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En este artículo se analizan aspectos básicos relacionados con la anatomía y fisiología de roedores y lagomorfos mascotas, en muchas ocasiones tener conocimientos básicos es importante para una correcta manipulación de estos pequeños mamíferos; también describimos las enfermedades o patologías más frecuentes que pueden presentarse en el ámbito doméstico.
Anatomía y fisilogía pequeños mamíferos mascotas
Musculo-esquelético
Por lo general, el esqueleto de los roedores no difieren en mucho del de los otros mamíferos. Sin embargo, el del conejo es un esqueleto frágil y liviano, con las extremidades posteriores adaptadas para el salto ampliamente musculadas, lo que le hacen susceptible a fracturas de columnas por manejo inadecuado.
Piel de roedores y lagomorfos mascotas
Presentan glándulas de olor a nivel anogenital en conejos, el hámster en los lados y las cobayas en las mamas. En conejos hembras se produce un crecimiento de la papada en época de reproducción para facilitar el calor a sus crías. No tienen glándulas sudoríparas, ni tampoco jadean, por lo que carecen de mecanismos para disipar el calor de forma eficiente y son predispuestos a los golpes de calor.
Órganos de los sentidos
No difieren de los demás mamíferos. Los animales de hábitos nocturnos tienen la vista muy desarrolla; en general, destaca el olfato como el órgano de los sentido más desarrollado, incluso interfiere a la hora de la manipulación de las crías por humanos, que puede conducir a un rechazo de las mismas, por esa razón han de extremarse precauciones si se dispone a criar con estos animales.
Aparato digestivo
Son animales principalmente herbívoros, aunque hámster, ratas y ratones tienen componentes omnívoro. Todos los grupos presentan dientes en continuo crecimiento que deben ser desgastados mediante alimentos duros o juguetes adaptados, como madera o huesos de sepia. Por otro lado, carecen de colmillos y tienen un espacio que separa los incisivos denominado diastema. Además, los hámsteres presentan abazones, que son bolsas cutáneas de utilidad para el almacenamiento de alimentos.
Desde el punto de vista de los intestinos, degradan la materia vegetal a nivel del ciego, en el intestino grueso, ya que existen colonias de microrganismos especializados que proporcionan además proteínas y vitamina B12. Sin embargo, el intestino grueso es incapaz de absorber, por lo que se expulsa a través de una materia fecal primaria llamada “cecotrofo”, que luego ingieren, incorporando estas sustancias al organismo.
Aparato reproductor
Los roedores y los lagomorfos difieren entre sí a nivel urogenital por la posición del escroto y por la presencia de hueso peneano. Los conejos tienen el escroto por delante del pene y no tiene hueso peneano, mientras que los roedores lo tienen por detrás (entre el pene y la cola).
En el caso de las hembras, presentan dos ovarios y el útero con dos cuernos adaptados a múltiples embriones. Los roedores tienen varios celos anuales, mientras que las conejas son de ovulación inducida. Las crías nacen apenas desarrolladas, excepto en el caso de las cobayas.
Enfermedades más frecuentes de roedores y lagomofos mascotas
Parásitos externos e internos: Coccidios, ácaros, gusanos, protozoos, etc., es importante desparasitaciones periódicas para la prevención de este tipo de infecciones.
Micosis: Es una zoonosis, la infección es frecuente en conejos, provoca calvas redondas y afectación de las uñas. Se produce por falta de higiene en la jaula.
Enfermedades bacterianas: Destacamos la pododermatitis ulcerativa del conejo y la cobaya, aparece en suelos poco adecuados y sucios, las mastitis en cobayas, accesos subcutáneos, en ratas y ratones y otitis. Estas enfermedades son causados por Pasteurella (problemas respiratorios) y Salmonella (digestivos).
Víricas: Mixomatosis del conejo, enfermedad hemorrágica vírica también del conejo y la viruela del ratón.
Epilepsia: Sobre todo en jerbos jóvenes, en muchos casos termina desapareciendo.
Neoplasias: Muy frecuentes en estos animales, muchas tienen que ser extirpadas si no supone demasiado riesgo.
Maloclusión: Desgaste inadecuado de los dientes, golpes o infecciones. El animal no puede comer correctamente y puede ocasionar heridas secundarias con infecciones. En cobayas puede indicar un déficit en vitamina C.
Tricobezoares: Acúmulos de pelo por una dieta inadecuada o conductas de ansiedad. Se produce una obstrucción intestinal que debe eliminarse con enzimas naturales presentes en alimentos tales como la piña o la papaya. A veces tiene que extraerse de forma quirúrgica.
Parálisis: La parálisis sucede por una mala forma de coger a los conejos, se producen fracturas de columnas que dejan al animal inmóvil en su parte posterior.
Hipocalcemia: Se produce por falta de calcio, sobre todo durante la gestación, ocasiona una debilitación del animal si no se le administra calcio exógeno y se le corrige la dieta.
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