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Los Arácnidos, Arachnida, son una clase dentro del filo de los Artrópodos. Se integran dentro del subfilo de los Quelicerados, que comparten con los Picnogónidos, arañas de mar, y los Merostomados, cangrejos de herradura. Incluyen más de 100.000 especies y entre los animales más comunes de esta clase se encuentran por ejemplo las arañas, los escorpiones, los murgaños, las garrapatas, los ácaros y las arañas camello.
La mayoría de los arácnidos que viven actualmente lo hacen en hábitats terrestres. Sin embargo, algunos de ellos son capaces de vivir en agua dulce o en ambientes marítimos fuera de zonas pelágicas.
Características de los arácnidos
Uno de las características presente en los arácnidos es que todos ellos poseen ocho patas y además dos pares de apéndices, normalmente alrededor de la boca. En algunas especies las dos patas delanteras se han modificado para adquirir funciones sensoriales y en otras especies los apéndices se han desarrollado tanto que pueden confundirse con patas. El primer par de apéndices se conocen como quelíceros y son los que dan nombre al subfilo de los Quelicerados. Sus funciones están generalmente relacionadas con la alimentación y la defensa contra depredadores. El segundo par de apéndices se llaman pedipalpos y se han adaptado a la locomoción, alimentación y funciones reproductivas.
Los arácnidos se diferencian de otros artrópodos en que no presentan ni antenas ni alas. Su cuerpo, además, está dividido en dos tagmas conocidos como cefalotórax y abdomen respectivamente.
Como todos los artrópodos, los arácnidos presentan un exoesqueleto y tienen una estructura interna de tejido parecido a cartílago al que los músculos están unidos. Para su locomoción, la mayoría extienden sus extremidades mediante el impulso hidráulico generado por la presión de su hemolinfa. Algunos, sin embargo, sí poseen músculos capaces de extender las articulaciones de sus extremidades.
Respiración
La respiración de los arácnidos se realiza a través de las tráqueas, sistemas de tubos que conectan la superficie exterior del animal con los órganos internos. En algunos casos se puede realizar también a través de pulmones en libro. Sin embargo, se sabe que el sistema traqueal de los arácnidos ha evolucionado a partir de estos pulmones en libro por lo que no se puede considerar homólogo al de otros artrópodos.
Sistema circulatorio
El sistema circulatorio de los arácnidos varía según las necesidades de la especie. Los que tienen un buen sistema traqueal no necesitan transportar oxígeno en la sangre y tienen un aparato circulatorio muy reducido. Las especies algo más grandes como las arañas y escorpiones disponen de hemocianina para el transporte de oxígeno.
Aparato excretor
El aparato excretor de los arácnidos está especialmente preparado para la conservación de agua, debido a su vida en hábitats terrestres. La excreción se realiza a través de glándulas coxales del cefalotórax y a través de unas estructuras tubulares conocidas como tubos de Malpighi.
Órganos de los sentidos
Los sentidos más desarrollados en los arácnidos son la vista y el tacto. Poseen dos tipos diferentes de ojos, los ocelos laterales y los medianos. Algunos poseen ambos a la vez, mientras que la mayoría sólo tienen unos u otros. El sentido del tacto se encuentra especialmente en unos pelos sensoriales que cubren el cuerpo del animal y varían en complejidad dependiendo de las especie.
Alimentación
La mayoría de arácnidos son carnívoros y se alimentan de los cuerpos pre-digeridos de insectos y otros animales pequeños. En general, producen estos jugos digestivos en su estómago y los secretan a través de sus apéndices sobre su presa ya muerta. Los jugos convierten a la presa en nutrientes y los arácnidos los succionan a través de boca. Sólo en algunos casos como en los ácaros del polvo, el animal es capaz de ingerir partículas sólidas. Muchos grupos de arácnidos secretan veneno desde glándulas especializadas para matar a sus presas o enemigos. Otras especies son parásitas y algunas son portadoras de enfermedades.
Reproducción de los arácnidos
Lo más relevante en la reproducción de los arácnidos es la presencia de una o dos gónadas en su abdomen y siempre son unisexuados. En la mayoría de especies la fecundación se produce por la transferencia de los espermatóforos, paquetes de esperma, del macho a la hembra. En muchos casos hay rituales sexuales muy elaborados. La mayoría de arácnidos son ovíparos, excepto los escorpiones que son ovovivíparos o vivíparos dependiendo de la especie concreta.
Clasificación de los arácnidos, ejemplos
Dentro de la clase de los arácnidos se encuentran 11 órdenes diferentes, algunas de ellas ya extinguidas. Citamos algunos ejemplos de Las especies más importantes de estos órdenes como son las arañas, los opiliones, los escorpiones y los ácaros.
Arañas (Araneae)
Las arañas o Araneae conforman la orden más diversa dentro de los arácnidos con más de 40.000 especies. Se caracterizan por el pedicelo, un pequeño cilindro que sirve de unión entre el cefalotórax y el abdomen. Incluye animales como las arañas comunes y las tarántulas.
Opiliones
En este grupo se incluyen como ejemplos a los murgaños y segadores. Tienen el abdomen segmentado y sus quelíceros acaban en forma de pinza.
Escorpiones (Scorpionida)
Los escorpiones se caracterizan por sus pedipalpos delanteros en forma de garra, su cola segmentada curvada sobre su espalda que acaba en un aguijón venenoso.
Ácaros (Acarina)
Los ácaros tienen una gran diversidad y una gran historia fósil. Incluye muchas especies parásitas como las garrapatas y también son portadores de algunas enfermedades humanas.
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