad, por lo que es de suma importancia que se comience a tratar con fluidoterapia, de esa manera se puede evitar que se produzcan complicaciones.
El manejo adecuado del dolor con analgésicos y la inflamación con AINE’s serán claves al tratar los signos presentes en las mucosas mencionadas, emplear estimulantes del apetito con dietas especiales que ayuden a la deglución del alimento, así como mucolíticos o también nebulizaciones serán de gran ayuda para el felino.
Los antibióticos pueden ser necesarios para prevenir las complicaciones por infecciones bacterianas, y debido a que el virus es resistente al medio ambiente, se debe desinfectar con productos como hipoclorito de sodio, ya que el virus presenta resistencia a desinfectantes de uso común.
En caso de que se presente artritis o cojera. el tratamiento adecuado será el uso de corticoides, condroprotectores y fármacos inmunosupresores.
En gatos con presentación crónica oral se deberá realizar una limpieza bucal adecuada y de ser necesario extraer piezas dentales para que el tratamiento tenga una respuesta más positiva.
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